Capítulo 19

Laura estaba sentada en el sofá de la sala, con el teléfono en la mano, su corazón latía rápidamente, mezclándose con la ansiedad que recorría todo su ser. Laura finalmente se divorció, aún no oficialmente, ya que necesitaba entregárselo a Héctor para que él pudiera autentificarlo, pero aparte de eso, estaba libre.

Respirando hondo, Laura llamó a su novio. Mientras esperaba que se realizara la llamada, cerró los ojos y respiró hondo. Ella estaba feliz.

Después de tres tonos, respondió Lucas.

— Hola mi amor. — dice Lucas, al escuchar la voz de su novio, Laura sonrió.

— Hola amor. ¡Tengo una noticia increíble! — dice Laura emocionada.

— ¿Qué es? — pregunta Lucas con curiosidad.

— Daniel finalmente firmó el divorcio. — dice Laura sonriendo.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea y luego Lucas estalló en exclamaciones de alegría.

— ¡Esto es maravilloso, Laura! ¡Estoy tan feliz por ti! Por fin podemos empezar nuestra vida juntos, sin que ningún obstáculo nos frene. — dice lucas. — Ahora que ya no estás casado en el papel, en el futuro podremos casarnos.

Las palabras de Lucas solo trajeron más felicidad a Laura, provocando una sonrisa radiante en su rostro. Sintió como si le hubieran quitado un enorme peso de encima, llenándola de alivio y esperanza para el futuro.

— ¿Hola, estás ahí? — preguntó Lucas, devolviendo a Laura a la realidad.

Disculpándose por perderse en sus pensamientos, respondió con voz ahogada.

— Si estoy aquí. Perdón por la falta de respuesta, estoy emocionado por todo esto. — dice Laura, feliz y emocionada.

Lucas entendió la emoción de Laura.

— Yo entiendo. Este es un momento muy significativo para ti y estoy aquí para celebrarlo a tu lado. Ahora podemos planificar nuestro futuro juntos, sin más interferencias del pasado. — Dijo Lucas, haciendo que Laura estuviera aún más feliz y radiante.

Mientras hablaban de los siguientes pasos, Laura sintió que una verdadera felicidad inundaba su corazón. Sabía que no sería fácil empezar de nuevo, superar los obstáculos que el divorcio trajo a su vida, pero ahora estaba segura de que estaba en el camino correcto.

— Lucas, gracias por estar a mi lado durante este tumultuoso viaje. — dijo Laura, con lágrimas de gratitud corriendo por su rostro. — Me siento bendecida de haber encontrado a alguien tan especial como tú.

Lucas sonrió emocionado.

— El sentimiento es recíproco, Laura. Espero construir un futuro maravilloso con usted. Nada nos impedirá experimentar el amor y la felicidad que merecemos.

— Yo te amo Lucas. — dijo Laura alegremente.

— Te quiero mucho más, Laura. — dijo Lucas. — Quiero celebrar contigo. Ven a mi apartamento.

— No puedo, Pedro no tiene con quién quedarse. — dice Laura. — Giovanna viajó con Héctor a la ciudad vecina, no volverán hasta mañana.

— Tráelo contigo. — dice Lucas. — Trae algo de su ropa y la tuya también.

— Ok, empacaré una mochila con nuestras cosas. — dice Laura.

— Te recogeré, estaré allí en unos minutos. — dice Lucas y así finalizan la llamada.

. . .

— Buenas noches, mi amor. — dice Lucas cuando Laura se sienta en el asiento delantero a su lado, Pedro estaba en el asiento trasero en la silla de auto que Lucas compró especialmente para él. Laura llevaba una mochila con algo de ropa y la mochila de la guardería de Pedro.

— Buenas noches, mi amor. — dice Laura mientras se inclina y besa los labios de Lucas.

— Buenas noches, Pedro. — dice Lucas mirando el asiento trasero, viendo al pequeño sonreír.

— Buenas noches, Lu. — dice Pedro.

Entonces Lucas enciende el estéreo del auto y se dirigen hacia su departamento.

. . .

— Bienvenidos a mi humilde residencia. — dice Lucas, abriendo la puerta para Laura, Pedro estaba en brazos de su madre, mientras Lucas cargaba la bolsa con la ropa y la mochila de Pedro.

— No hay nada humilde. — dice Laura, Pedro mira todo con atención.

— Siéntete libre, pondré las cosas en mi habitación, Pedro puede dormir en la habitación de invitados contigua a la mía. — dice Lucas.

— Ok, ¿puedo encender la televisión para que Pedro vea unos dibujos animados? — pregunta Laura.

— Si puedes. — dice Lucas. — siéntete libre, es tu casa.

Entonces Lucas sube a su habitación y Laura deja a Pedro en el sofá mientras busca un dibujo, cuando lo encuentra deja a Pedro mirando el dibujo y se va a la cocina.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunta Lucas entrando a la cocina y abrazando a Laura por detrás mientras besa su cuello.

— Yo cocinaré para nosotros. — dice Laura. — perdón por tocar tu cocina sin permiso, ¿puedo cocinar?

— Ya te lo dije, amor. — dice Lucas. — Es tu casa, puedes hacer lo que quieras.

Laura sonríe, se vuelve hacia Lucas y besa sus labios con cariño.

— ¿Quieres ayudarme con la cena? — pregunta Laura.

— Sí. ¿Qué cocinarás? — pregunta Lucas.

— Estoy pensando en cocinar un risotto de gambas con verduras. — dice Laura.

— Así de fácil, puedo ayudarte a cocinar fácilmente. — dice Lucas sonriendo.

— Sabes cocinar, eres hermoso, elegante, tienes un toque que me calienta cuando lo recuerdo. — dice Laura. — ¿Qué defecto tienes?

— Tengo muchos defectos. — dice Lucas. — nadie es perfecto.

Laura estuvo de acuerdo y pronto empezaron a preparar cosas para cocinar la cena.

Laura empezó a sofreír la cebolla y el ajo en un poco de aceite de oliva, mientras Lucas lavaba los camarones frescos. A pesar del trabajo en la cocina, se estaban divirtiendo aprovechando el momento para intercambiar risas y cariño. Fue un momento único para ambos, una oportunidad de conectarse de una manera diferente, explorando una actividad que nunca antes habían hecho ambos, no juntos.

Con las verduras listas, Lucas comenzó a agregarlas a la sartén con la cebolla y el ajo, junto con los camarones, revolviendo suavemente para que se mezclaran los sabores. Laura, por su parte, fue añadiendo poco a poco el caldo de verduras, siempre removiendo el risotto para que quedara cremoso y lleno de sabor.

La cocina se llenó de un delicioso olor a especias e ingredientes frescos. Laura y Lucas se sentían cada vez más ilusionados con la idea de demostrar el resultado final de todo su esfuerzo y trabajo en equipo.

Mientras se cocinaba el risotto, disfrutaron de una copa de vino en un ambiente romántico. Lucas y Laura se abrazaron y besaron mientras intercambiaban cariñosas palabras.

Finalmente, al cabo de unos minutos, el risotto estaba listo. Laura colocó la sartén sobre la mesa.

— Hijo, ven a cenar. — dice Laura llamando a Pedro, quien tarda unos segundos, pero pronto aparece en la cocina.

Laura pone un poco del risotto en una sartén y empieza a enfriarse, luego empieza a darle de comer a Pedro. Lucas se sirve y empieza a comer mientras observa a Laura alimentar a su hijo.

— Aquí. — dice Lucas, llevando la cuchara con risotto a la boca de Laura, sin cuestionar, ella abre la boca y disfruta del delicioso sabor de la comida.

— Esto es maravilloso. — dice Laura.

— Somos buenos cocineros. — dice Lucas sonriendo.

El risotto era perfecto: cremoso, sabroso y con las gambas cocidas en su punto. Fue una auténtica explosión de sabores que los dejó impresionados.

Laura y Lucas se elogiaron por la deliciosa cena que habían preparado. Se dieron cuenta de que la experiencia de cocinar juntos no solo era una actividad divertida, sino también una forma de fortalecer su relación, aprendiendo aún más sobre los gustos y habilidades de cada uno.

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