Reshiam

Reshiam

Capítulo 1: Redentor antes que sectario.

Un joven de cabello oscuro se metió en una cabaña bastante acogedora.

Una mujer pelirroja lo recibió con una sonrisa y se acercó con una taza caliente.

— Qué bueno que llegas, Zephir. Toma.

— Gracias — sonrió.

— ¿Cómo te fue?

— Bien, supongo... — dijo desalentado.

— ¿Pasó algo? ¿Volviste a discutir con algún compañero?

— No. Para nada. — el joven dio un sorbo — Estuve hablando con June y llegamos a la conclusión de que sería mejor abandonar la escuela e irnos a otra ciudad.

— ¿Cómo dices? — su tía lo miró estupefacta.

— Piénsalo bien, tía. Falta mucho para la graduación y yo necesito hacer mi vida.

— No crees que te estás apresurando. Tienes una vida por delante, Zephir. Tu mamá no me lo perdonaría, yo no puedo permitir que eches a perder tu futuro. Así que terminarás la escuela y después harás de tu vida lo que más te parezca, jovencito.

El joven puso los ojos en blanco y se levantó.

— Nos vemos más tarde.

Zephir se reunió con June. Los chicos conversaban sobre el mismo tema.

— Mi tía me dijo que no. De ningún modo va a dejarme hacer algo así y abandonar la escuela.

— Trata de convencerla, mis padres no tuvieron problemas. No estamos bien económicamente, así que no se negaron.

— Suerte la tuya, yo tendré que seguir en ese lugar por un par de años más.

June sacó de su mochila una botella de vidrio.

— Mira lo que tengo. No todo es malo, Zephir.

— ¿Dónde lo conseguiste? — tomó la botella y la observó.

— Bueno... Tuve que hacer algunas cosas para ganarla.

Zephir quitó el corcho y ambos se deleitaron con el olor.

— Debe tener al menos cincuenta años.

— Mi tía me matará. — El joven dio el primer trago.

— Déjame probar. — el joven escupió el contenido e hizo una mueca — Sabe horrible.

Zephir volvió a beber.

— Pensé lo mismo, pero te acostumbras al sabor. No es agua, June, debes saborearlo.

— Ni loco. Es asqueroso, pensé que era vino de moras.

— arrugó la frente — Ese cretino me vio la cara.

— Esto es mejor que un vino de moras, si no lo quieres, me lo quedaré.

— Adelante.

— ¿Quién te lo dio?

— Estaba ayudando a acomodar la mercancía en la tasca cuando encontré esa botella muy bien guardada. Creí que era una botella de vino muy especial y que por eso el dueño la estaba reservando.

— El líquido apenas puede apreciarse. La etiqueta solo tiene un símbolo, pero no dice nada más.

Ambos observaron el dibujo de una flor marchita dentro de un círculo.

— Ya me voy a casa. — June se puso de pie — Que disfrutes la botella.

Zephir lo miró burlón.

— Trataré de convencer a mi tía, pero no prometo nada.

— Siempre hay una segunda opción. Por ejemplo, escapar.

Tomó sus cosas y se alejó. Zephir caminaba a casa y observó a lo lejos un extraño coche, de este bajaron un par de personas encapuchadas y se metieron a un establecimiento. Sin darle más importancia, siguió su camino.

— ¿Escapar? Como si eso fuera sencillo... — se sentó en su cama y se quedó pensativo.

El joven vació su mochila y empezó a guardar algo de ropa, también una bolsita que tenía algunos ahorros.

Zephir abrió la ventana y se detuvo a pensar en las palabras de su tía.

— No puedo hacerle esto... — se detuvo.

Su tía llamó a la puerta y cerró la ventana de inmediato.

— Adelante.

— Zephir — Se acercó — No te escuché llegar. ¿Dónde estabas? — Su tía se percató del olor. — ¿Estuviste tomando?

— No... Bueno, sí, pero solo un poquito.

Ella arrugó la nariz.

— ¿Cómo es posible, Zephir? Seguramente haces lo mismo cuando estás lejos de mí.

— No, tía, es la primera vez.

— Yo sabía que June no era buena influencia. No verás más a ese muchacho y terminarás esa amistad.

— ¿Por qué?

— June no te aporta nada bueno. No me extrañaría que la idea de dejar la escuela haya salido de su cabeza. Pero se acabó.

— June es mi amigo. Mi decisión de dejar la escuela no tiene que ver con él.

— No voy a discutir por eso. Pero pondré fin a esto de una vez, seguramente estarás más seguro ahí.

— ¿Ahí dónde?

— Estuve pensando que sería buena idea enviarte a Ridantor.

— ¿Ridantor? — Su tía le entregó un folleto.

— Este lugar es muy seguro y aquí hay personas que se encargarán de apoyarte en tu formación y prepararte para conseguir un buen puesto en Reshiam. Estudiar aquí te servirá de mucho. — Se acercó al joven y puso su mano en su hombro. — Estaré orgullosa de ti, Zephir.

Su tía se quedó en sus pensamientos. Imaginaba a su sobrino en un puesto de gran posición.

— ¿Ya fuiste allá?

— No. Pero tengo ese folleto desde que eras muy pequeño y pensé que un día podrías animarte. Con todo lo que le dijiste hoy, pensé que podría ser de utilidad.

— Voy a seguir estudiando aquí también, tía.

— Pero tu futuro será prometedor.

Zephir se veía lleno de curiosidad. La información no era tan clara, pues tenía años.

— «No podré escapar, no podría» — el joven le devolvió el folleto — Creo que será interesante.

Zephir en compañía de su tía abordaron el autobús que los dejaría en la entrada. Al llegar, observaron las enormes rejas adornadas con bejuco y enredaderas. Desde ahí, ya se podía ver el enorme edificio.

Uno de los guardias se acercó.

— ¿Puedo ayudarlos?

— Oh, sí. Quiero hablar con el director.

— ¿Tiene cita?

— No. No tenía idea de que se necesitaba cita.

Zephir miró a su tía.

El guardia abrió la reja.

— Adelante. Si el director no está ocupado, quizá pueda entrar.

— Gracias.

Zephir y su tía caminaban hacia la entrada. El jardín estaba repleto de flores de distintos colores, formas y tamaños. Había demasiado silencio alrededor.

Las enormes puertas se abrieron y ambos se quedaron sorprendidos. El lugar se veía muy atractivo por fuera, pero por dentro lo era más. Los enormes candelabros y las pinturas abstractas en las paredes llamaron su atención de inmediato.

— Esperen aquí.

— Sí.

Zephir observaba detalladamente el lugar. En las paredes había muchos detalles simbólicos. Había una fuente con la figura de una mujer, estaba rodeada de flora.

— Este lugar es maravilloso, ¿verdad? — El joven giró la cabeza y observó a un hombre alto y delgado, que usaba una gabardina oscura y un sombrero de copa.

— Hola — sonrió.

— ¿Te vas a integrar al grupo?

— ¿Grupo?

El guardia se acercó.

— Pueden pasar.

— Gracias. Vamos, Zephir.

El guardia guió a la mujer.

— Suerte, Zephir.

— Gracias.

El joven y su tía entraron a la dirección.

— Buen día y sean bienvenidos al mejor colegio de Reshiam. Mi nombre es Shevon.

— Un gusto, director Shevon. Soy Roodee y él es Zephir, mi sobrino.

— Un gusto. Supongo que han venido con la intención de ingresar al joven.

— Así es.

— Bueno, hay un protocolo que debemos seguir. Uno de los puntos es asegurarnos de que el joven podrá llevar una sana convivencia aquí. Para eso se pondrá a prueba su rendimiento durante una semana. Después de eso, se decidirá si se queda o no.

— Entiendo. Estoy segura de que Zephir no tendrá problema.

— Bien.

— También necesito sus documentos y su historial familiar.

— Nadie en mi familia estudió aquí.

— Ya veo. No se preocupe, con los otros documentos bastará. Ahora — se puso de pie — Puedes integrarte al grupo de nivel uno. Desde hoy comenzará la prueba.

— Gracias.

Shevon sacudió una pequeña campanita y uno de los guardias entró.

— Lleva al joven con el grupo de nivel uno. Después le muestras su dormitorio.

— Sí. Acompáñame.

— Nos vemos, tía.

— Cuídate y no hagas travesuras.

— Claro.

El guardia guió a Zephir a su aula correspondiente.

— Joven Ank, ¿podría repetir el versículo?

El joven pelirrojo se puso de pie y acomodó sus gafas.

— "Cuando el sol amanece y la tierra florece, renace la vida con esplendor. En cada rincón se respira el renacer, y en nuestro corazón encontramos la fuerza para hacerlo también."

— Disculpe.

Todos voltearon a la puerta.

— ¿Qué sucede?

— El director me pidió que trajera a un nuevo alumno.

— Bien. — la mujer se puso de pie y se acercó al joven — Gracias, ya se puede retirar. — Soy la profesora, Shubara. Adelante. Chicos, tenemos a un nuevo compañero, así que denle la bienvenida. — miró a Zephir — preséntate.

— Hola, mi nombre es Zephir Cliffe y es un gusto estar con ustedes.

Los jóvenes saludaron desde sus lugares.

— Puedes sentarte donde gustes.

— Gracias.

Zephir se abrió camino entre los bancos. Una joven de mirada violeta lo miró fijamente. Zephir, algo nervioso, sonrió.

— Un enigma — dijo su compañera junto a ella. La joven continuó estudiando.

— Tenemos un lugar aquí, puedes sentarte con nosotros. — Un joven de cabello oscuro le hizo señas.

Zephir se acercó de inmediato.

— ¿Qué tal?

— Soy Willy y él es Obi — señaló al pelirrojo.

Zephir se acomodó junto a Obi.

— ¿Es tu semana de prueba?

— Sí, así es — sonrió.

— Este lugar te va a gustar. — mencionó Willy.

— ¿Ustedes también están a prueba?

— Yo sí. Obi ya es un alumno oficial.

— Se nota.

A la hora del almuerzo, los alumnos se acomodaron en el comedor.

— Recuerden agradecer por el día de hoy. — dijo la profesora.

— ¿A quién? — mencionó Zephir.

— A Jubileth, la diosa de la vida.

— ¿Este es un internado religioso?

— No como tal. Deberías saberlo, ¿no? — cuestionó Obi.

— Pensé que era un colegio como cualquier otro.

Los otros jóvenes se miraron.

— Ridantor es un colegio donde se forman los servidores de cada sitio en Reshiam. Incluida la casa real.

— Obtienes un buen puesto laboral.

— Algo así, mientras sobrevivas.

— ¿Cómo?

— No todos logran graduarse. Tendrás que esforzarte y demostrar que tienes lo necesario, debes encajar en alguna de las áreas.

— Eso no decía el folleto — lo sacó de su bolsa.

Obi lo revisó.

— No te preocupes, nosotros estamos en el mismo equipo desde ahora.

— Este folleto es muy antiguo. Seguramente ni habíamos nacido.

— Como sea. Ya estoy aquí.

Después de los alimentos, los alumnos fueron a guardar sus herramientas de estudio en sus respectivos casilleros.

— Es hora de descansar, al fin. Por un momento.

— ¿Tendremos clases más tarde?

— Sí, si el profesor está de buenas, sí — Willy suspiró.

— El profesor Tergan no es una mala persona. No hay nada que temer.

— Gracias.

Zephir volteó la mirada y observó a la joven de antes. Estaba guardando sus cosas y arreglando su coleta.

Tomó un libro y siguió de largo.

Willy se acercó y le puso una mano en el hombro.

— Olvídala.

— ¿Qué?

— Esa chica. No habla con nadie que no sea Velvet. Me sorprende que sea un blanco fácil. ¿Cómo le haces, Obi? — le dio una palmada en la espalda.

— Mejor no digas nada. — El chico se fue a su dormitorio.

El guardia llevó a Zephir a su dormitorio.

— No tendrás problemas aquí. Es todo de mi parte, buena suerte.

— Gracias.

El joven abrió la puerta y miró a su compañero con una sonrisa.

— Qué gusto verte de nuevo.

Obi se puso de pie y cerró el libro que estaba leyendo.

— También seremos compañeros de dormitorio.

— Así es.

Zephir abrió el armario y tiró su maleta adentro. Después comenzó a inspeccionar el lugar con la vista.

— Increíble, tienes este lugar libre de polvo. Sigue así.

El comentario le generó cierta inquietud.

Zephir se sentó en la cama de Obi y tomó su libro.

— ¿Qué es esto?

— Un grimorio.

— ¿Grimorio? ¿Sabes hacer magia?

— Algo, pero estoy aprendiendo.

— ¿Todos los alumnos tienen uno?

— Sí, usan un grimorio, pero no es igual a este. Lo que tienes en tus manos, es el grimorio de Winkle. Un hechicero que existió hace un par de siglos. Mi familia heredó este libro hasta llegar a mí.

— ¿El hechicero era tu abuelo?

— No. Pero el libro llegó a mi familia.

— Supongo que no deberías jugar con algo así y que tampoco se deberían enterar.

— No en el colegio. Es magia avanzada. Lo uso para guiarme.

— Entiendo. — Dejó el libro — No te preocupes, Obi. No diré nada.

— Gracias. — el joven sacó una libreta y se la entregó.

— Puedes tomar apuntes para que estés al tanto. Si tienes alguna duda, puedes decírmelo.

— Gracias, amigo. — abrió la libreta.

— Tienes que ir por tu tarjeta de identificación. Puedo acompañarte si quieres.

— ¿Cuál?

Obi le enseñó la suya.

— Es para identificarte dentro y fuera del internado. Así nos evitamos problemas.

— Oow bally Ike. Así que Obi no es tu nombre.

— No. Tengo tres nombres y por eso uso esa abreviación.

Zephir sonrió.

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Comments

Rosa Castillo Navarro

Rosa Castillo Navarro

Siento que estoy en el cine. Muy buena novela🤩

2023-10-25

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