CAPÍTULO 12

Adele estaba sentada en la terraza de su habitación, disfrutando de una fascinante vista, pero la brisa, se sentía espesa, pues la brisa traía consigo un anhelo, como una emoción que hacía que su corazón se acelerara, con ese aire lleno de miedo que entraba por su nariz,

Adele buscó una frazada y la colocó sobre sus hombros, pues ella se negaba a entrar a la habitación, pues toda esa inquietud que sentía, aunque pareciera masoquista le encantaba, ella permaneció ahí acurrucada en un sillón hasta un poco más de medianoche, ¿estaba esperando algo?, talvez, ¿estaba esperando a alguien?, ella no tenía esa respuesta, ella solo se limitó a sentir, pero sabía que no podía permanecer a la intemperie, porque ponía en riesgo su salud, así que con un sentimiento de nostalgia, entro hasta su cama, pero dejo la puerta de la terraza abierta,

Oh Dios, hace aproximadamente diez años que no sentía esta emoción, creo que la última vez, fue cuando esperó un regalo de navidad de sus padres, aunque esto no era parte de las tradiciones rusas, pero sus padres la consentían,

Adele pensando en eso se quedó dormida, mientras que nuestro sexy nerd estaba en el avión, tratando de controlar sus latidos del corazón, pues al parecer, se estaba anticipando a esa lluvia de sensaciones que sentirá, cuando vuelva a encontrarse con esos ojos oscuros y esos labios seductores y atrevidos

Abdiel se sentía ansioso, nervioso, pero no podía negar, que en el fondo de su corazón había un rastro de felicidad, no era una felicidad de amor, era más una felicidad traviesa, porque él sabía que no podía amarla, no podía besarla, pero si podía verla, si podía espiarla, si podía discutir con ella, pelear con ella, lo que fuese con ella, serviría de aliciente para esa necesidad de tenerla cerca,

Aunque él tiene su plan trazado, para hacerse inmune a ella, él iba a ignorarla, él iba a enfocarse en sus secuaces y su corazón iba a ser cerrado, bajo llave,

Las horas transcurrieron rápido y eran aproximadamente las dos de la mañana, cuando Abdiel bajó del avión y subió a su camioneta que lo estaba esperando, su plan era llegar a su casa, descansar y mañana a primera hora estar en casa de su hermana

Pero él, le pidió a su chofer reducir la velocidad, cuando iba pasando frente a la casa de sus vecinos (su hermana), y Abdiel recorrió la majestuosa mansión con la vista, y le llamó la atención, que en la terraza de la habitación, que él ocupó cuando se alojó ahí, la puerta estuviese abierta,

Él se enteró de que cierta enfermera atrevida, se estaba alojando ahí, así que él lo interpretó como una señal o más bien como una invitación, así que decidió cambiar su plan, y ordenó a sus hombres qué detuvieran el auto, se quedó en la entrada y caminó, hacia el portón, como ya sus hombres lo habían anunciado con el personal de seguridad de la mansión le dieron acceso rápidamente,

Abdiel dejó su equipaje en la camioneta y sin pensarlo, se trepó con la ayuda de uno de sus hombres por esa terraza, aunque no tenía necesidad de hacerlo, porque las puertas estaban abiertas a su disposición y podía entrar por la puerta principal, pero esa era una hazaña que él quería cometer, pues él sabía, que cierta enfermera atrevida se había alojado en esa misma habitación, solo para provocarlo

Abdiel entró y aprovechando la oscuridad de la habitación, se acercó a la cama, con la intención de velar el sueño de la intrusa, pero no aguantó la tentación y se acercó, hasta el punto de tocar el bulto en la cama, pero su cuerpo se paralizó, cuando se percató de que solo había cobertores sobre las almohadas, y escuchó un ruido que venía de la puerta del baño, que se abrió para dejar ver a la enfermera con una sexy pijama de color rojo

Pero por suerte para el intruso, ella estaba media dormida, estrujándose los ojos, y Abdiel al darse cuenta, de que no habia sido descubierto, se agachó y en un impulso se metió bajo la cama

Adele sintió un perfume conocido y su cuerpo se estremeció, ella sabía que esta habitación estaba impregnada a su olor, pues ella usaba el perfume, que su nerd dejó olvidado y ella lo rociaba de vez en cuando, para aplacar su ansiedad y sus ganas de verlo,

Pero ella fruncio el ceño, ella no recordaba haberlo rociado esta noche, y su corazón se aceleró, pero ella debia admitir que esta noche, ella no estaba en sus cinco sentidos y era capaz, de que sí lo había rociado y no lo recordaba, asi que ella solo se acercó a la terraza, vio una vez más el paisaje y cerró la puerta, caminó hasta la cama y se acostó

Mientras tanto Abdiel, estaba inmóvil, pero sentía que su corazón estaba a punto de delatarlo, el quería salir y dejarse ver pór ella, quería que ella, se sintiera indefensa ante su presencia, pero ¿a quien quería engañar?, ella lo había dejado indefenso al presentarse frente a él, con esa sexy pijama, esa que dejaba ver sus largas y sexys piernas, y que tenía un pronunciado descote que lo dejaba ver gran parte de sus senos,

Abdiel cerró los ojos y pudo reproducir nuevamente la escena, lo único es, que su imaginación lo estaba torturando, pues en ese recuerdo, ella se paraba frente a él y dejaba caer su pijama hasta sus pies, dejando ver su cuerpo desnudo.

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