Nunca fue mi padre

Durante varios días Leonel resistió la ausencia de Liliana, solo quería verla traerla de regreso, como fue que se equivocó tanto, perdidos en sus pensamientos se sorprende al ver un jinete con guardias llegando a la mansión, sí que baja para ver quién es, su sorpresa fue mayor al ver que era su padre.

-Duque, que sucedió dónde está su esposa.

-Ella murió

-😯 Que?

-Estoy cansado, hablamos luego.

Así sin más el padre de Leonel subió, entro a una habitación y durmió. Leonel solo se quedó confundido así que decide también dormir, aunque le es imposible al recordar a Liliana.

-Te extraño, tú también me extrañarás, 😔 quiero abrazarte y dormir a tu lado.

Leonel poco a poco se queda dormido, lo que no sabe es que Liliana es su habitación también piensa en él, mirando por su balcón lo añora y lo extraña

-Como puedo extrañarlo tanto, haaa

-Mi señora, usted está enamorada del duque

-😳En serio crees eso

-Señora, todavía lo duda, el señor la ama quizás no sabía cómo expresarlo, pero si el lo dice debe ser verdad, dele una oportunidad.

-Si, pero primero que este solo un tiempo, le servirá

-Y si se fija en alguna otra, señora el duque es muy guapo, de una posición envidiable, surgirán rumores cuando sepan que usted no está en el Ducado

-Si eso pasa entonces Leonel no me ama como tanto dice, si a la primera me engaña simplemente me divorcio y ya, sufriré, pero nadie se muere de amor, para los rumores a los empleados se les dijo que quería cambiar los muebles de la sala y renovar el gran salón, así oficialmente estoy de compras y visitando a mi familia.

-Bien señora quiere algo más.

-No ya es tarde ve a descansar, quiero dormir así que mañana yo te aviso cuando me despierte.

Liliana se alista para dormir, no sin antes volver. A pensar en él.

-Rayos!! Si lo extraño.

En el ducado pasaron algunos días, Leonel hacia su trabajo, salía y llegaba, al preguntar por su padre solo le decían que seguía en su habitación, Leonel se armó de valor para ir con él.

-Duque puedo pasar.

-Si, que sucede.

-Nada, quería ver cómo está.

-Bien, Leonel me han dicho que has hecho un buen trabajo te felicito, tu esposa no está en el Ducado que fue a la capital, ya pasaron más de dos años, por qué no hay niños en esta casa.

A Leonel le tomo por sorpresa su pregunta, él venía a verlo por qué no le dijo nada de su llegada y lo único que pregunta es por niños.

-Decidimos esperar, el motivo fue muy simple, el Ducado no tuvo una Duquesa desde que su hijo murió, mi esposa tomo las riendas del Ducado y le costó trabajo organizar todo desde cero, a mí también me costó, pero ahora ya está todo en orden los niños vendrán poco a poco.

-Bueno, eso espero.

-Duque que sucedió con la duquesa.

-Ella estaba enferma, intentaron tratarla, pero su enfermedad no tenía cura, murió y decidí regresar.

-No trajo sus restos para que esté en el mausoleo.

-No quiso, dijo que quería ser libre, que vería a su hijo en otra vida, solo pidió un deseo, dijo que si había otra vida poder estar con él, pero que a mí no quería verme nunca más, por eso no quiso que trajera su cuerpo, cuando yo muera estaré solo.

-Entiendo, lo siento, le doy el pésame, me retiro, que tenga buenas noches

El duque se quedó solo en su habitación, ahora estaba solo, Leonel nunca lo ha visto como un padre, siempre le ha llamado Duque.

Para Leonel la muerte de la duquesa no es tan relevante, ella jamás lo quiso y el tampoco sentía nada por ella, ver al duque solo hizo que sus recuerdos de su madre regresarán, por una parte, le alegra que Liliana no está y no pueda verlo, en estos momentos él se siente triste, los recuerdos de su madre en aquella casa pobre lo han invadido.

Los días pasaban, para Leonel tener a su padre ahí era incómodo , pero no podía correrlo, trataba de no verlo, pero tenía que desayunar con él, eso sí no podía evitarlo.

-Duque su padre lo espera para desayunar en la terraza, tiene invitados

-Que? Invitados?

Leonel bajo a la terraza, no le gustaba que su padre se metiera ahí, esa terraza la remodeló Liliana para ella, ahí toma sus alimentos y a él le gusta verla ahí, ahora hay gente extraña y eso le molesta.

-Buenos días.

-Oh, hijo mira te presento a mi amigo el conde Roberto y su hija Rebeca, él fue muy amigo mío en la academia, la señorita es su hija menor, pero toma asiento, el desayuno ya viene.

Ambas personas lo saludan con respeto, Leonel solo se extraña de verlos, sobre todo a la joven que sientan a su lado

-Leonardo tu hijo es igual a ti cuando eras joven, es un gran duque, el territorio está en excelentes condiciones

-Claro el estudio en la academia y sus notas siempre fueron excelentes, es amigo del príncipe Sebastián, que ahora vive en Orión.

-Tu hija también ha crecido bien, es muy bella, no lo crees Leonel?

-Hee, disculpe? No sería correcto alargarla, soy un hombre casado, lo siento pero tengo trabajo.

-Leonel no seas grosero por qué no vas a pasear con la señorita, ella está sana y sus hermanas han tenido hijos varones.

-Duque estoy casado, amo a mi esposa, no pienso faltarle a respeto solo por qué no está, señorita, conde buen día y disculpen.

Leonel sale muy enojado de la terraza, pero su padre va detrás de él, tampoco está conforme.

-Leonel, regresa debes asegurar a tu heredero, ahorita ya deberías tener por lo menos un hijo.

-Quién crees que eres 😡, acaso piensas que tomaré a esa joven para hacerla mi amante y mandarla a un barrio pobre a morir de hambre para después ir por un hijo, yo no soy como tú, jamás tendré un bastardo para que sufra lo que yo he sufrido.

-Leonel, yo no sabía, nunca supe que estaban ahí, cuando tu madre me dijo de su embarazo la mandé a una finca, dónde yo mandaba dinero, la persona encargada me traicionó y siguió las órdenes de la duquesa, tu madre pensó que la había abandonado, por eso me odio hasta su muerte, yo...

-Ja espera que le crea, mi madre me dijo que usted abusó de ella.

-Si, pero no de esa manera, abuse de su confianza, de su nobleza, ella era niñera de mi hijo, era hermosa y me mostró un cariño que jamás había sentido, se entregó ami, pero te juro que no la obligue, me sentía culpable y ella igual, mi esposa jamás me amo y yo a ella tampoco, cuando me enteré de la muerte de tu madre mandé por ti y a la persona encargada la mate con mis propias manos, por haberme traicionado.

-Porque nunca la visito, jamás fue a verla, ella realmente pensó que usted jamás la quiso, que solo la utilizo.

-Por culpa, yo suponía que ella estaba bien, cuando pedía informes me decían que ella no quería verme, incluso me dieron cartas en su nombre, dónde ella decía que no quería verme que no la buscará, fui un estúpido jamás tuve el valor de ir a verla.

-Esto no cambia nada usted jamás fue mi padre, no tiene derecho a meterse en mi vida, puede quedarse por qué no puedo correrlo, pero no sé meta entre mi esposa y yo, yo si amo a mi esposa y jamás pienso fallarle, ella es el amor de mi vida, la amo desde la academia, jure amarla ante el altar de los dioses y eso haré.

-Leonel, yo nunca pude demostrarte amor o Cariño, pero créeme cuando te digo que cuando supe de ti me alegre, las cosas no salieron como esperaba, quería darte lo mismo que tu hermano, pero mi esposa no lo permitió, supuse que si la obligaba sería peor para ti, cuando tu hermano murió y llegaste aquí le dije que no te molestará, al dejarte el Ducado me la lleven para que pudieras tomar lo que te corresponde.

-Al decirme esto que quiere que haga, si quiere que lo perdone yo no soy quien para hacerlo, la persona que pudo haberlo perdonado es mi madre, que murió sola en aquel barrio de mala muerte.

-Jamás me voy a perdonar eso, Leonel has cargado con mis culpas, nunca supe cómo tratarte, si te trataba con cariño pensarías que mentía, así que te trate con indiferencia para que mejor me odiaras.

-No lo odio, simplemente no me interesa que sea mi padre, no quiero su amor, solo le pido respeto al menos eso me merezco.

Leonel salió rumbo a su despacho, no sabía que hacer así que lo único que se le ocurrió fue salir corriendo, tomo su caballo y salió a todo galope con sus guardias.

Su padre solo despidió a sus visitas, no supo a dónde fue Leonel, pero después de un rato le avisaron que salió con rumbo a la ciudad.

-Este niño, salió corriendo en busca de la persona que ama, creo que él es más valiente que yo.

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