Capítulo 13. Ya no podía verlo.

Lewis sintió que era extraño.

Siempre tenía un sueño insondable de que había una mujer en el sueño, de espaldas a él, pero en cada sueño ella iba más y más lejos.

No sabía quién era ella, pero cada vez que hacía esto, dolía.

Al principio, pensó que era porque tenía miedo de perder a Helena, así que cada vez que despertaba de su pesadilla, la abrazaba con fuerza.

Pero el dolor, el vacío, era como una inundación que le impedía respirar.

Especialmente cuando vio la admiración no disimulada de James por Aleira ese día.

Cuando James trató de invitarla, tuvo la urgencia de negarse y esconderla.

Por eso fue tan impulsivo al buscar a Aleira.

Aunque ya no podía verlo, había una calma en ella que él nunca había visto antes.

¿Ese tipo de temperamento indiferente y poco dispuesto no se puede fingir?

Con ella así, no era de extrañar que James se sintiera atraído por ella.

Mirando las hojas de papel apiladas en la esquina de la cabaña, pensó en lo emocional y espiritual que había sido James cuando habló sobre las pinturas.

Sintió como si una bestia se hubiera topado con su corazón.

Se burló de ella con frialdad y la amenazó. Al ver lo asustada que estaba de ser agraviada, en realidad se sintió muy satisfecho.

Ella había hecho tantas cosas malas que él no la había castigado. ¿No debería escuchar lo que él dijera?

Finalmente, después de ver que Aleira había dejado en claro que no estaría de acuerdo con la solicitud de James, se fue satisfecho.

Fue a partir de entonces que sus pesadillas se hicieron particularmente frecuentes.

Cada vez que se despertaba en medio de la noche y veía a Aleira acostado a su lado, sentía que había caído en una tierra desolada.

Afortunadamente, Helena no notó nada inusual en él. Todos los días, ella presumía a algunas damas nobles sobre lo que había comprado hoy.

Él fue quien ayudó a cuidar de Helena, ella solo sabía cómo tomar el dinero, pero no sabía cómo administrarlo.

A veces, cuando miraba a la mujer frente a él, Lewis sentía una sensación de falta de familiaridad.

¿Cómo era ella antes de perder la memoria? Cuando estaba en el hospital todos le dijeron que ella era su amada mujer Helena, que Aleira había usado su poder para casarse con él a la fuerza y lo amenazó con la vida de Helena.

Los recuerdos le llegaron como cristales rotos, por un momento estuvo en trance.

Recordó tocar la guitarra una noche de verano y confesarse con una chica.

Esa chica era realmente hermosa. Cuando sonreía, era como si hubiera una galaxia entera en sus ojos azules.

Pensando en esto, Lewis no pudo evitar dejar escapar una sonrisa.

Pensó en otro episodio en el que había viajado con la chica y habían dejado sus recuerdos en un lugar extraño.

¿Pero no podía ver claramente la cara de la niña? ¿Era ella Helena?.

¿Pero debería haber recordado la cara? ¿Por qué la mujer era siempre vaga?

¿De repente, una escena pasó por su mente. ??

La noche de bodas ñ.

Estaba claramente adolorida, pero contuvo las lágrimas y lo llamó suavemente. Lewis...

Lewis hizo todo lo posible por ver su rostro, pero un dolor desgarrador le vino a la mente.

"¿¿Ah??" Estaba arrodillado en el suelo con dolor, como si innumerables pedazos de vidrio estuvieran a punto de salirse de su cerebro.

Apretó los dientes mientras el sudor del tamaño de un frijol caía al suelo. Sus ojos estaban nublados como nunca antes.

Helena, que acaba de regresar a casa, se sorprendió por esto.

Rápidamente corrió para ayudarlo a levantarse y preguntó preocupada: "¿Qué pasa? ¿ Lewis? ¿Pasa algo?"

Lewis negó con la cabeza, no queriendo recordar esas escenas aleatorias, forzó una sonrisa a Helena "Está bien ahora, es solo un dolor de cabeza repentino".

Helena dejó escapar un suspiro de alivio. "Me asustaste hasta la muerte. ¿Pensé que lo recordabas?"

Antes de que terminara su oración, el rostro de Helena se congeló.

"¿Recordar, si recordara no serias la más feliz, por recupera nuestros momentos juntos?" Lewis la miró con dudas.

"No es nada. ¡Solo lo dije demasiado rápido, lo dije mal, pero no importan esos viejos recuerdos, podemos crear momentos juntos!" Helena sonrió con aire de culpabilidad.

Lewis la miró a la cara y permaneció en silencio durante un rato.

Después de un largo rato, finalmente habló: "Helena, ¿por qué tienes un olor a humo tan fuerte?"

El rostro de Helena se hundió mientras tartamudeaba: "Tal vez es porque estoy demasiado preocupado por jugar en algún lugar".

Lewis asintió y no dijo nada más.

Sin embargo, había un rastro adicional de vacilación en sus ojos mientras miraba a Helena.

Helena lo ayudó a sentarse en el sofá y lo sentó, masajeando su cabeza con un gesto adulador.

Lewis cerró los ojos y relajó sus emociones.

De repente, como si pensara en algo, abrió la boca y dijo: "¿Recuerdas cómo nos hicimos novios?"

Helena estaba estupefacta, ella no sabía por qué él de repente le preguntaba sobre esto.

Afortunadamente, ella estaba en casa cuando él le confesó su amor a Aleira, por lo que vio todo.

En ese momento, estaba tan celosa de Aleira que se volvió loca de celos.

Un hombre perfecto como Lewis, ¿qué derecho tenía ella de tenerlo? Por otro lado, solo podía interactuar con personas normales.

Al recordar sus pensamientos, Helena puso una mirada amable y dijo con coquetería: "Por supuesto que lo recuerdo, ¡tocaste la guitarra abajo del balcón para mí es muy romántico!"

Al recordar la escena de entonces, Lewis se rió en su corazón.

Al ver que había logrado escapar, Helena rápidamente sugirió: "Creo que tú también estás muy cansado. ¿Por qué no nos vamos a dormir?".

Lewis asintió con la cabeza. Justo cuando estaba a punto de levantarse, de repente vio una marca roja en el cuerpo de Aleira.

Él frunció el ceño. "Helena, ¿por qué hay una marca roja en tu cuello?"

Al escuchar esto, Helena se sorprendió y rápidamente se cubrió el cuello, "¿Dónde?

Al ver su reacción, los ojos de Lewis se oscurecieron.

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