El sueño

Sofía

Me vuelvo a girar en mi cama por onceava vez, quizá más, sin poder conciliar el sueño. Tengo miedo de volver a dormir. Volver a soñar con él, con lo que hicimos en la cocina.

Hace menos de veinte minutos desperté agitada, era como si todavía pudiera sentirlo contra mi cuerpo. Como si estuviera conmigo. Una vez que logré tranquilizarme acosté en su cuna a Mía para poder dormir algo antes de su próximo biberón, pero mi cuerpo se ha rehusado a volver a caer en manos del imbécil.

Si soy sincera, creo que mi cuerpo quiere caer, pero mi mente no.

Furiosa me levanto y salgo descalza de mi habitación.

Otra noche sin dormir.

Paso a ver a Mía, quien duerme profundamente. Acaricio su barriguita y me inclino para besar su mejilla antes de salir de su habitación.

Camino por el pasillo tratando de olvidar el sueño y lo que pasó, pero sencillamente no sale de mi mente. Es como intentar olvidar una aterrorizante, pero a la vez buenísima, película de terror.

Y Dios sabe que me encantan las películas de terror, entre más sangrientas mejor. Después de todo pertenezco a la Camorra. O al menos papá lo hacía.

–¡AH, SÍ! –un grito desquiciado me hace saltar.

Los gritos siguen llegando y, como una polilla atraída a la luz,  me siento atraída hacia esos aullidos. Mis pies caminan hacia la fuente de esos sonidos, y cuando estoy fuera de la enorme puerta azul, entiendo.

Es el idiota teniendo sexo con una mujer.

Furiosa me giro para volver a mi habitación.

–Sí, así, más fuerte. Rómpeme, soy tuya  –grita la mujer, deteniéndome.

Los gritos siguen llegando y comienzo a sentir mi piel caliente, afiebrada. Toco mi frente y encuentro unas gotas de sudor en ella.

–Sí, sí, así, eres tan grande –gime desesperada.

Me afirmo en la pared al lado de la puerta con mi cuerpo temblando. Escucho los gruñidos del idiota, y la vibración de su voz recorre mi piel pasando por mi cuello, mis pechos, los cuales están hinchados y tan ansiosos por sentir sus manos nuevamente, que sin darme cuenta mis propias manos comienzan a acariciarlos. La vibración también se instala entre mis muslos, volviendo mis piernas inestables, tanto, que caigo al suelo, arrastrando mi espalda por la pared, sintiendo cada gruñido de él.

–Haz tu trabajo –ordena y todo mi cuerpo se eriza.

Los gruñidos de él suben en intensidad, y ansiosa presiono mis muslos mientras me muevo contra el piso buscando fricción.

Quiero, no, necesito sentirme tan bien como él. Necesito sentir lo que él está sintiendo en este momento.

Su respiración se altera y juro que puedo sentirla en mi cuello. La mía comienza a alterarse también, somos como un espejo. Mi pecho sube y baja, intentando buscar aire, pero no es fácil, es como si su mano estuviera restringiendo mi cuello nuevamente.

Maldición se siente bien.

Arrastro las uñas por mis muslos, sin dejar de moverme, sin dejar de sentirlo a mi alrededor.

De pronto un gruñido tan fuerte, que casi puedo sentir la pared detrás de mi espalda temblar, se escucha. Muerdo mis labios y lanzo mi cabeza hacia atrás cuando siento un calor recorriendo mi cuerpo que culmina entre mis muslos, sacándome un gruñido mitad bufido.

Mi cuerpo se relaja por fin. Estoy segura que podría dormir ahora. Me siento tan liviana, tan cálida, tan feliz.

–¿Sofía?

La voz me saca de mi burbuja y lucho por abrir los ojos. Mis parpados se sienten pesados, pero consigo abrirlos y puedo ver como sus ojos se van oscureciendo mientras yo intento averiguar qué está pasando.

–Maldita sea, Sofía –gruñe y puedo sentir un relámpago de placer quemando nuevamente mi piel.

–Me gustan tus gruñidos –susurro–. Ven aquí, por favor –lo llamo.

–Sofi, no estás siendo justa –se queja–. Esto no puede ser.

Sonrío. –No te preocupes por eso, estamos en uno de mis sueños. Se siente tan bien –digo mientras vuelvo a acariciar mis pechos.

–¿Qué pretendes, qué te folle aquí mismo en el pasillo?

–¿Sabes? Nunca he hecho eso, ¿es divertido? –pregunto.

–¿Eres virgen?

Me río. –¿Por qué lo llamarán así? No creo que ninguna mujer se parezca a la Virgen María antes de tener sexo, o a cualquier santa si vamos a eso. Es una palabra extraña. Virgen.

–¿Estás borracha? –pregunta en un siseo

–¿Borracha? No. Nunca he bebido en mi vida. Papá no me dejaría. Estoy durmiendo. Y no vale que en mi sueño te enojes conmigo. Y ya que estamos tampoco estoy feliz con tu actitud con la pequeñita.

–Sofi, ahora no –replica.

–Ahora sí –insisto y alcanzo a tocar la piel de sus muslos–. Ven aquí, conmigo.

–¿Fumaste hierba?

Sonrío. –No, papá me mataría.

–Leonardo está muerto.

Mi sonrisa se borra. –Lo sé. Hasta en mi sueño eres desagradable. ¿Por qué eres así? ¿Eres misógino o algo así?

–No lo soy.

–Nos odias a Mía y a mí. Y la pequeña te quiere, eres su papi.

–¿Y tú?

–¿Yo?, ¿yo qué?

–Mía me quiere, ¿y tú?

Niego con mi cabeza. –No puedo querer a un hombre como tú, que no quiere a su preciosa hija.

–Pero me deseas. Lo veo –contradice.

Miro su cuerpo excitado y muerdo mis labios. –Tendría que ser ciega para no desearte. ¿Quieres saber un secreto? Mi cuerpo te quiere cerca, pero mi mente no.

–¿Estás segura de eso? –pregunta acercándose.

–Sí, pero mi mente me traiciona, crea sueños tan vívidos. ¿Puedo tocarla? –pregunto mirando la evidencia de su excitación–. Es muy grande, justo como gritaba la mujer. Eres muy hermoso, aunque seas un imbécil –agrego sin poder evitar reírme.

Se acerca y se arrodilla frente a mí. Toma mi rostro y me obliga a mirarlo.

–Tú lo pediste, fierecilla –dice acercando su boca a la mía.

–Tienes los ojos más lindos que he visto en mi vida, como los de Mía –susurro mientras mis ojos se cierran.

–No ahora –escucho mascullar a alguien, pero ya estoy cayendo en la inconciencia nuevamente.

Que sueño tan divertido.

Más populares

Comments

Olga Lopez

Olga Lopez

no pues está chica salió más calenturienta que el mismo capó, mirá que sentir placer con sólo escuchar a la mujer gritar, pero sobre todo cuando se lo agarra para comprobar si es justo cómo decía la mujer está grande,, y como ella dijo es virgen pero no Santa,, jajajaja 😂, pobre capó te quedaste, con, ganas pues Sofía se durmió, 🤭🤭😂 jajaja

2023-10-29

113

Eva Madrueno

Eva Madrueno

19 años en la plena juventud con las hormonas a todo lo que da

2024-05-02

1

Yanet Cristina Vilugron Salazar

Yanet Cristina Vilugron Salazar

Upssss

2024-05-01

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play