Huida.

Estoy consternada, este tipo está loco ¿Qué hago?, los reflectores me dejan ciega, tapo mis ojos porque no puedo ver bien, escucho murmullos: ¡qué suerte tiene esa chica!, otros exclaman ¡pero es muy joven!, y unas dicen ¡esto no puede ser!, muy enojada, se escucha el tropiezo de una bandeja de copas y caen al piso.

En ese alboroto todos voltean a ver que pasó como buenos chismosos, alguien me jala por un brazo, este señor no me suelta y escucho: "vámonos" reconozco la voz y es Gabriel, forcejeo con Guillermo durante el alboroto, y lo muerdo pega un pequeño grito de furia.

Me zafo en el instante y huyo, salgo corriendo se escuchan los tacones, la gente está perturbada.

Llegamos a la salida, le traen el auto a Gabriel cuando estoy a punto de montarme me jalan de nuevo por el brazo y es.

¡Ana Claudia! grito, me dice: "¿Qué pasa Samantha?" cuando escucho una voz muy masculina ambas volteamos y es Guillermo: "¡mocosa, aquí la tierna ovejita no existe todos somos lobos feroces!" se toma un sorbo del champang y da una media sonrisa.

Gabriel le da una mirada de rabia y nos dice: "vámonos" lo último que escucho de Guillermo es "nos vemos pronto futura esposa".

Mi cabeza da vueltas en el asiento de copiloto y pienso "¡en qué me metí!".

Hay un profundo silencio durante el camino, escucho el carraspeo de una garganta y habla Ana "¡creo que es mejor que hoy no duermas sola!", volteo y me sostengo del asiento.

Le respondo "¡tienes razón! ¿Te quedarías a dormir conmigo?" Me responde con una mirada de afecto "si amiga".

Gabriel empieza hablar, me asusto porque creo que está enojado y no, me pregunta: "¿Qué pasó? ¿porqué después saliste con él, si ibas al baño?" me lo dice con preocupación.

Le digo: "cuando salí del baño, ese señor me atrapó" el golpea al volante y dice: "¿te hizo daño?" le respondo aclarando: "no, no me hizo nada" le tomo la mano para que no se preocupe.

Le digo: "Sólo forcejeo y salimos de pronto a dónde estaban todos y dijo eso" sudo porque de verdad yo salí a buscarlo a él, yo me busqué eso.

Pienso: "¡hasta mentirosa me volví!" Me paso la mano por la frente.

El auto se estaciona y nos bajamos le doy el bolso a Ana para que vaya entrando y, me espera en toda la entrada del edificio.

En el asiento del piloto converso con Gabriel, él se apoya a la puerta lo miro al rostro y me dice: "por fin me miras fijamente a los ojos" y en mi cabeza "culpa de Guillermo" "mi madre me matará".

Su mano la posa en mi barbilla y acerca su rostro al mío "grito en mi cabeza ¡qué hace!" cuando de pronto lo esquivo y le doy un beso en la mejilla, él da una leve risa y me abraza.

Me toma en sus brazos, y siento un abrazo cálido pero no sé, no siento algo completo 100% sincero.

Nos despedimos, se va en el auto y Ana alza su mano y dice: "adiós, guapo profesor" se ríe porque me mira y le grito: "Ana, no son horas de gritar".

Nos adentramos al departamento.

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Queridos lectores, me está costando mucho poder escribir por muchas razones personales.

Daré todo mi esfuerzo para cumplirles para que lean esta historia.

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