MI BRUJO AMOR
CAPÍTULO 1: PRIMER CONTACTO
Soy Darla, tengo 17 años, no soy muy agraciada, no muestro simpatía y todo se debe a que desde que tengo memoria, puedo ver espíritus, los siento, los escucho. Sueño presagiando cuando alguien va a morir, al tener contacto conmigo.
Siendo pequeña no podía entender lo que me pasaba. A la noche sentía que alguien se sentaba al borde de mi cama y murmuraba mi nombre. Dormía con una linterna, bajo la almohada y al iluminar nadie estaba. Otras veces me despertaba sin aire y sentía alguien sobre mí, pero no veía a nadie.
Hasta que tuve el primer contacto, cuando tenía 8 años, una noche que dormía y sentí un susurro, como si me recorriera un frío y de golpe me tomaron de los pies, sacándome de la cama.
- ¡MAMÁ..! MAMÁ...NO... AUXILIO!. Gritaba desesperada, aferrándome de las sabanas y la mitad de mi cuerpo suspendido en el aire. Mi madre ingresa golpeando la puerta contra la pared al abrirla de golpe y al encender la luz caigo de un solo topaso al piso. Nadie había ahí.
- HIJA... Tranquila... Solamente fue una pesadilla... Ven... Duerme conmigo. Y se acostó en mi cama, acunándome en sus brazos.
(¿Qué fue eso? ¿Cómo no había nadie? No lograba entenderlo, pensaba una y otra vez en lo que paso).
- Mami... Alguien me agarro de los pies. Le cuento aún temblando.
- Duerme tesoro... Únicamente fue un sueño... Fue lo que me dijo mi madre.
Dormí en sus brazos y al despertar escucho que mis padres discuten.
"¡Deja de protegerla!"..."¡Pasa algo malo con ella!". Escucho que mi padre dice.
"Es una niña"..."Tiene imaginación como todos los de su edad". Mi madre sollozando le responde.
Escucho que algo se rompe y mi padre se va golpeando la puerta.
- Mami... ¿Pasa algo?. Le pregunto al verla llorar.
- No nada tesoro... Prepárate para ir a la escuela. Me responde disimulando, al secar sus lágrimas.
En la escuela mis compañeritos me tratan de rara, no quieren jugar conmigo. Solamente tengo amigos imaginarios, como los llama mi madre a las presencias que siento y escucho.
Cuando mi madre va a buscarme, mi seño le pide hablar con ella un momento.
-Señora... Le quiero hablar de Darla... La maestra de plástica nos enseñó sus dibujos. Y le pasa unas láminas.- Como ve... Ella dibuja esqueletos... Muertos en sus tumbas... Y algunos que pareciera caerle la piel... Para su edad es... Muy morboso... Que dibuje estas imágenes. Le comenta la maestra.
- Son únicamente dibujos... Que me quiere decir con todo esto. Le responde mi madre, regresándole las laminas.
- Lo que le quiero decir... Es que asusta a sus compañeros de clases... Con los dibujos... Y a una compañerita la hizo llorar, diciéndole que sus padres morirán en un accidente de auto... Si ustedes no la envían con un profesional...
-¿La van a echar? Le pregunta enojándose mi madre.
- No podemos hacer eso... Tiene buenas notas... Y... Para la junta no hace nada malo con su peculiar forma de dibujar...
- Entonces ya no tengo nada más que hablar con usted. Concluye mi madre incorporándose y tomándome de la mano para salir del salón.
- Siga mi consejo... Termina por decir la maestra, al vernos marchar.
En casa esperando que mamá sirva la cena, puedo sentir una presencia, esta en particular me provoca terror. Veo como una sombra oscura deslizándose por las paredes. Pero donde está mi madre por alguna razón se va. Por lo que permanezco cerca de ella.
-Darla si vas a estar aquí... Me ayudas a poner la mesa. Me dice mi madre al verme a su lado. Solo asiento mirando al rededor, mi corazón late acelerado y me prendo de la mano de ella. - ¿Qué sucede hijita?... Toma estos cubiertos y colócalos en la mesa. Me dice y le hago caso.
En eso escucho que llega mi padre, es conocido el sonido de su auto. Lo estaciona, e ingresa a la casa.
-¿YA ESTÁ LA CENA MUJER?... TENGO HAMBRE. Vocifera potente mi padre.
- Si querido... Ya te sirvo. Le responde mi madre. Al sentarse en la mesa me mira de lado y no me dirige una sola palabra. Solamente me observa. Él nunca tuvo una muestra de cariño hacia mí, que yo recuerde.
- ¿Qué cocinaste?. Le pregunta a mi madre.
- Milanesas con ensalada. Le responde.
- Espero que te salgan bien esta vez... La otra vez parecían piedra. Le responde y se pone a comer ni bien le sirve.
Yo termine de comer y le digo a mi madre " Estuvieron muy ricas las milanesas mami".
- Gracias tesoro... Preparate para dormir. Y me despide con un beso.
A media noche me despierto nuevamente sobresaltada al sentir como si alguien se sentara en la mesa y decido ir a tomar agua a la cocina y veo como mi padre le tiene agarrada de los cabellos a mi madre y le dice:
- ¿Sera que soportas el fuego?. Estirandola hacia la cocina encendida.
-¿Qué te sucede? ¿Por qué haces esto? Le dice mi madre llorando.
-Ya se tu secretito... Se que esa abominación no es mi hija. Le responde mi padre. ("¿Qué quiere decir con eso?", pienso, no entiendo de que hablan)
-Estas loco... Es tu hija...No se que quieres decir. Mi madre sollozando le contesta.
Me da mucho miedo, pero no puedo dejar que la lastime, por lo que tomo un cinto y le grito.
-¡SUELTA A MAMI! Y le amenazo con el cinto.
-Ya despertaste a la niña. La reprocha a mi madre y la suelta de golpe.
- Tesoro ve a dormir solo es una mala pesadilla. Me dice mi madre y me acaricia la frente, bostezo y me alza en brazos llevandome a la cama.
Al otro dia me despierto, me siento confundida, no se si es de dia o de noche. ¿Qué paso?, no recuerdo mucho.
- Buen dia tesoro. Me saluda mi madre y me pasa un vaso de leche caliente.
Lo bebo a sorbos y comienzo a caer en cuentas que ahora puedo ver sombras negras y blancas deslizarse cerca, las puedo ver en mi habitación. Una briza fria roza mi piel y las ventanas estan cerradas. No comprendo esa sensación.
CAPITULO 2: COMUNICACIÓN CON LOS ESPIRITUS.
Paso el tiempo, trate de ignorar todo aquello como me aconsejaba mi madre. Pero un dia comencé a verlos, fue en el velorio de mi abuelo, él estaba parado cerca de mi madre, siendo que estaba en el cajon. Le quede mirando y me saludo. Nos acompaño al cementerio y vi muchos caminando por ahi.
Cuando notaron que le observaba comenzaron a seguirme y hablarme para que los ayude a terminar alguna tarea que los mantenía aqui entre los vivos.
Mi madre me pesco hablando y no habia nadie ahi, pero yo estaba parada mirando hacia arriba.
"¡No te puedo ayudar!...¡Soy muy chica!. Le respondía al espiritu de un anciano.
"Solo te pido que le avises a mi hija que el testamento esta en el baul negro de mi comoda".Me susurra el espiritu.
-Hija...¿ Con quien hablas?. Me pregunta mi madre.
- ¿No lo ves?. El abuelo de Lila. Me pide que le de un mensaje a su hija. Le respondo y veo que la expresión de mi madre cambia.
Esa tarde mis padres me llevaron a ver a una doctora, despues supe que era un psiquiátrico.
- Hijita debes quedarte aqui... Solo sera un tiempo. Fue lo que me dijo mi madre, una vez que hablaron con los que atendían ahi.
Estaba confundida y asustada, con 10 años no entendía porque me abandonaban en ese sitio. La profesional puso su mano en mi hombro y me dijo.
- Tus padres consideraron que lo mejor para ti es estar aqui un tiempo.
- ¿Por qué? Me porto bien... Hago mi tarea... Y ayudo en la casa. Le contesto sollozando.
- Pequeña... Aseguras que ves muertos... Que puedes hablar con ellos... Eso no es normal... Debemos averiguar que pasa en tu cabecita y cuando mejores, volveras a tu casa.
-¿ Podre ir mañana?... Le pregunto secando mis lagrimas. Ella sonrie y me mira fijo para responderme.
- Acompañame te enseñare donde dormiras y despues hablaremos de cuando regresaras a tu casa.
Nunca mas supe de mis padres, no vinieron ninguna vez a visitarme. Cai en la cuenta que me abandonaron. Por lo que este sitio ha sido mi hogar desde entonces. Me se comportar, no me muestro alterada, ni nada. Se que los que son asi, les dan electrochoques, le inyectan dejándolos como idos. Asisto a las sesiones sin falta, al principio aseguraba que lo que me pasaba era real. Pero me di cuenta que eso no me liberaria de aqui, por lo que empece a negarlo. Supe disimular lo que me pasaba. Y a medida que crecía descubrí que con tocar con la mano derecha absorbo el dolor de quien lo padece, aliviando su sufrimiento. En una sesion se me escapo al hablar con la especialista que me ha atendido todos estos años.
-Darla... ¿Qué tienes para contarme?... La ultima sesion me aseguraste que ya no ves espiritus... Pero una enfermera me aseguro que te vio hablando y no habia nadie. Me comenta la Doctora.
- No veo mas espiritus... Pero... Puedo curar dolencias. Le respondo evitando mirarla.
-¿Cómo lo sabes?. Me pregunta.
-La enfermera tenia dolor de espalda... La toque en donde le dolia y se le paso. Le conteste.
- No sera que tomo un analgésico. Me afirma.
-Senti el dolor... No podia pararme y ella me enseño a expulsarlo con Yoga... Pregúntele... No miento. Le digo indignada porque siento que no me cree.
- Debes tomar este medicamento para dormir... Se que te cuesta conciliar el sueño... Nos vemos en la proxima sesion. Me despide.
Como siempre soluciona todo con un medicamento, que no pienso tomar.
Un dia la Doctora en plena sesion veo que se descompensa, tomandose el brazo izquierdo y la toco con la mano derecha, puedo sentir como un calor que sube por mi mano y me recorre el cuerpo, me duele el estomago, tan fuerte que me dobla haciendo que caiga. La Doctora al recuperarse un poco, me mira asombrada. Y ordena a que me hagan un estudio completo, del cual sale que estoy muy bien. La enfermera que me atiende me mira preocupada, al no haber encontrado nada malo en mi estado de salud, me dice.
- Pequeña... Acuerdate de decir lo que te enseñe... Cierra los ojos y repite. Me recuerda, por lo que le hago caso y repito.
- Expulso todo lo malo.... Expulso todo dolor... Que nada quede en mi. Y despues de decirlo varias veces siento que me alivio.
- Muy bien... Ahora ya sabes, como hacer. Se retira y me deja descansar.
- Doctora. La llama la enfermera... Darla esta mejor. Le comenta.
- Es bueno escucharlo. Le responde.
- Deje que le diga algo mas. Le pide la enfermera.
- Si... Digame. Le contesta la Doctora.
- Yo creo en las habilidades de Darla... Hay pruebas... Que demuestran, que ella en verdad tiene poderes... Despues de lo que le paso con usted... Debe creer también. Le dice.
- No voy a negar... De que despues de tocarme... El dolor que sentia... Se me fue. Responde la Doctora.
- Entonces, si cree en ella. Dice la enfermera.
- Si... Pero debemos mantener en secreto lo que descubrimos... Sabes que si se enteran querrán hacerle estudios, como conejillos de indias... Ya demasiado sufrio, que la consideraran bicho raro... Y ser abandonada por sus padres aqui. Le advierte la Doctora.
- Si... Comprendo le responde la enfermera.
Despues de ese suceso, los que atienden el psiquiatrico ahora venian a mi, para que alivie sus dolencias, ya no ingerían ningun analgésico. Trataban de no sobre exigirme, porque eso me agotaba y me hacia mal.
Cuando algun pariente de ellos se le presentaba alguna enfermedad, en que no le daban esperanzas venian a verme y mantenían el secreto. Pero yo les aclaraba, que solo podia aliviarlos, debian tomar el remedio para curarse del todo. Porque si no lo hacian y querian que yo los cure de una. Me descomponía y no podia ingerir alimentos por varios dias, debilitándome por completo. Por lo que me cuidaban y mantenían en secreto mis habilidades.
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Comments
Adoración del Carmen Martinez sonni
wow está historia si q me gusta,,me encanta lo paranormal,,me atrapaste Autora 😀
2024-06-15
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Maria Elena Maciel Campusano
Interesante🤔🤔🤔
Pero por desgracia la gente le teme a lo desconocido y suelen satanizar a quien es diferente, sobretodo si es del tipo que ellos consideran sobrenatural.
Muy buena novela gracias Autora
2024-05-23
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