11.En medio de la bruma. I

...Liliana...

Voy camino a mi destino y es centro América a las colonias españolas.

Mi compañera en este viaje es Liz, pero no va como una dama de compañía sino como una noble.

Esta idea es de mi padre, ya que no quiere que me encuentre sola en ningún momento la única forma es que Liz pueda entrar a cualquier lugar en donde yo vaya.

A mí me parece una excelente idea, incluso no nos vamos a presentar como jóvenes doncellas sino más bien como viudas.

Aunque mucha gente no lo crea las viudas tienen mucha más libertad que una joven o una casada.

Tal vez no moralmente, pero aún así tienen una libertad mucho mayor que cualquier mujer.

El viaje es por mar y el barco que nos transporta es una de las inversiones que ha hecho mi padre.

Se mueve por algo llamado vapor, muy pocos tienen fe en esta nueva forma de maquinaria.

Además, el pasaje aún es muy caro y escaso.

Padre dice que es el futuro de la humanidad.

Se supone que el viaje se llevará en menos tiempo.

Pensar que pude aprender muchas otras cosas en vez de dedicar todo mi tiempo para prepararme para hacer una buena esposa.

Al final eso solo fue una perdida de tiempo y esfuerzo, el hombre que supone era mi esposo mi cambio por una mujerzuela.

Bueno ya no importa...

Es el quinto día de viaje, me preguntó si realmente seré capaz de vencer mis propios ideales.

Durante el día y delante de mis preciadas personas, actuó fuerte y alegre, pero en este momento me siento sola y fracasada.

Será acaso que el clima es el que me hace sentirme de esta manera.

Liliana:No me había dado cuenta, pero mis lágrimas estaban derramándose con mis mejillas cuando de repente una mano se extendió frente a mí y en ella había un pañuelo.

El clima es frío y lleno de bruma marina, nadie estaría afuera, nadie excepto yo o al menos eso creí.

Por eso, no esperaba que una mano de repente apareciera frente a mí, lo cual me asustó.

Desconocido: Perdón: no quería asustarte

Parece que no soy el único que se siente triste en esta tarde nublada.

Liliana: Si bueno supongo que las grandes mentes piensan lo mismo.

Después de todo estamos aquí.

Desconocido: Me pregunto que problema podría hacer llorar a tan bella dama.

Liliana: Quien está llorando

- Dijo Liliana mientras rápidamente limpiaba las lágrimas que no sabía que había derramado.

También sentía vergüenza por lo mismo no se atrevió ni siquiera a dirigirle la mirada al hombre que le estaba hablando.

Desconocido: No creo que sea malo llorar Incluso en estos momentos.

Yo también tengo ganas de hacer lo que usted está haciendo

Liliana: Pero usted es...

Desconocido: Si lo soy:

Sabe hace algunos años yo también pensaba que los hombres no lloraban.

Pero cuando pierdes a un ser querido o a varios casi al mismo tiempo.

Las creencias de que los hombres no lloran no valen de nada porque entonces Incluso el hombre más fuerte y duro soltará lágrimas cuando la razón de su vida ya no existe.

Liliana: Al oír lo que el hombre decía sentí realmente mucho dolor que transmitían sus palabras.

Tiene razón pero hay algunas veces que es necesario aparentar fuerza para no lastimar a los demás.

Desconocido: Si también se eso.

Liliana: De dónde es usted

Desconocido: De la colonia española.

-Y usted

Liliana: de Londres

Desconocido: Al parecer somos de lugares lejanos.

Porque no contamos nuestras penas, creo que ambos lo necesitamos.

Liliana: Compartir penas...

Con un desconocido...

Tal vez no sea mala idea.

Lo pensé y dije quién empieza.

Desconocido: Lo que te voy a cobrar es algo que hice para vengarme espero que no me juzgues.

Por qué también quiero decirte que no me avergüenzo ni me arrepiento de buscar venganza, que para mí es más justicia que nada.

Liliana: Le aseguro que no lo haré después de todo posiblemente también he hecho cosas que no debería.

Siga ya no lo volveré a interrumpir y para no correr ningún riesgo.

No diremos nuestros nombres así, ni yo ni usted temerá que alguno divulgue lo que nos contemos.

Esta bien.

Desconocido: Bueno tenía yo una hermana a la que adoraba y a la que trataba como la niña de mis ojos.

También lo era para mi padre, en mi familia éramos tres mi padre y mi hermana eran mi razón de vivir.

Nuestra madre tenía una complexión débil y después de que nació mi hermana menor unos pocos años después nuestra madre murió.

Mi padre adoraba a mi madre y al morir pensé que no lo soportaría, sin embargo, no solo soportó sino que mi hermana se convirtió en su nuevo motivo para seguir adelante.

No significa que yo no era querido por él, sino que mi hermana pequeña al ser lo último que mi mamá dejó en esta vida, era su tesoro.

Volcamos todo el amor que le teníamos a mi madre ahora en mi pequeña hermana.

Ella era dulce pequeña y adorable no se parecía nada a nuestra madre en realidad se parecía más a mi padre físicamente.

Sin embargo, su carácter dulce y cálido era el mismo que mi madre tenía.

Mi hermanita creció hermosamente antes de los 12 años, se comprometió con un joven muy acaudalado.

Pero al ser ella una pequeña niña hermosa dulce y muy querida por muchos y también al tener uno de los pocos prometidos más solicitados.

Despertó la envidia de una mujer malvada o en este caso de una niña malvada.

Yo no sabía, pero pasó mucho tiempo sufriendo del acoso de esta malvada mujer.

Primero fueron palabras hasta que llegó a ser agredida físicamente.

En una de esas agresiones fue empujada y mi hermana cayó y fue herida de gravedad tal vez pudo haber sido salvada.

Pero pasó bastante tiempo hasta que la encontramos para cuando logramos hallarla, había perdido mucha sangre y no pudimos salvarla, pero aun así pasaron varios días en agonía hasta que por fin pudo descansar en paz.

Antes de morir me dijo quién la había dañado, quién fue la responsable de la muerte de mi hermana.

Pero no término ahí, mi padre perdió las ganas de vivir poco tiempo después también él se fue con mi hermana.

Papá aun en su lecho de muerte me pidió perdón por dejarme solo.

También me pidió que siguiera adelante que era joven y la vida seguía para mí.

Lo que él no sabía es que de alguna forma también yo perdí la motivación para seguir adelante.

Pero lo había prometido entonces decidí buscar un motivo para seguir viviendo.

Y lo encontré, la venganza esa sería mi motivación.

Investigué todo sobre esa mujer que me quitó a mi hermana y descubrí que no era nada buena persona, sino la peor persona que hubiera pisado la tierra.

Y estuve seguro que no sería una venganza sino justicia no solo para mi hermana sino para muchas otras que también habían sufrido del acoso de esta persona, si es que se le puede llamar así.

Era una interesada que solo le importaba el estatus y también se creía muy hermosa y con eso creía tener el derecho de menospreciar a todos.

Fingí cortejarla, no voy a decir mi título noble, pero poseo un título noble muy alto y soy muy rico, justo lo que esa mujer ambicionaba.

Por lo mismo, por muy feo que hubiera sido, aún así ella habría hecho lo que sea para poder ser mi esposa.

Lo intento, sus planes eran drogarme con un afrodisíaco y luego meterse a mi cama para obligarme a casarme con ella.

Sabía de sus planes y los lleve a cabo pero yo no iba a ser la víctima.

Le pagué a dos hombres para que fingieran que habían pasado la noche con ella.

Hice que muchos presenciaran dicho acontecimiento, es decir lo que ella había planeado para mí se lo hice vivir a ella.

Y aunque no fue mancillada si perdió todo respeto y reputación.

Más adelante me enteré que ella y su madre habían planeado matar al hombre que la había criado.

Después de eso ya no supe más, no me interesa saber qué pasaba con ellas porque ya había obtenido mi venganza.

Liliana: No lo juzgó, cada persona reacciona de forma diferente frente al dolor.

Y por lo que dice de esa mujer al parecer realmente se lo merecía.