Yate.

Aleksander.

Traje a bella a unas hermosas vacaciones donde la he tratado como lo mereció desde el principio, ella es tan dulce, buena e inocente, pero fuerte como nadie, me tiene sorprendido su capacidad para perdonar porque si no, ella no se comportara como lo hace, es hermosa como ella sola destila sensualidad a su andar, debo admitir que mi conejita es una guerrera, no todos aguantan lo que ella y lo que más rabia me da es que dice que lo hará por mí para cuidarme y protegerme cuando yo no lo hice, yo la dañé a pesar de haberla deseado desde que la vi en esa foto.

Hemos ido a la playa, a las carreras de autos, a los parques acuáticos, a los museos, le encanta el teatro y lo descubrí al ver su rostro en la función, es mi perfecta conejita, tengo pánico de que pueda morir en las pruebas, no la quiero perder odiaría también perderla a ella, se ha convertido en mí todo, ya puedo ver qué ella es inocente su culpa es no querer delatar a la amiga, a esa maldita desgraciada algún día daré con ella.

Entro a la habitación con una bandeja con todo tipo de dulces, incluyendo el chocolate y diferentes tipos de frutas, quiero saber sus gustos y no soy de andar preguntando así que de esta manera sabré lo que le gusta.

—Hola conejita, como estas mi conejita hermosa, mira, te traje esto, es una bandeja de conocimiento — digo y se asombra, pero luego se ríe como niña chiquita.

—Me quieres engordar para matar y comerme — dice y me río ahora yo.

—Yo te como sin necesidad de matar ni cocinarte mi dulce conejita— se acerca, me quita la bandeja, y me besa.

—Eres de verdad... No eres un gemelo de Alecksander, porque si es así yo me quedó contigo — dice y achico mis ojos.

—Así que serías capaz de engañarme con mi gemelo — pregunto con falso enojo.

—Lo tienes... ¿Eres tú?— Continúa bromeado.

—No lo tengo, soy único mi conejita— digo y la beso, le comencé a dar en la boca cada postre y cada fruta, ya sé que le gusta y que no, adora el chocolate, fresas y frambuesas, pero detesta el coco y no le gusta el albaricoque, adora la gelatina y es alérgica al maní casi muero cuando se empezó a hinchar y a faltarle el aire, la lleve directamente a la enfermería del hotel y la pidieron estabilizar, no sé qué ocurriría si le pasa algo a bella, a mi conejita bonita.

—Aleck... dónde estás, Aleck...— me llamaba mi esposa con su voz débil y cansada.

—Aquí estoy, te di un postre con maní y te pusiste así— ella abrió sus ojos y me dijo que de haber sabido que contenía maní, jamás lo hubiese probado.

Al día siguiente ella estaba como nueva y no había ningún problema con su salud, ahora estoy cada vez más al pendiente de mi coneja.

—Ven amor, vayamos a nadar, te tengo dos sorpresas — le dije llevándola a dónde estaba la chica que la llevaría a hacer flyboard que se trata de subirse a una tabla aérea deslizante, conectada a una manguera larga que a su vez está pegada a una moto acuática que hace posible manejar la tabla con una presión de agua, que hace que está se suspenda en el aire.

Pero al llegar solo vi a sujetos manejando esas cosas, la ira me envolvió y busqué a la joven con quien hable y esta me dijo que su turno había terminado cuando giré para ver a bella, mi conejita estaba siendo sujetada por un hombre en el aire y el desgraciado la miraba embobado mientras giraba con ella en el aire haciendo que se sujetara de su cuello y lo abrazara con sus piernas como yo quería que solo lo hiciera conmigo.

Eso me enfureció tanto que agradecí no andar armado Pero giré para ver a mis guardias que estaban casi imperceptibles pendientes de todo y les di una mirada, pero luego me calme al ver a mi coneja riendo, jamás la había visto así, se veía libre, feliz, en uno de los giros se topó con mi mirada y me tiró un beso, un rato después, el hombre bajó con ella lentamente como si fuese un superhéroe y ella al bajarse, corrió y la abracé para luego devorarle sus deliciosos y adictivos labios.

—Gracias... me encantó la sorpresa Aleck, no sabes cuánto…—dijo y sonreí como idiota.

Luego la tomé de la mano y la llevé hasta donde estaba la segunda sorpresa, la lleve tapando sus ojos con un pañuelo y al llegar se la quité, pero le pedí no abrir sus ojos.

—Abre tus ojos, conejita mía — abrió los ojos y sé tapó la boca, se giró hacia mí y me besó.

Ella miró el enorme yate lujoso que llevaba por nombre Bella Coneja en rojo y en dorado decía Odette y se giró para besarme y prenderse de mi cuello, cuál perezoso, yo profundicé aquel beso con deseo y necesidad, ella era mi bienestar y mi paz.

Conejita camina, es todo tuyo— subió al yate feliz y embobada todo era lujoso y costoso, lo mejor para mi reina, sí, ella era mi reina y la única capaz de sacarme de mi centro, esta mujer era mi mal y mi bien, entramos y un mesero nos enseñó a dónde comeríamos, nos trajo un delicioso almuerzo y una botella de vino, ella estaba radiante a pesar de solo cargar un vestido blanco playero de tirantes, le dije al mesero que se retirara que yo atendería a mi esposa ahora, ella se reía por todo y veía el paisaje, ilusionada y maravillada.

—Y te gustó tu sorpresa Odette...— dije y me miró sorprendida.

—Cómo me has llamado— preguntó.

—Odette... No es ese tu nombre — pregunté sonriendo.

—Lo es, pero tú dijiste...— empezó y continué—

—Me gusta tu nombre, solo era para molestarte, aunque bella pega más contigo, eres una hermosa princesa al lado de una bestia como yo...— pronuncié y su sonrisa desapareció y se sentó en mis piernas dejándome sorprendido.

—Y tal como lo hizo esa bestia has cambiado y me has hecho conocer al príncipe— juntó sus labios con los míos y fue delicioso, me sentía en el aire, me sentía feliz.

Más populares

Comments

Anonymous

Anonymous

Ok me encanto

2024-01-21

6

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play