en un atardecer.

Gracias por leer esta novela. Una historia llena de misterio y muchos sentimientos.

Les invito leer mi novela ya completada "Aprender a Amar" entra a mi perfil, sígueme.

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Pasó un año no pude descubrir nada, sigo investigando y he tenido muy pocas pistas, estoy muy molesta y llena de rabia porque no sé nada.

Con la pocas pista que he descubierto como por ejemplo hace un mes registrando el apartamento, correcto de verdad he querido trabajar pero no entiendo dónde sale tanto dinero y quién me lo transfiere.

Registrando el departamento, encontré en el clóset había una pequeña puerta en su interior, especie de una gaveta, buscando allí; encontré unos documentos firmados por mi mama.

digo entre mí:"es la firma de mi mamá".

Me sorprendo y fruncé la frente, comienza a recordar los moMentos bonitos con mi mamá y salen algunas lágrimas que mojan los papeles.

En esos documentos dicen nombre del departamento, cuentas bancarias y una suma de dinero que es la que me ha estado llegando mensualmente para hacer el pago de los servicios, del alquiler y de los gastos personales.

Eso sí tiene mi mamá, que me conoce muy bien, que inconscientemente he sabido administrar la economía por qué desde pequeña ella me enseñó que hay que siempre ser buen administrador para que te rinda el dinero, lo he hecho así como ella me enseñó.

Sé que mi madre está viva, lo siento y es así, sé qué es así porque ella y yo tenemos una conexión increíble.

En mi momento de nostalgia pensando en mi mamá recibo una llamada que me asusta, me hace reaccionar.

Es Ana Claudia que me dice que vamos a la nueva cafetería que inauguraron cerca de la universidad, le respondo: "perfecto, te espero en media hora frente del dificio". Voy corriendo a ducharme y cambiarme esta pijama de corazoncito rosado.

Guardo los documentos y luego pensaré qué más hacer, y qué puedo conseguir más para llegar a mi mamá.

Caminando a la cafetería con Ana Claudia.

Ella y yo, íbamos muy contenta porque la verdad nos fue muy bien en el semestre.

Siguiendo el camino ya era tardecida, tenía un presentimiento, ya que vi pasar un auto parecido al de las otras veces, es decir ese auto negro, y la limusina negra que le vi a ese señor.

En mi distracción Ana me llama:"chica, estoy hablando"me da un manotazo en el hombro suavemente.

Le hago una mueca y exclamo: "chica, me diste duro"ella me responde:"exagerada".

Cuando Ana y yo, en nuestras pequeñas y estúpida discusión con nuestros outfits deportivos, les comento que ambas planificamos como vernos, parecemos dos amigas de preparatoria.

Entre risas nuestras, escuchamos una voz muy familiar, cuándo volteamos a ver: "Hola, chicas" esa voz masculina era de nuestro profesor.

mira a Ana y luego a mí, busca desviar mi mirada hacia él y me dice:"señorita Hill, qué bueno verla. su promedio cada día es mejor, todavía le comento que tiene la oportunidad de ser preparador de alguna de las materias porque tiene potencial y le serviría mucho para su currículum".

le respondo al profesor: "muchas gracias, pero entre tanto que tengo que estudiar no tendría tiempo y por las exigencias que yo me considero que debo de tener para hacer todo bien, no rendiría y me frustraría"con una voz tan amable le respondí.

Siento las energías de Ana Claudia un poco nerviosa, me jala por un brazo y le dice al profesor: "un gusto verle profesor, no lo interrumpimos más".

Me despido con una media sonrisa sin fijarle la mirada porque es el alto, y Ana me jala por el brazo.

Ella me dice:"ese profesor te observa con una mirada distinta y no de profesor a alumna".

Llegamos a la cafetería. Observo que de pronto pasa un auto negro, Ana se da cuenta y se pone nerviosa. Yo me hago que no sé nada, entramos.

Ella se va para el baño, y yo me quedo en la mesa, observo los autos pasar y luego se estaciona dicho carro cerca de un árbol que está frente a la cafetería.

Frunzo el ceño, tengo esa manía de que cuando algo me extraña, me preocupa.

Hace un año de lo que sucedió en mi casa, y en lo que sucedió con ese indigente, y en esta nueva ciudad he visto durante mi recorrido ese carro negro, esa limusina negra.

Entonces en mi curiosidad observando, mis ojos se agrandan por la sorpresa de ver de espalda, a ese tipo, lo sé es él.

Sin pensarlo agarro mi cartera y salgo, camino paso de la carretera.

Veo que ese señor, está forcejeando con el profesor.

El profesor le dice: "este terreno no es tuyo" le da una risita de malicia y de muchos sarcasmos.

Me escondo detrás de un árbol, y él le responde: "No te metas con lo que es mío, lo que me pertenece"y sigue la discusión.

Esa voz la conozco, ese es el hombre que me dejó en el apartamento después de lo sucedido, en mi casa con mi mamá.

Me pongo muy nerviosa y me asusto.

Pasan los automóviles y pitan, no logro escuchar lo último que le dijo, el profesor se aleja con una media sonrisa llena de sarcasmo y se monta en su auto.

Este tipo está muy molesto aprieta los puños, es un hombre alto, muy formal siempre se viste de pantalón de vestir y camisa.

Yo me tapo la boca de la sorpresa y mi corazón se acelera.

Él intenta irse de nuevo, cuando va rumbo a su auto, yo salgo corriendo y lo

halo por la manga de su brazo, él se voltea.

Lo miré, vi su rostro, nuestras miradas se fijaron, mi corazón se acelera, lo vi directamente a los ojos primera vez que veo a un hombre fijamente a los ojos.

Está naranja el cielo, en un atardecer lo vi a él a los ojos fijamente, detalladamente.

Lo que siempre me dijo mi mamá que no hiciera, lo hice.

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