CAPITULO XIX

NI AMIGO NI AMANTE.

Y el lunes entre renovado y sentí todas las  mirada en mi, como siempre. A insistencia de Marcela use un suéter cuello alto y manga larga negro con pantalones y chaqueta blancos. Me obligó a mirarme al espejo.

-¡Mírate! ¡detállate!-ordenaba-

Tenía razón, allí vi el cuerpo alto, atlético y joven de el hombre que nunca había visto. Bien vestido, formal pero juvenil.  Casi un desconocido para mí. Y me gustó ese hombre.

-Tienes razón – burlando respondí- ¡soy genio!  ¡soy hermoso! y ¡soy rico!  y hoy mismo – la amenace - vamos a la boutique y compras ropa para ti. Sino esta será la primera y última vez que me dejo vestir.

-El rico eres tu – respondió -no puedo darme esos lujos.

-Pero si puedes darte el lujo de exigir. Y yo de  obedecer. Te espero en la Editorial a las seis.

Le di otra mirada a la imagen y le sonreí. Desde hace tiempo rige mi vida, sofoco airado al dulce amante y al leal amigo. Y lo mire profundamente a los ojos y  me vi,  nunca he asesinado solo nos integramos en uno.

 Entre en mi oficina seguidos de Martin y la secretaria. Entre los tres revisamos el material que se fue y a las once ya estaba en sala de prensa. Continuamos revisando cinco carpetas que eligió Martin para seguimiento. Y en el mismo orden que trajo comencé a hilvanar las ideas mientras ellos investigaban. Toda la red El Silencio se abocó y de diferentes países con pruebas en mano me llegaban informes para enriquecer los  noticias. Me puse al día pasando los videos del último trabajo de las guerras A las doce vi el informe de los Andes Venezolanos y Aby mandaba su aporte. Me quede mirando sin abrir el archivo y me sobresalto la llamada.

-¿Vienes a almorzar? Marcela mostraba un plato grande con arroz, caraotas negras, carne mechada, tajadas y opcional con un huevo en la mano ( narraba).

Cerré la computadora y solo le dije:

-¡En diez minutos, el huevo a terminó medio, las tajadas bien maduras y limonada!

-¡Si señor! – respondió mi loca – como mande.

No solo recordé mi infancia. Sino que me acordé de Mariana. La dama con quien me inicio en el sexo. Allá en la finca de mi padre era cocinera  y lo preparaba una vez a la semana cuando se entero que me gustaba.

Y cerro el almuerzo con  albaricoques dulces y suave, su pulpa nadando en un almíbar suave y fragante.  Ayude a arreglar la cocina y me ordenaron.

-Deja eso y descansa.

- ¿Y tu?

-Ya estoy de vacaciones de la academia hasta enero.  No tengo mucho que hacer y puedo descansar toda la tarde. Ve. Te llamo en una hora.

Y la arrastre. La tire en mi cama. Le rogué:

-¡Deja todo eso así, duerme conmigo!

Y confiada se quito los zapatos. Fuimos al baño, nos lavamos y dormidos nos abrazamos.

Me despertó el celular y sentí su peso en mi brazo. Sus cabellos sueltos invadían mi cara y el calor de los cuerpo se fusionan y deje  que el teléfono sonará.

-¡A trabajar!- me apartaba – ¡tienes que proveer el pan!

-corta nota  -y llamando a Martin

-Voy bajando.

Me tenía una taza de café – la puse en la mesa y la empuje contra la pared, la amenazaba - ¡A las seis te espero en mi oficina! Ponte bella que  te voy a presumir.

Todo la tarde analizando datos de todas partes. En las redes no se duerme. En seis horas ya tenía en los archivos informes de  varios reporteros y de  varios lugares de diferentes usos horarios. Y junto con los administradores se armaban los artículos para someterlos a estudio por los editores jefes.

Nos comenzaron a llegar las editoriales de todas las administraciones y Aby solicitó una llamada y la atendí. El equipo de trabajo se marchaba. Solo Martin me esperaba.

-¡Hola! -saludaba-  ¿Como estas?

-Bien Aby. Me alegro que me hablaras. Te ves muy bien. ¿Como estas?  ¿Que es de tu vida? Llame a Madrina la semana pasada y te deje saludos.

-Me conto y se alegro mucho porque te vio muy bien. Es cierto estas cambiado, engordaste, me alegro mucho amigo. Y me dice tu mami que vienes para la fiesta de fin de año.

Y entraba Marcela a mi oficina con un vestido diminuto, el pelo recogido en un moño exhibiendo su cuello de cisne. Todas sus largas y doradas piernas expuestas al aire. Zapatos altos y contoneándose Parecía una modelo en pasarela y Martin me la estaba ligando.

-¡Alejandro, Martin no me deja entrar! – gritaba.

Y sonriendo los miraba. Y sentí que Aby me observaba.

-Perdona Aby te llamo mañana. Saludos a todos. Cuídate.

Y enfrente a los dos locos que ya llamaban la atención.

-¿Porque te vestirte así Marcela?

-Me dijiste que pusiera bella. No me veo bien

-¡No! no te vestiste, andas desnuda. Ese vestido no cubre nada.

 Y llega mi secretaria:

-No le creas Marce, estas muy guapa. ¡Van de copeo! ¡Que bien! Ven te maquillo,  falta un poco de color,  eres una monada y se la llevaba

¡NO! No, ella esta bien así. – la rescate – vamos.

Mientras caminábamos por el pasillo me calmaba. Y si estaba bella. Eso fue lo que le pedí

-Exageraste - la reprendí- Estas radiante y ahora tendré que andar alerta. Agárrate a mi brazo y desfilemos por todo el pasillo. ¿Quieres reírte? mírales las caras. Y sin más me limpio de la chaqueta algo invisible, ⁰aprovecho y me beso en la nariz. Por un momento me olvidé de donde estaba y la abrace, respondió pero comenzó a tratar de bajar su falda que subía y desnude sus hermosas piernas largas.

Comprar con una mujer no es fácil. Tres boutique y solo un vestido. Seguimos caminando. Hizo en una tienda bajar cinco tipos de sandalia y vi avergonzado que no compraba nada. Y nos cerraba la noche en el Málaga Plaza y recorrimos todas las tiendas, nos tomábamos algo y recordaba el vestido azul en la tienda tal y los zapatos y cartera que le gustaron de esta otra y así estuvo toda la noche comprando tres bolsas de ropa al gusto de los dos. Y vi otra faceta. No codiciaba ella admiraba igual una linda prenda o una flor o el perro. Solo se extasiaba. No le interesaba poseer. Pero se veía feliz y quería comprarle todo lo que me desfilaba. Y ella insistía en solo lo que necesitaba.  Parecía una flor blanca y pura de  olor exótico, alicorado y calido,  a el jazmín.

Más populares

Comments

Betty Saavedra Alvarado

Betty Saavedra Alvarado

Alejandro está celoso de Martin Marcela está bella el lleve de compras no quiere abusar de su generosidad el la quiere complacer

2023-12-11

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play