La Heredera

La Heredera

El inicio.

Hola, mi nombre es Samira Arismendi. Provengo de una de las familias más adineradas de mi país. Sin embargo, mis padres siempre me educaron con mucho amor y cariño, y estuvieron para mí siempre. Mi infancia fue muy feliz, no conocí la tristeza ni las desgracias. Tal vez, mis padres me sobreprotegieron. Pueden ser culpables de eso. Ya que soy muy confiada con la gente. Pero siempre me quisieron mucho y yo a ellos también los quise demasiado.

Por eso sufrí mucho más cuando se fueron de mi lado a consecuencia de un accidente, dejándome sola. Allí me di cuenta, que era la única heredera directa de los negocios y bienes de mi padre.

Cómo yo era muy chica, apenas 10 años de edad, un tío político, Félix Herrera, que estuvo casado con una hermana de mi madre, se encargó de dirigir las empresas hasta que yo cumpliera la mayoría de edad y obtuviera mi título universitario. Esas fueron las condiciones iniciales que planteó el abogado designado por mis padres para poder acceder a dicha herencia. Así que me dedique a estudiar, y mi tío se encargaba de las empresas y me proveía una mensualidad acordé a mis necesidades.

Tenía conmigo a mi niñera de toda la vida. Ella me cuidaba, y administraba mi mensualidad. Era como una segunda madre para mí, y luego paso a ser mi única madre. Le tenía un gran cariño y una gran confianza, y le contaba todos mis pesares desde que me quede sola en este mundo con ella como mi única compañía.

Mi tío Félix decidió que Ana, así se llama mi niñera, y yo, nos mudaramos a un lugar más pequeño, que se adaptará a nuestras necesidades. No me preguntaron, pero tampoco dije nada. No quería estar en esa casa tan grande, que me traía tantos recuerdos de mis queridos padres. Además era demasiado grande para Ana y para mí. Así que deje que mi tío se encargará de escoger el lugar y la fecha en la cual nos mudariamos, además que sería él quién pagaría el alquiler, por supuesto con dinero de mi herencia. Aún cuando, no me descontarían nada de mi mensualidad.

En la gran casa de mis padres se instaló a vivir mi tío con sus hijos. Ya que mi tía había muerto hacía varios años atrás y el estaba solo con sus hijos. Sin embargo de nuevo no me preguntaron si podían instalarse en la casa que fue residencia de mis padres.

Me fui dando cuenta que mi tío se iba apoderando de muchas cosas a mi alrededor, que antes pertenecían a mis padres y que ahora deberían ser mías. Sin embargo no me opuse a qué eso sucediera por mi corta edad, por la falta de experiencia y además de que muchas cosas pasaron muy rápido.

Y así fueron pasando los años. Ya había cumplido 15 años, y no había querido una fiesta. Aún cuando mi Nana me insistió que en este tipo de fiestas se debía presentar en sociedad a la quinceañera, ya que representaba un cambio en su vida, yo no quise una fiesta. Este cumpleaños en especial me recordó que mis padres estaban ausentes, que yo estaba sola. Y recordé tantas promesas que me había hecho mi madre sobre este día en particular, y que no se pudieron cumplir por la trágica muerte de ambos.

El día de mis quince años lloré mucho recordando a mis padres, y no quise salir a ningún lado.

Un mes después de mi cumpleaños número 15, recibí un correo electrónico de mi tío Félix que necesitaba hablar conmigo sobre un asunto importante.

*Que será?* pensé.

Y heme aquí en las empresas de mi familia, ubicadas en el centro de la ciudad. Sentada en la oficina que anteriormente ocupaba mi padre, y que ahora ocupa mi tío como Director general de las empresas. En ese momento sonó la puerta que luego se abrió y el ruido me sacó de mis pensamientos,

- Hola, tío. Cómo estás ? - le dije a mi tío mirándolo fijamente mientras sujetaba con fuerza el morral con mis cuadernos de estudio. Siempre le había dado un poco de miedo la forma en que su tío la veía.

- Hola, Samira. Cómo estás, sobrina? - le dijo Félix acariando su largo cabello suelto hasta la cintura color azabache, brillante. - Por aquí todo bien, en marcha como siempre. - le respondió él sentadose en su silla detrás del escritorio.

- Muy bien, tío. Aquí estudiando mucho para sacar buenas notas, según el acuerdo. - le respondió Samira sería.

- De eso quería hablarte. Aún no se ha leído el testamento de tus padres, y según el abogado debe hacerse en un año. cuando cumplas 16 años. -

Samira se le quedó mirando y dijo,

- Eso ya lo sabía, tío. - dijo extrañada - En realidad para que me llamaste? - le pregunte observando a mi tío.

- Quiero que hables con el abogado para que posponga la lectura del testamento otro año. Hasta que cumplas 17. Allí tendrás un poco más de experiencia. Habrás comenzado la universidad y podrás designar un guardián, tomando en cuenta tu experiencia hasta el momento. - dijo mi tío con una sonrisa.

- Es decir, me daré cuenta de que haces un buen trabajo y te asignare a ti como mi guardián. Eso es lo que me querías decir, tío? - le pregunte.

Mi tío sonrió, cosa que me asustó porque era una sonrisa malvada, o al menos así ella lo percibió.

- Claro, Samira. Solo si tú lo quieres. - me dijo y sentí muy feo en mi pecho. Entonces para no Llevarle la contraria, le seguí el juego.

- Está bien,tío. Debe ser muy pesado encargarse de todo. Mejor espero a graduarme para poder hacerme cargo de las empresas. Así que sí, le pediré al abogado que lo postergue un tiempo. Además total estoy bien así como estoy. No necesito tantas cosas. Y en este momento mi principal ocupación es graduarme y luego inscribirme en la universidad. - le dije con una media sonrisa. En realidad le seguiría el juego para saber que era en realidad lo que quería.

- Muy bien, mi niña. En una semana viene el abogado y podrás ir a la mansión a conversar directamente con él. - me respondió Félix sonriendo triunfante, porque accedí a nombrarlo mi guardián.... *Tal vez* pensé aún sin saber que hacer.

Hablé de otras cosas como la colegiatura y la compra de unos libros, y subirle el sueldo a mi niñera. Luego me despedí y salí de la oficina, cerrando la puerta detrás de mi.

*Qué querrá mi tío con esto?, ha logrado aplazar la lectura del testamento dos veces. Algo está pasando* pensé intrigada.

...........

Ella aceptó para no ir en su contra. No sabía cómo podía actuar si iba en su contra. necesitaba tiempo para saber que quería su tío. Además, aún no estaba preparada para enfrentarse a él y sacar los malos manejos administrativos de la empresa.

Aunque era obvio que su tío quería quedarse con todo, también era obvio que supiera lo que decía el testamento y por eso había seguido atendiendola a ella y a su niñera. Ahora tenía mucha curiosidad sobre que decía el testamento. Que sorpresa había dejado su padre en el mismo.

...........

Al salir de la empresa, Samira tomó un taxi y se dirigió a su departamento. Iba pensando que haría. *Por lo pronto esperaría que el abogado llegará para conversar con él y saber que estaba sucediendo* pensó.

Llegó a su departamento y entro con sus llaves.

- Hola - dijo mientras dejaba sus cosas en los muebles de la sala.

- Aquí en la cocina - dijo Ana desde la cocina. Asomandose por la puerta.

- Voy Nana. - dijo Samira acercándose a la cocina.

En la cocina Ana cocinaba. Samira entro revisando las ollas, y abriendo la nevera.

- Niña, espera que la comida está casi lista. - le dijo Ana dandole un golpecito en las manos - Dame unos minutos para servirte - le dijo.

- Nana, eso duele. - dijo Samira sobándose el dorso de la mano. - Además tengo mucha hambre. - le dijo Samira a Ana haciendo un puchero.

- Ya niña. Siéntate para servirte. - le dijo la niñera. Mientras Ana le servía grandes porciones de ensalada y puré de papas junto a una porción de pollo. Y en una tazita aparte le servía algo de arroz.

Samira agradeció la comida en silencio, y comió disfrutando cada bocado.

Ana se sentó frente a ella, observandola mientras comía.

La había criado desde bebé, desde que su señora quedó embarazada y ella la cuido para que todo saliera bien. Y luego la cuidaba para que la señora descansará, y poco a poco sus responsabilidades con Samira fueron creciendo, mientras su señora se iba incorporando al ambiente laboral nuevamente, ya que ella y el señor, el padre de Samira, trabajaban juntos. Llegó un momento en que Ana se convirtió en su niñera, la cuidaba por las tardes y vigilaba su sueño. Iba a la escuela en las mañanas, y su madre la iba buscar.

Y ahora ella era la madre adoptiva de Samira. Luego que pasará ese terrible accidente donde los padres de Samira murieran.

De allí en adelante no la había dejado ni un momento a solas. Le dió todo el cariño y el amor que solo una madre puede dar.

...........

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Comments

Concepción Rivero

Concepción Rivero

eres muy inteligente niña a esa edad no tiene alternativa q ver que pasa con ese tío ambicioso con tu herencia y ojalá no quiera robarte y ser un psicópata en tu vida excelente inicio 👀🤔

2024-07-09

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Concepción Rivero

Concepción Rivero

primera vez que te descubro autora me atrapó la imagen de la trama se culta misterio en la historia y ese tío lejano tiene sus secretos ocultos y gracias por compartir tus talentos por está apps noveltoon 👀🤔👍

2024-07-09

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Esther Villatoro

Esther Villatoro

Díos mío será q el tío mató a sus padres y en verdad él la quiera como mujer ojalá ella sea más inteligente 🧠 y lo descubra sus malas intenciones más q la quiere robar su herencia 😡👀👌muy linda la obra

2024-07-08

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