Capítulo 19

"Comencemos, querida", Laras dejó la computadora portátil sobre la mesa y la abrió. Tan pronto como Laras abrió la computadora portátil y sus manos tocaron el teclado... su aura cambió por completo. Los tres amigos que la rodeaban también lo sintieron. La mirada de Laras se volvió aguda y concentrada en la computadora portátil.

Alex, que veía trabajar a Laras por primera vez, estaba completamente hipnotizado. Los rápidos movimientos de las manos de Laras le impedían ver lo que estaba escribiendo. Alex se enderezó y se tapó la boca con ambas manos, asombrado.

"Increíble... esto es realmente increíble", dijo Alex en voz baja, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Bayu y Ellora se llevaron los dedos índice a los labios al unísono.

"SSSTTTTT", Alex frunció los labios espontáneamente.

Mientras tanto, Laras comenzó su contraataque. Su dirección IP nunca sería rastreada, la había enmascarado en el frío polo norte. Uno por uno, los atacantes de su sistema fueron neutralizados, derrotados.

Lejos de allí, algunos de los que intentaban atacar el sistema de Laras estaban furiosos. Sus ordenadores echaban humo negro y algunos incluso explotaron. Estas ratas no estaban jugando, incluso habían contratado a 5 hackers de diferentes países.

"Mierda, ¿quién es ella en realidad? ¿Por qué no puedo hackearla?", exclamó el hacker 1 desde Corea.

"¿Cómo pude perder? ¡MALDITA SEA!", gritó el hacker 2 desde Alemania.

"Impresionante, definitivamente no es una persona común. Su cerebro es brillante, quiero conocerla", murmuró el hacker 3 desde Japón.

"Mierda, ¿quién es esta persona? He intentado muchas veces romper sus defensas, pero siempre fallo. Y mi computadora es la víctima, aaarrggghhht", se lamentó el hacker 4 del mismo país.

"¿Cómo pude perder? Dios, preséntamela, quiero ser su discípulo", imploró el hacker 5 desde Tailandia.

"Listo", dijo Laras satisfecha, estirando su cuerpo levantando ambas manos por encima de la cabeza.

"Eres increíble, Ras, realmente... AAAARRRGGGHHT", Alex se levantó de un salto y gritó, agarrándose la cabeza y estrujándose el pelo con asombro y emoción al ver a Laras. Ellora y Bayu solo se rieron, viendo el comportamiento tonto de Alex.

"Entonces, ¿la hacker famosa en todos los círculos, la hacker impenetrable y de la que todos hablan en el mundo del hacking eres tú? ¿El Ángel Blanco?", preguntó Alex. Laras simplemente asintió con la cabeza. Se atrevió a admitirlo porque confiaba en las personas que su hermano había elegido. No eran personas al azar, seguramente habían jurado no revelar lo que veían u oían.

"Oh, ¡¡¡mierda!!! ¡ESTO ES UNA LOCURA! ¡Acéptame como tu discípulo, maestra!", suplicó Alex, dejando a Laras, Bayu y Ellora atónitos por lo que estaba haciendo. Alex estaba arrodillado, como los chinos cuando piden ser discípulos.

"¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! ¡Das vergüenza!", lo reprendió Laras molesta.

"Hablo en serio, Ras", insistió Alex, sin cambiar de posición. A Laras le incomodaban las miradas de la gente, así que finalmente asintió y aceptó la petición de Alex. Alex se levantó de inmediato, con una amplia sonrisa en su rostro. Saltó y gritó: "¡SÍÍÍ!". Laras solo negó con la cabeza.

Mientras tanto, Bintang, que los observaba desde la distancia, apretó los puños. Desde lejos, parecía que Alex le estaba declarando su amor a Laras y ella lo aceptaba. Doni, Satria y Ammar solo guardaron silencio y negaron con la cabeza.

Bintang abandonó la escuela con una ira ardiente, arrepentido. ¿Por qué se había dado cuenta de sus sentimientos ahora, cuando la chica que siempre le había prestado atención y le había hecho cumplidos ya había encontrado a alguien que la amaba? Su chica se había alejado de él.

Sus tres amigos suspiraron profundamente, porque lo que veían era lo mismo que Bintang estaba pensando. Para el caso, todos los estudiantes que los veían pensaban lo mismo.

"¿Deberíamos ir tras él?", preguntó Doni.

"Déjalo, necesita tiempo para él", respondió Ammar.

"Ayer lo rechazaba, ahora que hay alguien interesado, se pone celoso", comentó Satria.

Mientras seguían hablando, el ambiente se volvió repentinamente ruidoso. Era el sonido de las sirenas de la policía entrando en el recinto escolar. No era solo un coche, sino muchos. Uno de ellos era un furgón de policía con gran capacidad. Los estudiantes salieron corriendo de las aulas, curiosos por el alboroto.

Sí, después de terminar con los hackers que intentaban atacarla, Laras había enviado todas las pruebas a la policía.

Detrás de los coches de policía llegaron dos coches más, que Laras reconoció al instante.

Arjuna y Bima bajaron de sus coches y se acercaron a Laras. Laras sonrió, indiferente a que su identidad como hija del dueño de la escuela quedara al descubierto. Porque ellos SOLO SABÍAN que Arjuna era el dueño de la escuela. Sin saber QUIÉN era Arjuna en realidad.

Laras abrazó a su padre y a su hermano. Bayu, Ellora y Alex les estrecharon la mano y les besaron la mano a ambos.

"Estoy orgulloso de ti, hija mía, gracias. Incluso has resuelto este problema en un solo día, no ha llegado a las dos semanas", dijo Arjuna sonriendo.

"Quería seguir jugando un poco, papá, pero luego pensé: 'que se diviertan ellos, que sigan usando el dinero que no les pertenece'", respondió Laras.

"Estoy muy orgulloso de ti, si no fueras mi hermana, te convertiría en mi esposa", dijo Bima, y todos se echaron a reír.

Los policías que habían entrado en el salón salieron arrastrando a los implicados. Los culpables se sorprendieron al ver allí a Arjuna.

"Señor... Señor Arjuna, yo no estoy involucrado. ¡Por favor, suélteme!", suplicó uno.

"Señor, yo solo soy una víctima", dijo otro.

"Lo siento, señor, cometí un error", se disculpó otro.

Y muchas otras súplicas salieron de la boca de los implicados, pero Arjuna solo mostró un rostro frío.

"Tendrán que devolver el dinero que han malversado. ¿Un error que los llevó a la autocomplacencia? ¿Víctimas que los hicieron felices? No hay perdón para ustedes, todos sus bienes y activos serán confiscados para reponer los fondos que han utilizado. Disfruten de su estancia en la comisaría, allí se reunirán con las autoridades corruptas que han colaborado con ustedes", respondió Arjuna con firmeza.

"¡NOOOO... SOY INOCENTE!", gritó uno de los sospechosos, forcejeando y cogiendo el arma del policía que estaba a su lado.

Al darse cuenta de ello, Laras corrió inmediatamente, levantó la pierna y la dirigió a la mano del hombre. El arma que sostenía cayó al suelo. La cara de Laras se oscureció. Bima agarró rápidamente a su hermana. Temía que su hija perdiera el control y golpeara al hombre hasta la muerte.

Los rápidos movimientos de Laras sorprendieron y asombraron a todos los presentes. Pero también se sintieron aterrorizados por la expresión de su rostro. Al igual que los tres amigos de Bintang y el propio Alex, se quedaron boquiabiertos al ver que Laras podía tener una expresión tan aterradora. EXPLOSIVA.