Malcriada

Gabriele

Quedo mirando la limusina sintiéndome furioso con esa malcriada. ¿Es que acaso Leonardo no le enseñó a obedecer órdenes? Porque a mí sí que me enseñó.

Entro a la casa siguiendo a Anna quien acaba de subir la escalera en dirección a la habitación de Mía.

Abro la puerta con violencia.

–¿Quién mierda autorizó a Sofía a salir? –pregunto en un siseo.

–La niña Sofía no necesita autorización para salir, usted mismo me dijo cuando volvió a contratarla después de despedirla –dice mirándome seriamente–, que  accediera a cualquier petición que me solicitara, sin preguntarle.

Maldita sea.

–No me refería a que saliera de la casa.

–No especificó nada, señor –insiste mientras toma a Mía en brazos, quien está muy grande. Ha crecido mucho en estos últimos cuatro meses. Está preciosa. Sus ojos son enormes y su pelo rubio ha crecido bastante. Se parece mucho a Kate.

–No quiero que vuelva a salir nunca más sin mi autorización. ¿A dónde va?

–A una cita con un joven con el que ha hablado las últimas semanas. Estudiante de medicina, trabajador, muy buen partido si me pregunta, pero creo que no es italiano.

–¿Buen partido?

–Sí, la niña Sofía tiene que casarse pronto ya va a cumplir veintiún años, y sé que si Leonardo estuviese vivo ya la hubiese comprometido con alguien.

–No. Sofía no se va a casar y no va a salir de esta casa hasta que Mía ya pueda cuidarse sola.

Los ojos de Anna me miran con furia contenida. –No dejaré que le arruinen la vida a la niña Sofía. Yo sé lo que es ver como tu vida se te va de las manos mientras cuidas a un hijo que no es tuyo. Un momento eres joven con muchos pretendientes y al otro ya eres una mujer madura, sin oportunidad alguna de tener tu propia familia, y el niño que criaste como si fuera tuyo te trata como si fueras una desconocida.

Me quedo callado al ver a Anna hablándome con ese tono. Sé que no debería dejar que me hable así, pero no podría decirle nada en este momento.

–Me duele la cabeza –dice pasándome a la niña–. Ya que estás aquí deberías ocuparte de tu hija –agrega sin mirarme.

Le da un beso a la niña y sale de la habitación cerrando con un portazo.

Mierda, creo que la hice enojar.

Miro a mi hija, quien me observa con sus enormes ojos y antes de poder reaccionar comienza a llorar con todas las fuerzas de sus pulmones, herencia de su madre.

La alejo de mi cuerpo como si se tratara de una bomba, que es cómo se siente en este momento. Tiene muchas opciones disponibles para desactivarla, pero no sé cómo ejecutar ninguna.

La dejo en su cuna y le paso una especie de cascabel de gel, pero ésta lo tira lejos y sigue llorando.

Tomo mi celular y llamo a Sofía para que vuelva de inmediato, sin embargo no contesta. Intento una y otra vez y nada.

Reviso el pañal de Mía, pero por suerte está limpio. Si tiene hambre no sé qué le puedo dar, y estoy seguro que Anna no va a ayudarme hoy.

No puedo creer que después de estar cuatro meses lejos de casa, matando y torturando gente, tenga que regresar a cuidar a una niña, quien ni siquiera puede decirme qué diablos le pasa.

La tomo en brazos nuevamente y decido bajar con ella a la cocina, esperando que haya alguna empleada que pueda ayudarme, pero el lugar es un desierto. Es como si todas las mujeres de esta casa se hubiesen puesto de acuerdo para joderme el día.

Sobre todo ella.

Ella que ha permanecido en mis pensamientos sin pedir permiso durante todo este tiempo. Ella que me ha mantenido alejado de mi casa cuando muchas noches pude volver, pero no lo hice porque no quería verla, no quería volver a sentir lo que sentí esa noche que la tuve en mis brazos.

Abro el refrigerador y encuentro fresas. Saco una y la lavo y se la paso a Mía, quien de inmediato se la lleva a la boca y comienza a succionar el jugo con fuerza. Se come el tallo también, supongo que debí habérselo quitado.

Mientras sigo dándole fresas a Mía llamo una y otra vez al teléfono de Sofía, sin obtener respuesta.

Después de diez intentos más, llega un mensaje.

Sofía: ¡DÉJAME EN PAZ!

–Ojalá pudiera, niña –digo malhumorado–. ¿Tienes ganas de ir a dar una vuelta, Mía? –le pregunto a la bebé, quien me muestra la comida que tiene en la boca como respuesta–. Traeremos a tu niñera a la casa.

Esa mujer aprenderá a obedecer por las buenas o por las malas.

*****

Después de haber llamado a Matteo para pedirle la dirección, estamos por fin con Mía frente a un bar en el centro de la ciudad. El lugar está repleto.

Miro a mi hija quien está sentada a mi lado, sin silla, pero con un alzador. Le puse el cinturón de seguridad, pero estoy seguro que debo estar rompiendo un par de leyes hoy.

Bueno, lo hago a diario, un par más no es tan grave. Además, ningún policía detendrá al Capo de la Camorra, nos hemos asegurado de eso.

Mía comienza a gritar y a mover sus manos. Sigo su mirada y ahí está la malcriada esa, junto a un hombre, afuera del bar, bebiendo lo que parece ser una cerveza.

Sofía le sonríe como si fuera el único hombre en el mundo, y el imbécil le devuelve la sonrisa. Luego la acerca a él en un semi abrazo, manteniéndola bajo su brazo.

Pero qué mierda.

Espero que Sofía lo haga retroceder, pero en cambio le sonríe y se acerca más como la descarada que es. Conmigo también hizo lo mismo.

El imbécil aprovecha ese momento para besarla y todo se detiene por unos segundos.

La está besando fuera de un bar, en la calle y frente a mí.

Frente a mí.

Besa a esa malcriada que me pertenece aunque ella no lo sepa todavía. Me pertenece desde que puse mis ojos sobre ella.

–Es hombre muerto.

Reviso mi arma y salgo del auto.

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Comments

Olga Lopez

Olga Lopez

no lo dicho, como dice Gabriele es una descarada, así como lo hizo con el lo está haciendo con Adrián, pero ahora él pobre chico saldrá lastimado por qué Gabriele no lo dejará en paz,, y ella sabe que está enamorada del capó y lo peligroso que es meterse con el,, pero ahí a involucrar a este pobre chico,,😞😞🤨🤨

2023-10-30

87

Tatys Maramotti Silva

Tatys Maramotti Silva

A este gabito lo que le falta es que le metan una patada bien durooo por la boca y que le partan todos los dientes para que aprenda a respetar a ana, a sofia y a su hija 👊😡

2024-05-04

1

Tina Cachi

Tina Cachi

Jajaja le picó lo del beso jajajaj 🤣

2024-05-07

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