Capítulo 4. "Quiero tú cuerpo ..."

"¿Me estás amenazando?" El rostro de Lewis estaba oscuro cuando escupió algunas palabras, mirando ferozmente a Aleira.

Aleira lo miró sin miedo, "Tengo la capacidad de amenazarte, ¿no?"

"¿Crees que un solo contrato de matrimonio es suficiente para atraparme?"

"Sé lo que está haciendo y nunca nadie lo restringe. Incluso si se viera obligada a casarse conmigo, aún podría bloquearme en la entrada del Clan Harris y dejarme en un lugar donde nadie pueda verme. "

"Pero…" Cambió el tema de sus palabras y coquetamente jugó con el cabello en su clavícula. "Helena Black debería estar muy ansiosa por casarse contigo..."

"Yo también soy mujer. Sé lo importante que es un título, por lo que debe ser muy doloroso para ella ser una amante vergonzosa".

"¡Cállate! ¿Qué derecho tienes de hablar sobre Helena? Si no fuera por ti, ¿estaría ella bajo tanta presión? ¿Sabes que cuando el viejo maestro Harris no la reconoció, estaba tan triste que ella ¡quería suicidarse!" Lewis defendió con enojo a Helena, su tono lleno de defensa.

"Mira, soy tu esposa legal". Aleira sintió un leve dolor en el corazón, pero fingió ser indiferente mientras bromeaba.

Lewis respiró hondo y soportó la rabia en su corazón. Apretó los dientes y preguntó: "¿ Qué quieres?"

"Quiero tú cuerpo ..." Aleira no dijo su verdadero propósito, esperaba que quedando embarazada este lazo los uniera, pero ella no se atrevió a decirle a Lewis su plan el definitivamente se negaría. Ella lo había planeado desde hace meses había dejado de tomar los anticonceptivos pero el nunca había regresado a la villa hasta hoy el día de su cumpleaños.

"¡Ni siquiera lo pienses!" Como si hubiera escuchado una broma hilarante, Lewis inconscientemente se negó y miró a Aleira de manera extraña.

"¿Quién te crees que eres? ¿Qué calificaciones tienes para tomar mi cuerpo a voluntad?"

Aleira se congeló por un momento y luego resopló con frialdad, "Heh..." Soy la hija de la familia Black, ¿no soy digna? Entonces, ¿es esa zorra, Helena, es digna? "

Con un sonido "pa", la cara de Aleira fue abofeteada una vez más. Rastros de sangre se filtraron por la comisura de su boca.

Ella negó con la cabeza despreocupadamente, sacó la lengua y se lamió la sangre de la comisura de la boca. Cuando se combinó con su rostro exquisito, emitió una expresión abatida y estupefacta.

"Ya que no puedes soportar separarte de ella, deberías hacer todo lo posible para encontrar una manera de divorciarte de mí. Ahora que he presentado mis condiciones, depende de ti decidir si lo haces o no..." " Si no quieres, que así sea. Todavía estoy muy feliz de ser la señora Harris ". Aleira casualmente tomó una almohada y cubrió su parte importante mientras miraba a Lewis.

Será mejor que cumplas tu palabra. Te divorciarás de mí después de tener mi cuerpo hasta saciarte. Lewis vaciló un poco, queriendo probar el resultado final de Aleira: "Cuando llegue el momento, puedes irte de este lugar y nunca volver. Además, incluso no piense en tomar un solo centavo de la propiedad de la familia Harris".

"Trato."ALeira sonrió con encanto y le tendió la mano a Lewis, "Espero una cooperación agradable".

Lewis abrió la mano con desdén, "¡No me toques con tus manos sucias!".

Como si fuera una broma, Arieta se rió a carcajadas. "Será mejor que lo superes. Si quieres satisfacerme , no puedes dejar de tocarme..."

"No vayas demasiado lejos..." Lewis la fulminó con la mirada, pero antes de que pudiera terminar sus palabras, Aleira lo interrumpió con impaciencia, "Es mejor si no me dejas descubrir ninguna interacción íntima entre tú y Helena. si no, le digo al abuelo el viejo maestro Harris y que él se ocupe de esa mujer, oh…”

Mirando el rostro cada vez más sombrío de Lewis, Helena se atrevió a decir: "En realidad, esto también es para ayudarnos a divorciarnos lo antes posible. Si te hubieras cansado de la hermana mayor, definitivamente no habrías trabajado tan duro con ella".

"¡Creo que preferirías satisfacerte demasiado rápido!" La esquina de la boca de Lewis se curvó en una sonrisa burlona, "Eres solo una zorra que no puede ser tocada por todos, pero si yo tu esposo puedo satisfacerte para que no busques otros hombres lo hare por el honor de la familia Harris".

Al escuchar esto, el rostro de Aleira palideció, pero forzó una sonrisa: "Así es, señor Harris es alto y valiente, guapo, ¿quién diría que no al servicio de sexo masculino gratuito?"

Antes de terminar su oración, sintió una ola de suspenso cuando el hombre la llevó hacia la parte superior de las escaleras.

La exclamación involuntaria desapareció en el beso del hombre...

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