Capítulo 14

"¿Llevas paraguas, Laras?", preguntó Kenan.

"Está en la mochila, pero prefiero usar el impermeable. Es lindo, adorable como yo", respondió Laras.

Laras cogió la mochila del asiento trasero y sacó el impermeable que había comprado unas semanas antes. Mientras paseaba por el centro comercial, sus ojos se posaron en un impermeable que estaba puesto en un maniquí. Era transparente, pero con líneas negras en cada costura. Parecía de dibujos animados, además tenía un compartimento para la mochila en la parte trasera.

Se puso el impermeable con una sonrisa radiante.

"¿Ves? Es lindo, ¿verdad? ¡Me encantan las cosas lindas como esta!". Kenan solo negó con la cabeza al ver el comportamiento de su hermana pequeña. Al poco tiempo, llegaron a la puerta de la escuela; la lluvia era bastante fuerte.

"Bima dijo que la persona que iba a investigar el caso de ayer vendría esta tarde. Se matriculará y verá cómo está la situación en la escuela. Así que esta tarde, vendrá a verte", dijo Kenan antes de que Laras bajara del coche.

Laras asintió y se despidió, besando la mano de Kenan como de costumbre. No preguntes por qué sus formas de dirigirse el uno al otro cambian, lo hacen según su estado de ánimo. ¡A veces es formal, otras veces informal!

...

"Buenos días, señor Jooo", saludó Laras al guardia de seguridad.

"Buenos días, señorita Laras. Gracias a Dios, lleva dos días sin llegar tarde", respondió el señor Jo.

"Claro que sí, señor Jo. Una chica guapa no debe llegar tarde. Para que su belleza no se desvanezca, señor Jooo. Mire, mi impermeable es lindo, ¿verdad? Adorable como yo", dijo Laras mientras giraba a derecha e izquierda.

"Señorita Laras, usted siempre está guapa", respondió el señor Jo con sinceridad.

Todo el mundo lo reconocía, solo que su comportamiento atolondrado a veces hacía que los alumnos se lo pensaran dos veces antes de acercarse a ella. Además, todos sabían que Laras era solo una persona de clase alta. Así que la veían como a una persona normal.

El largo cabello castaño de Laras estaba suelto, como de costumbre. No se olvidó de ponerse una cinta de tela amarilla en la cabeza. En su cuello también llevaba unos auriculares del mismo color que su cinta. Su rostro solo llevaba crema hidratante y sus labios solo bálsamo labial, pero aun así se veía radiantemente bella.

"Gracias, señor Jo. Ah, sí, señor Jo. Le he traído un sándwich y leche para desayunar", dijo Laras mientras le entregaba una pequeña bolsa de papel marrón.

"Oh, es usted muy amable, señorita. Casi todos los días me trae el desayuno. Gracias", respondió el señor Jo con los ojos vidriosos.

"De nada, señor Jo, no se preocupe. Además, a Laras le gusta traerle el desayuno. Usted es como el padre de Laras en la escuela", dijo Laras sonriendo, y se despidió para ir a clase porque la lluvia era cada vez más fuerte.

...

"La lluvia es cada vez más fuerte", dijo Bayu.

"Pero solo está lloviendo en un sitio, Bayu", dijo Laras, que ya había colgado su impermeable delante de la clase. Y ahora estaba sacando libros de su mochila.

"Sí, solo en un sitio, pero todos sus amigos la han seguido. No solo sus amigos, sino todo Shipuden", respondió Rudi, que estaba sentado en la fila de al lado. Se echaron a reír porque aún faltaban diez minutos para que sonara la campana. Todos aprovecharon el tiempo para repasar el examen de física del otro día.

"Entonces, ¿hay tres fórmulas de la ley de Newton, Laras?", preguntó Sukma.

"Sí, la fórmula de la fuerza de rozamiento, la fórmula del peso y la fórmula del peso específico", respondió Laras.

"Me mareo cuando se trata de tantas fórmulas. Solo me sé una fórmula de fuerza", dijo Tegar.

"¿Qué fórmula, Tegar?", preguntó Risma.

"La fórmula del estilo de vida. EV = DxP", respondió Tegar.

"¿Eh? ¿Qué es eso?", preguntó Ellora.

"Vamos, no lo entiendes. Dinero x Prestigio, no importa de dónde venga el dinero. Lo importante es que el armario esté lleno", respondió Tegar riendo y chocando los cinco con Reno.

"Tío, eres un caso", dijo Bayu.

Sonó la campana y la clase comenzó en silencio. Su audición se veía afectada por el ruido de la lluvia. Así que tenían que estar completamente callados para poder prestar atención a lo que les explicaba su profesor en la parte delantera de la clase.

"Bien, ¿lo han entendido todos?", preguntó el señor Dinar, el profesor de matemáticas.

Silencio sepulcral.

Ningún alumno respondió, y el señor Dinar interpretó que todos sus alumnos lo habían entendido. En ese momento, su clase estaba repasando el capítulo de las transformaciones, descubriendo el concepto de traslación.

"Como no hay respuesta, asumo que todos lo han entendido. En ese caso, voy a decir nombres al azar para que salgan a resolver el problema".

Las protestas empezaron a resonar en el aula. Su corazón latía con fuerza, aunque no el de todos. Pero los que no lo entendían, empezaron a entrar en pánico. El señor Dinar escribió el problema en la pizarra. ¡Zas! El sonido del rotulador se detuvo deliberadamente al final de la frase.

El punto A(2,3) se traslada con la matriz de traslación T(-3,4). ¡Determina la imagen de A!

"¡Regan!"

¡PUM!

"Mierda... ¿por qué tengo que ser yo el primero en pasar por esta prueba?", dijo en un susurro, pero aun así se levantó de su asiento.

Bayu, Ellora y Laras, que estaban sentados cerca de él, solo sonrieron conteniendo la risa. Al igual que los demás, se contuvieron de reír por miedo a que los señalaran.

"Regan, adelante, Regan", ordenó el señor Dinar de nuevo.

"S-sí, señor". Regan caminó lentamente, maldiciendo en su interior. ¿Por qué habían repasado física en lugar de matemáticas?

Regan cogió el rotulador del señor Dinar y se quedó mirando la pizarra. Levantó la mano, pero después de un minuto, su posición no cambió, se quedó quieto.

"¿Por qué te quedas ahí parado? ¿Lo entiendes o no?", preguntó el señor Dinar. Regan negó con la cabeza. El señor Dinar suspiró suavemente.

"Entonces, ¿qué sabes de las transformaciones?", preguntó de nuevo el señor Dinar.

"Optimus Prime y Bumblebee, señor", respondió Regan. Las risas de sus compañeros de clase estallaron.

"¿Crees que te estoy hablando de la película Transformers? ¡Vete a una esquina!". Con desgana, Regan suspiró y se quedó en la esquina de la clase, junto al escritorio del señor Dinar.

"¡El que sepa hacerlo, que salga!", ordenó el señor Dinar. Laras se levantó.

"No, tú no. ¿No hay nadie más?". Laras volvió a sentarse con el labio inferior fruncido tras ser rechazada.

"Mierda... Primero me rechaza mi futuro novio y ahora también me rechazan para resolver un problema. Qué mala suerte". Laras murmuró para sí misma. Bayu quería echarse a reír a carcajadas. Pero aún se preocupaba por su destino, no estaba preparado para que lo llamaran. Ellora se levantó y se ofreció, el señor Dinar asintió.

Después de tres minutos, Ellora terminó de resolver el problema.

"Sí, correcto. Vuelve a tu sitio". Ellora asintió y se dio la vuelta, volviendo a su asiento.

Sonó la campana, señalando el final de la clase.

"Haced los ejercicios de la página 67 a la 69 en papel cuadriculado y entregádmelos mañana. Formad grupos de estudio, podéis hacerlo ahora. Los profesores tienen una reunión, así que la siguiente clase es libre. Volved a vuestros asientos". Regan suspiró aliviado, el señor Dinar salió de clase.

"Las matemáticas son mi mayor enemigo", dijo Regan mientras volvía a su sitio. La mayoría de sus compañeros asintieron, de acuerdo con la afirmación de Regan.