volumen 3 capítulo 2: Escondiendo nuestro secreto.

El final del trimestre se acercaba, y con él, el bullicio y la emoción de las vacaciones. Después de los desafíos recientes con mi incontinencia y los rumores en la escuela, me preparaba para enfrentar otro día en el instituto.

**Itsuki:** (pensando) Finalmente, es viernes. Aunque parece que no será un viernes normal después de todo lo sucedido esta semana. Los rumores sobre Yuki san y yo están en boca de todos, y me pregunto cómo afectará esto a mi día.

Con estos pensamientos en mente, llegué al instituto, solo para ser recibido por miradas curiosas y murmullos que parecían seguirme a donde fuera. Me dirigí a mi clase, tratando de mantener la compostura y preparado para lo que pudiera venir.

**Itsuki:** (pensando) Parece que no puedo escapar de los rumores ni un solo momento. Espero que este día pase rápido.

Sin embargo, antes de que pudiera sumergirme completamente en mis pensamientos, fui abordado por uno de mis compañeros de clase, cuya mirada insinuante dejaba claro que no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de hacerme preguntas incómodas.

**Chico del salón:** Itsuki kun, ¿de casualidad estás saliendo con Yuki san?

La pregunta me tomó por sorpresa, pero no permití que mi sorpresa se reflejara en mi rostro.

**Itsuki:** No, ¿por qué piensas eso?

Mi respuesta fue rápida y directa, aunque sabía que la verdad podría ser evidente en mi expresión. Sin embargo, decidí mantener mi compostura y enfrentar la situación con determinación.

**Chico del salón:** Es que hay rumores entre las otras clases que te vieron en una cita con Yuki san.

Las palabras del chico resonaron en mis oídos, mientras mi mente trabajaba a toda velocidad para encontrar una respuesta adecuada. Decidí adoptar una postura seria y desafiante, preparado para defenderme de cualquier acusación.

**Itsuki:** Pues no, y de igual manera, si lo hiciera, ¿qué te debería importar a ti o a los demás?

Mi tono fue firme y directo, reflejando mi determinación para enfrentar cualquier insinuación o rumor. Sin embargo, antes de que la situación pudiera escalarse más, mi salvador inesperado hizo su entrada triunfal.

**Takeshima-kun:** Alto ustedes dos, además, Himata kun, tú no tienes derecho de acusar a los demás.

La intervención de Takeshima-kun, con su autoridad y calma característica, puso fin a la confrontación antes de que pudiera intensificarse. Con un suspiro de alivio, me dirigí a mi asiento, agradecido por su intervención oportuna.

El comienzo de las clases marcó el final de la tensión momentánea, pero sabía que aún había rumores circulando sobre mí y Yuki san. Sin embargo, decidí no prestarles atención y concentrarme en mis estudios, sabiendo que, al final del día, la verdad prevalecería.

Mientras se acercaba la hora del almuerzo, una sensación incómoda se apoderó de mí. Sabía lo que vendría a continuación: otro accidente. Por suerte, esta vez solo se limitaba a mojar el pañal, pero la vergüenza y la incomodidad seguían presentes. Podía sentir los ojos preocupados de Yuki san clavados en mí desde la distancia, como si fuera una madre halcón vigilando a su cría. Me regañé mentalmente por ser tan evidente, consciente de que nuestros secretos podrían ser descubiertos en cualquier momento.

**Itsuki:** (pensando) Tonta, no tienes que ser tan obvia. Nos pueden descubrir.

El pañal se hinchaba incómodamente mientras se llenaba de orina, aumentando mi incomodidad. Al llegar el receso, me encontré con Takeshima y Shimada, quienes parecían decididos a abordar la situación.

**Shimada:** ¡Ustedes dos tienen que dejar de ser tan obvios! Están llamando demasiado la atención.

La regañina de Shimada san resonó en mis oídos, reflejando su frustración por la situación reciente. Su determinación por disipar los rumores era palpable, y su sugerencia de dirigirnos a la enfermería era un alivio bienvenido.

**Itsuki:** Sí, tienes razón. Vamos a la enfermería, Shimada san.

**Shimada**Y Takeshima, si te encuentras con Yuki, dile que estoy ayudandolos aquí para evitar más rumores.

Agradecí internamente el apoyo de mis amigos, quienes estaban dispuestos a arriesgarse por mí para proteger nuestra privacidad. Juntos, nos dirigimos hacia la enfermería, con la esperanza de poner fin a los rumores que amenazaban con trastornar nuestras vidas en la escuela.

Tras llegar a la enfermería, Shimada se encargó de ayudarme con mi situación actual, lo cual agradecí sinceramente.

**Itsuki:** Gracias por la ayuda, Shimada san.

Mientras me ajustaba el pantalón, noté cómo rozaba mi pañal limpio, un gesto que me recordaba mi condición y me llenaba de frustración.

**Shimada:** De nada. Pero tienes que dejar de estar mirando tanto a Yuki san. Cuanto más obvios sean, más fuerte será el rumor. Ustedes dos necesitan tomar distancia.

La molestia de Shimada san era evidente, pero su preocupación por nuestro bienestar era genuina. Traté de asentir con comprensión mientras él seguía hablando.

**Shimada:** No te preocupes, pueden verse al final de las clases. Solo mantén la calma.

Su intento por animarme fue reconfortante, y me esforcé por adoptar una actitud más positiva.

**Itsuki:** Sí, tienes razón. Gracias, Shimada san.

Salimos de la enfermería justo cuando Yume nee san apareció, y al verme con Shimada, su curiosidad fue evidente. No tuve más remedio que explicarle la situación.

**Itsuki:** Hay rumores entre los de primer año de que Yuki y yo estamos saliendo, ya que al parecer unos chicos nos vieron en una cita.

Shimada san asintió en confirmación, y Yume nee san comprendió la situación, expresando su agradecimiento por la intervención de Shimada para proteger tanto a Yuki san como a mí.

**Yume:** Gracias, Shimada-kun, por tomar la iniciativa y ocuparte de todo este problema.

Después de intercambiar algunas palabras más, Yume se fue y Shimada y yo regresamos al salón, listos para enfrentar el resto del día.

perspectiva de yuki

Tras varios días cuidando a Itsuki kun, noté un ambiente extraño en el instituto. Los estudiantes de nuestro año nos miraban de manera peculiar, como si estuvieran al tanto de algo que desconocía. De repente, una chica del salón se acercó con sus amigas y lanzó la pregunta que tanto temía.

**Chica:** Yuki san, es cierto que te gusta Itsuki kun.

Mi corazón dio un vuelco ante la inesperada pregunta, que parecía confirmar la existencia de un rumor que involucraba a Itsuki y a mí. Con rapidez, traté de mantener la compostura y responder con cautela.

**Yuki:** No, ¿por qué lo preguntas?

Sabía que era necesario negarlo para preservar la discreción sobre nuestra relación de niñera y niño con necesidades especiales. Antes de que pudiera decir más, escuché la respuesta de Itsuki kun, que resonó con una arrogancia que me desconcertó.

**Itsuki:** Pues no, y si es así, ¿a ustedes qué les debería importar?

Su respuesta, aunque directa, reflejaba una actitud desafiante que no esperaba de él. Antes de que la situación pudiera complicarse más, Takeshima intervino para rescatar a Itsuki.

 Casi para finalizar las clases, me fijé en Itsuki, quien parecía haber mojado su pañal. Mi mirada estaba tan absorta en él y su pequeño accidente, que no me di cuenta de que lo estaba mirando fijamente, hasta que vi la cara de furia de Shimada. Parece que Shimada está molesta por la situación, a ella no le gusta que hablen cosas de sus amigos. Tras el inicio del receso, vi avanzar a Itsuki kun hacia la enfermería, pero fui detenida por Takeshima.

**Takeshima:** Yuki san, ¿podemos hablar un minuto en la cafetería? Itsuki kun se fue con Shimada a la enfermería para que esta le cambiara el pañal y así evitar que se sigan propagando rumores entre ustedes dos.

Su mirada decidida dejaba claro que tenía un plan, y aunque me molestaba que Itsuki hubiera aceptado dejarse cambiar el pañal por parte de Shimada, sabía que era necesario para evitar más rumores.

perspectiva de Itsuki

Tras el regreso a clases, nos encontrábamos en la clase de economía doméstica. Nos asignaron la tarea de armar grupos de cuatro para preparar un curry.

En ese momento, solo quería unirme a Yuki san, pero la preocupación por evitar llamar la atención nos frenaba. Sin embargo, Takeshima y Shimada vinieron al rescate.

**Takeshima y Shimada:** Ven aquí, Yuki san.

De la misma manera, me invitaron a unirme a su grupo. Durante la preparación, mis ojos buscaban constantemente a Yuki san, pero al parecer estábamos en la misma sintonía.

**Itsuki:** Yuki san, ¿puedes revisar los cortes de las papas?

**Yuki:** Claro, déjame ver... Parecen estar perfectos.

Cuando llegó el momento de probar nuestro curry, Shimada san expresó su alivio al ver el platillo listo, mientras Yuki san lo contemplaba con satisfacción. Gracias a la habilidad culinaria de ellas, la tarea se realizó sin problemas.

Sin embargo, un incidente ocurrió cuando Yuki san tropezó con Himata, y su plato caliente estuvo a punto de caer sobre ella. Rápidamente, me lancé para protegerla, usando mi cuerpo como escudo y una tapa de olla como protección adicional.

**Itsuki:** ¡Cuidado!

La preocupación se reflejaba en los rostros de todos, pero especialmente en el mío al ver a Yuki san en peligro.

Después del incidente, el profesor intervino y nos envió a ambos a la dirección. Me sentía molesto con Himata por poner en riesgo a Yuki san, pero mi enojo se desvaneció al ver la preocupación en su rostro.

Al finalizar las clases, para evitar más rumores, Shimada, Takeshima y Yuki san se fueron juntos, dejándome solo con mis pensamientos y remordimientos.

Caminando de regreso a casa, una chica de cabello blanco y ojos azules, vestida con el uniforme de nuestra escuela, me detuvo. Era Yuki san. La abracé como un niño abraza a su madre, mientras Takeshima y Shimada nos observaban.

**Itsuki:** Yuki san...

**Yuki:** Está bien, Itsuki kun. Todo está bien.

Su preocupación y ternura me hicieron sentir reconfortado, pero al mismo tiempo, me invadió una sensación de vergüenza por mi reacción anterior. Aun así, nos dirigimos a casa juntos, y aunque pasamos un tiempo sin hablar, sentí una conexión especial entre nosotros, como si fuéramos más que niñera y niño.

Al llegar a casa, mi felicidad era clara y palpable pero parece que la vida tenía otros planes.

Al llegar a casa, una extraña sensación me invadió, pero la ignoré, pensando que no era importante. Sin embargo, mientras nos acomodábamos en mi apartamento, Yuki san percibió un olor inusual.

**Yuki:** Itsuki kun, ¿hueles eso?

**Itsuki:** Sí, también lo siento.

Aunque traté de disimular, tenía la sospecha de que el olor provenía de mí. Yuki san se acercó y revisó mi pañal.

**Yuki:** Oh, eres tú. Parece que este bebé necesita un cambio de pañal de manera urgente.

Sus palabras vinieron acompañadas de una risa juguetona. Mientras ella se dirigía a buscar mis cosas, me di cuenta de mi descuido al no notar que había ensuciado mi pañal. La incomodidad aumentaba con cada movimiento.

Cuando Yuki san regresó, la vi con una sonrisa en su rostro, y noté que estaba grabando algo.

**Yuki:** Bueno, ahora comencemos con el cambio.

Colocó un plástico protector en la alfombra para evitar manchas y luego procedió a cambiarme el pañal.

**Yuki:** Listo, Itsuki kun, ya estás limpio.

Me ayudó a levantarme, y mientras lo hacía, sentí su mano tocando mi pañal limpio con una expresión alegre. A medida que avanzaba la noche, su presencia y cuidado me reconfortaban, a pesar de la situación incómoda.

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