Capítulo 13

Esa mañana, después de salir de la casa de Laura, Lucas simplemente pasó por su departamento para cambiarse de ropa, también recogió algunos documentos y se dirigió a la empresa. Al llegar a la empresa, Lucas saludó a los empleados mientras caminaba hacia su oficina.

Poco tiempo después, cuando Lucas ya estaba en su oficina, Daniel llamó a la puerta y entró, ya con prisa, por llegar a la reunión. Tan pronto como cruzó la puerta, su rostro cambió abruptamente. Se detuvo un momento, respiró hondo y miró a Lucas con expresión de sorpresa.

— Lucas, ¿qué perfume es ese? Reconozco este olor de alguna parte. — preguntó Daniel, curioso.

Lucas sonrió relajado al darse cuenta de que Daniel estaba intrigado.

— Ah, este perfume es de mi niña. Le encantan las fragancias suaves. — dice Lucas. — ayer después de salir de tu casa, fui a su casa y terminamos duchándonos juntas, todos sus artículos de higiene tienen estos olores suaves pero llamativos.

Daniel frunció el ceño, visiblemente perplejo. Se acercó a Lucas, analizándolo detenidamente.

— Pero Lucas, seguro que he olido este perfume antes... Es el mismo que solía usar mi exesposa. Es imposible. ¿Cómo puedes estar usando el mismo perfume que ella usó?

Lucas se rio levemente y trató de disipar la tensión en el aire.

— Daniel, créeme, es solo una coincidencia. Hay tantas marcas y fragancias disponibles en el mercado que es natural que algunas personas utilicen perfumes similares. — dice Lucas sonriendo.

Daniel pareció reacio a aceptar la explicación de Lucas, pero decidió no extenderse más sobre el tema. Después de todo, tenían una reunión importante a la que asistir.

Durante el trayecto hasta la sala de reuniones, Lucas pudo ver que Daniel seguía pensando. Intentó distraerlo hablando de temas neutrales, como el tiempo o los últimos resultados de la empresa. Pero, de vez en cuando, Daniel miraba a Lucas con expresión perpleja y volvía a pensar en la similitud del perfume.

Cuando llegaron a la sala de reuniones, Lucas intentó dejar atrás el tema del perfume y concentrarse en la presentación que tenía por delante. Era esencial que mantuvieran la concentración para asegurar el éxito del negocio.

Sin embargo, mientras Daniel miraba la pantalla de presentación, no pudo evitar pensar en el perfume de Lucas. Se preguntó si la coincidencia podría significar algo más profundo. Pero en el fondo sabía que su exesposa y Lucas no se conocían y que en realidad era solo una coincidencia.

A medida que avanzaba la reunión, Daniel se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo en pensamientos irrelevantes. Después de todo, la gente realmente podría usar el mismo perfume sin que eso signifique nada más que compartir el gusto por una fragancia específica.

Entonces Daniel dejó todo eso de lado y se centró en la presentación que hacía su amigo.

. . .

— ¡Creo que lo logramos! — dice Lucas emocionado.

— Espero que sí. — dice Daniel, también emocionado, sentándose al lado de Lucas. — Tu presentación fue genial. Si aprueban el nuevo producto y hacen una inversión, pronto comenzaremos la producción.

—Eso es lo que espero, amigo. — dice lucas. — Trabajé duro en este producto mientras viajabas y espero que lo aprueben.

— Será. Viste la expresión en el rostro de Rodolfo. — dice Daniel. — Parecía que le gustaba.

— Dios te escuché, amigo mío. — dice Lucas. — ¡Oh! Antes de que vayas a tu habitación, quiero decirte que Laura aceptó cenar en mi departamento para que os conozcáis.

Laura... ese nombre resonó en Daniel. Sabía que las personas podían tener la misma apariencia, el mismo perfume e incluso el mismo nombre, sin ser la misma persona. Sin embargo, el parecido entre la Laura de Lucas y su Laura era tanta que ya se estaba volviendo extraño.

— Está bien, esta noche, ¿verdad? — pregunta Daniel y Lucas confirma. — ¿qué horas?

— A las 7:30. — dice lucas. — Primero recogeré a Laura en su casa.

— Está bien, ahora voy a ir a mi oficina a firmar unos documentos y luego tendré otra reunión. — dice Daniel. — nos vemos a la hora del almuerzo.

Lucas asintió mientras veía alejarse a su amigo.

. . .

— Guau. Eres perfecto. — dice Lucas, viendo a Laura acercarse al auto donde él la esperaba.

— Gracias. — dice sonriendo. —Tú también eres perfecto.

— Tu amabilidad. — dice sonriendo. — ¿Dónde está Pedro? Pensé que lo íbamos a dejar en casa de Giovanna antes de ir a mi apartamento.

— Giovanna pasó antes con Héctor, su prometido, y se lo llevó. — dice Laura.

— Está bien, entonces vayamos directamente a mi apartamento. — dice Lucas sonriendo mientras abre la puerta del auto. — primero las damas.

Laura sonrió, acercándose a Lucas y dándole un beso en los labios antes de subir al auto. Lucas se da vuelta, se sube al auto de inmediato y se van.

El trayecto duró unos minutos, Lucas y Laura acabaron encontrándose con un poco de tráfico, pero nada que les hiciera llegar tarde o permanecer en la carretera durante horas.

—Por fin estamos aquí. — dice Lucas, abriéndole la puerta del departamento a Laura. — Siéntete como en casa.

— Gracias. — dice entrando y observando más de cerca el apartamento. La última vez que Laura estuvo allí, estaba demasiado concentrada en Lucas como para observar su apartamento con atención.

— Tu apartamento es hermoso. — ella dice.

— Gracias. — dice acercándose a ella y tomando sus labios en un beso caliente y lleno de deseo. — Extrañé mucho ese beso.

— Yo fui también. — dice Laura. — pero creo que será mejor que nos detengamos. Pronto tu amigo estará aquí y te estás... emocionando.

Laura dijo eso mientras sentía la erección de Lucas contra su vientre.

— Voy al baño. — dice lucas. — no tardo.

— Está bien, intenta controlarte. — dice Laura, lamiéndose los labios mientras su mirada se posa en el bulto en los pantalones de Lucas.

— Si sigues mirándome así, solo empeorará y no responderé por mis acciones. — dice Lucas, poniendo a Laura boca arriba y frotando su erección contra su trasero.

— Lucas... lo solucionará pronto. — dice Laura alejándose. Lucas sonríe con picardía y se marcha.

Laura lo ve subir las escaleras y sonríe al ver su musculosa espalda desaparecer en lo alto de las escaleras. Laura suspira y observa nuevamente la habitación a su alrededor. El apartamento de Lucas era muy bonito y elegante. Sabía que a Lucas no le gustaba mucho la ostentación, pero para ella, que no tenía tanto dinero para comprar un apartamento de ese tamaño, eso era demasiado ostentoso.

Sonó el timbre, sacando a Laura de sus pensamientos. Pronto caminó hacia la puerta para abrirla.

Cuando se abrió la puerta, Laura tenía una hermosa sonrisa en su rostro, sin embargo, poco a poco fue desapareciendo. No podía creer quién estaba en la puerta, cara a cara con ella.

— ¿Daniel?... — dice Laura en shock.

— Laura...

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