Es el mismo.

Es él, me quedo sin poder hablar, no puedo emitir ninguna sílaba. Escucho un grito: "Samantha" reacciono y volteo, es Ana Claudia toda apresurada.

Llega hasta donde yo estoy, se inclina del cansancio y dice: "que mala condición física tengo" ella suda.

Cuando volteo, este hombre se sube al auto e intento ir detrás de él, Ana me toma del brazo y dice: "¡Samantha, ten cuidado. Vas a cruzar mira los autos pasar! la miro y vuelvo a voltear, sin poder decir ninguna palabra.

Miro hacia donde está él, y baja el vidrio, exclama con una voz muy masculina: "mocosa haz caso, recuerda lo que te dijo tu mamá".

Mi rostro sigue sin expresar ninguna emoción y recuerdo esa voz, es él mismo hombre.

Mi mente viaja a todo ese momento, escucho un grito de preocupación: "¡Samantha!", me jala del brazo, es Ana y luego escucho el rugido del auto.

Le digo: "mejor me voy a casa" Ana con un tono de preocupación me responde: "te acompaño" le digo: "no, tranquila. Tengo que pensar muchas cosas en el camino" mi cuerpo se mueve hacia el apartamento por inercia, sigo pensando en el rostro de hombre, en su voz y en todo lo que pasé".

Camino lento, saludo al vigilante del edificio, abro mi puerta y mi Monroe comienza a irse encima de mi, buscando cariño "hola, precioso de mamá" lo miro con mucho sentimiento.

"Si mi perrito pudiera decirme todo lo que ha visto" anhelo y suspiro, mi perrito con sus inquietudes me indica que tiene ganas de hacer sus necesidades, bajo con él.

Mientras mi perrito hace sus necesidades, me monto en un columpio y de mí salen unas lágrimas, comienzo a llorar profundamente.

Lloro y lloro, toco mi bolsillo, recibo una llamada, miro mi celular es Ana Claudia: "¿te encuentras bien?" le respondo: "si, tranquila" trato de hablar con ánimo para que no se de cuenta que estuve llorando.

Me pregunta: "¿segura? ¿voy para allá?" le respondo con una media sonrisa "no es necesario, estoy bien. Mañana conversamos hay que hablar de algunas materias" me dice con una voz de desánimo: "OK, que aburrida hablar de clases" me hace reír.

Le digo: "floja" ella dice: "siempre" me despido, corto la llamada.

Veo a mi perrito jugar y juego con él a la pelota, ya se hace de noche, nos divertimos un poco, hice ejercicio y me cambia la endorfina un poco el estado de ánimo.

Me regreso a mi apartamento, le sirvo de comer a mi amor perruno, y yo ceno en mi mesa, todo en paz.

Termino de comer, lavo los platos, me doy una ducha, me hecho mis cremas corporales y me hago mi skimcare, recibo una llamada del vigilante y me dice: "buenas noches, señorita Samantha, se que es muy tarde pero le dejaron algo y se lo voy a llevar" le respondo: "OK lo espero, muchas gracias" me cambio rápido.

Suena el timbre, por la puerta observo al señor Omar, y abro la puerta.

"Señorita, le trajeron esto" cuando busca detrás de él, un inmenso ramos de calas amarillas, mis favoritas.

Hago una mueca de asombro, le respondo: "muchas gracias Sr Omar, le pregunto ¿quién las trajo?" me dice: "Solo la trajo un joven de la floristería, que era para usted" le digo: "OK, muchísimas gracias" le digo: "espere" busco un postre que hice se lo guardo en una bandeja, y se lo entrego "es para usted" me responde "muchas gracias señorita, muy amable".

Le dedico una sonrisa, cierro la puerta y busco el ramo de flores, reviso y tiene una tarjeta.

Dice: "para ti, preciosa" atte Guillermo Santoro.

Se me cae la tarjeta al suelo y digo: ¿Qué?.

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Paciencia 🙏 queridos lectores, estoy con un celular prestado espero solucionar pronto, pero seguiré subiendo más capítulos.

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