No vendere a mi amiga.

Odette.

Camino hacia la zona de mis castigos y es que sí, ya me estoy acostumbrando después de alimentar, bañar, vestir y jugar con catrina, esta niña que es mi luz al final del túnel, es tan hermosa y cariñosa, me recuerda mucho a mi amiga, jugamos todo el día y la enseño en la sala de juegos a bailar ballet, en ese momento soy otra el dolor se va, las torturas desaparecen de mi recuerdo y una sonrisa que ahora la única que la ve es la hermosa pequeña, sale en mi rostro.

Una vez la pequeña está agotada y ya en su camita dormida, voy por mis propios pies a la cámara de tortura y allí me espera el verdugo para castigarme una y otra vez, ya no siento casi nada, el dolor es relativo, es mental, eso es lo que me repito para poder sobrellevar este amargo momento, no sé si algún día este infierno termine de hecho mi plan era acabar con mi vida, pero apareció catrina mi pequeña luz de esperanza y no la quiero dejar sola.

Veo que has llegado a la hora.— dice mi amo, quién tenía tiempo sin castigarme el mismo, pero hoy ha estado más insoportable de lo usual.

Si mi amo, vine porque esto es lo que me toca— digo y me agarra la mandíbula con brusquedad.

— Maldita, sea niña estúpida, por qué no lloras, por qué no suplicas para que pare, tanto te gustó ser una puta que te acostumbraste al dolor — dice y lo miro desafiante.

— No me vas a ver llorar porque ni tú ni nadie merece verme así, la pregunta es, por qué no me matas de una maldita vez, ni siquiera sé por qué me haces esto— me atrevo a soltarle y me suelta una bofetada.

—No te pases puta asquerosa — me dice ofendido por lo que hice.

— Quieres saber por qué estás aquí, pues estás por mentirosa.— dice y lo miro sin saber a qué se refiere.

Mentiste sobre haber matado a mi luz, tú mentiste sobre haber matado a mi hermana maldita asquerosa y luego ayudaste a escapar a quien si la mató, por eso estarás aquí hasta que me digas a dónde se fue esa perra bastarda— dijo y abrí los ojos de una manera exagerada.

¿Por eso estoy aquí? ¿Por matar a esa perra traicionera? — le grito y me golpea de nuevo.

A mi hermana la respetas bastarda — me gritó enfurecido a la vez que su mano callo en mi cara.

Ahora sí, mátame y véngate, porque a esa perra que maté la mataría una y otra vez por maldita y traicionera— grité y me lanzó al suelo de una cachetada.

Cállate miserable escoria, no ha existido ser más puro y más noble que mi hermana, ella no era eso que tú dices.— Gritó y me reí como demente.

—He aquí su asesina, ahora cóbrate la afrenta y mátame— grité abriendo los brazos y negó con su cabeza.

Tú no la mataste, alguien vio que fue tu amiga, así que dime a dónde la enviaste — gritó muy ofuscado.

Creo que me mataras maldito bastardo porque jamás te diré el paradero de la única persona que me defendió y estuvo para mí cuando los demás fueron una mierda— grité enfurecida y entonces con una orden me amarraron y los latigazos que él me daba hicieron que me desmayara al haber contado el número cien.

Me duele la espalda, la cabeza y todo el cuerpo estoy en mi cama y la voz de catrina me alerta.

¡Bella, princesa bella, dónde estás!, escuché y me puse un suéter, rápidamente me coloqué un pantalón y unas zapatillas, ya que estaba tirada en la cama bañada y con un pijama morado de seda que dejaba notar mis heridas y se veían con horror.

¡Te dije que bella salió catrina no entres! La voz de mi amo demonio se escuchó haciéndome vibrar.

La niña abrió la puerta sin que él la detuviera y la niña me abrió sus brazos gritando feliz, me arrodillé para quedar a su altura y la abracé, mis ojos se cruzaron con los del demonio cuando el dolor por abrazar a la niña deformó mi cara.

Vamos a jugar mi niña, ¿qué quieres hacer hoy?— le pregunté con una hermosa sonrisa, ganándome una mirada de desconcierto por parte de mi amo.

Hoy quiero bailar, mira te gusta mi atuendo.— dijo mi lucecita mostrándome su ropa adecuada para bailar ballet y un hermoso tutú.

Oh estás hermosa mi niña, vamos, yo te enseño mi niña — dije de manera dulce y él tomó mi mano antes de que yo saliera, una sirvienta acompañó a la niña para preparar el salón de juegos.

Mi mirada se cruzó con la de él

y mi piel volvió a sentir esa sensación de gozo, el agarre en mi muñeca me hacía poner nerviosa, pero no de miedo si no era algo más.

—Creo que debes quedarte a descansar tus golpes— dijo y la mirada que me dio fue diferente a las demás y eso me descolocó totalmente.

—Mi amo no pasa nada, estoy bien, ya no me duelen— dije mirándolo con la misma mirada que me dio él, al parecer el encierro me estaba volviendo loca, por sentir algo por este cruel demonio.

—Por qué no me dices lo que quiero saber, dime dónde está su asesina para vengar a mi hermana, dime para poder dejarte ir— dijo en un susurro y lo que jamás pensé sucedió.

Los labios de ese demonio llamado mi amo se posaron en los míos, era tan dulce, como nunca lo había visto, deje guiar mis labios al ritmo de los de él y al separarse me miró igual.

— Descansa, no vayas a jugar hoy — dijo y me quedé de piedra, no sabía si intentaba meterse en mi cabeza, pero yo era de él y él era mi amo.

—Lo siento mi amo, pero catrina me espera— dije y salí de allí para encontrarme con mi bella lucecita, mi cabeza estaba hecha un lío, pero ni sus labios harían que yo vendiera a mi amiga, yo no era como ellos.

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Comments

Tina Ixchiel Puthod

Tina Ixchiel Puthod

yo llegue hasta aca!

2024-03-22

3

Maris Benitez

Maris Benitez

Síndrome de Estocolmo 😵‍💫🤦🤦🤦🤦

2024-03-10

0

Noe Noe

Noe Noe

sufre de Estocolmo

2024-03-02

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