La pequeña mesa delante de los cuatro individuos en el restaurante de comida rápida estaba ahora cargada con una variedad de comidas contundentes y ligeras, más de la mitad de las cuales habían sido ordenadas por Tama.
Él se lanzó de inmediato a devorar la abundancia ante él sin demora, mientras los demás comieron solo un poco.
"¿Cuánto falta para llegar a la casa de tu familia, Riko?" preguntó Alda, su curiosidad había sido despertada.
Estaba curiosa porque habían estado conduciendo durante toda la noche, y a una velocidad vertiginosa sin descanso.
Si no fuera por esta área de descanso, su automóvil bien podría haberse quedado sin combustible en el camino.
"Estamos cerca, ¡solo faltan un par de horas más!" Riko respondió despreocupadamente.
Dion solo tomó café y luego salió con dos juegos de llaves de automóvil para llenar sus vehículos con combustible.
Mientras tanto, los demás permanecieron sentados en la tranquila atmósfera del restaurante de comida rápida, a diferencia de Tama, quien aún estaba absorto en su comida.
"¡Oye, esto está delicioso! ¡Prueba un poco, Alda!" exclamó Tama.
Rápidamente le ofreció un gran trozo de asado al plato de Alda, y, aunque reacia, Alda lo aceptó y se lo comió.
"Sí, ¡está realmente tierno!" comentó Alda después de terminar el trozo que Tama le había ofrecido.
Charlaron mientras comían, hasta que finalmente Doni regresó.
"¡Continuemos el viaje! Los autos están más frescos y los tanques están llenos", anunció Dion después de sentarse.
"Tía, tendré tres más de estos, por favor, rápido" Tama solicitó, claramente adicto al asado del restaurante de comida rápida.
"¡Enseguida, señor!" respondió rápidamente la camarera de mediana edad.
A regañadientes, los cuatro terminaron esperando debido al pedido de tres porciones más grandes de asado de Tama, lo que les causó un retraso significativo.
Después de que todo estuvo resuelto, Riko se encargó rápidamente de la cuenta.
El grupo luego reanudó su viaje hacia la residencia de la familia Setiadi.
Después de otras tres horas conduciendo por colinas y carreteras empinadas, finalmente llegaron al pie del monte Tambara.
La montaña, una de las más altas del país de Trukotan, marcaba la frontera entre la Ciudad Esmeralda y otras regiones del este.
Sin embargo, la atmósfera era tranquila y el aire de la montaña era fresco, especialmente porque todavía era temprano por la mañana.
A lo lejos, se veía una gran puerta con un letrero que proclamaba "Área restringida", porque la región pertenecía a la familia Setiadi.
Aunque la familia era reclusa, no estaban completamente aislados, ya que interactuaban con el mundo corporativo, pero solo unos pocos los conocían.
Al cruzar la gran puerta, Riko bajó la ventana del asiento del pasajero delantero y fue reconocido de inmediato por el guardia de la puerta.
"¡Bienvenido de vuelta, joven maestro!" el guardia saludó respetuosamente.
"Sí..." respondió Riko casualmente.
No le gustaba que lo llamaran "joven maestro", pero lo aceptaba como una forma de respeto hacia él, lo que le dejaba impotente para cambiarlo.
"¿Quieres un poco de este asado, joven maestro?" Tama bromeó, usando el título.
"Silencio, o meteré mi mano en tu boca para que no puedas comer nunca más", amenazó Riko.
Su amenaza estaba destinada a silenciar a Tama, quien de los cuatro, era el más rápido en perder la paciencia, actuando de manera infantil a pesar de ser el mayor.
"¡De acuerdo, joven maestro!" Contestó Tama antes de callarse y continuar su comida.
A pesar de su voraz apetito, el cuerpo de Tama era atlético, ya que convertía todas las calorías en fuerza para pelear de manera única.
Cualquier técnica que empleara, solo Tama podía hacerlo.
Pasando bajo la alta puerta, condujeron más adelante hasta llegar a una imponente pero pintoresca mansión.
La mansión estaba rodeada de altísimas columnas doradas, en marcado contraste con los techos de tejas rojas brillantes que eran altos y se extendían lejos.
El monte Tambara formaba un fondo majestuoso para la impresionante estructura, sumándole serenidad a su grandeza.
El regreso del joven maestro creó un gran revuelo esa mañana, reuniendo a todos los miembros de la familia Setiadi en el salón principal.
El salón principal era inmenso, y al entrar Riko, fue recibido por el actual jefe de la familia Setiadi junto con otros parientes. Los ancianos de la familia ocuparon los lugares de mayor honor.
¡Era el abuelo de Riko Setiadi, Ken Setiadi!
Alda y los demás, aunque se sintieron un poco incómodos, también fueron recibidos con calidez, transmitiendo una armonía genuina dentro de la familia Setiadi que no era forzada.
Desde la perspectiva de Alda, esto despertó un sentido de admiración por los Setiadi, en contraste con su propia familia Button que, lamentablemente, se encontraba envuelta en luchas internas hasta el punto de fratricidio.
Riko saludó al estilo marcial de la familia Setiadi.
"¡Querido nieto, quiero ver qué habilidades has adquirido después de más de una década de ausencia!" declaró el patriarca de la familia Setiadi, Ken Setiadi.
"¡Por supuesto, hermano mayor, estoy de acuerdo!" dijo con orgullo.
Estaba seguro de sus habilidades actuales, la única preocupación era que no quería enfrentarse a Alda, a quien estaba seguro de que perdería.
"Dendi, adelante!" Ken Setiadi dirigió a su guardia más fuerte.
Dendi no era solo un guardia, ya que Ken Setiadi también era un combatiente altamente habilidoso.
Pero antes de que Dendi fuera derrotado, Ken no participaría personalmente en el conflicto.
Silbido... Thump!
Dendi saltó ágilmente y aterrizó con un golpe sordo en la arena de combate en el centro del salón, una demostración deliberada de su formidable destreza en combate.
Con calma, Riko subió al estrado y adoptó su postura de lucha.
"Hmm, ¡una postura excelente!" Dendi elogió a Riko.
"¡No te contengas, Dendi!" instó de nuevo Ken.
"Sí, maestro Ken!" respondió Dendi respetuosamente.
Mientras estaba cerca del asiento más alto, un hombre de mediana edad, el actual jefe de la familia y padre de Riko, simplemente observaba en silencio, anticipando el combate.
"¡Comiencen..!" anunció el árbitro designado.
Silbido... Tap, tap, tap..!
Dendi se movió en un patrón zigzag a alta velocidad hacia las defensas bajas de Riko.
¡Bammmm..!
Con una poderosa patada, Riko envió a Dendi volando fuera del área, este último escupiendo sangre mientras era lanzado.
Riko permaneció de pie, su pierna aún levantada en el aire.
Prok..Prok..prok..!
Un fuerte aplauso resonó en todo el gran salón.
Alda se quedó boquiabierta ante la exhibición. Esperaba un enfrentamiento épico pero se encontró con un solo movimiento decisivo.
El patriarca de la familia Setiadi quedó impactado por el movimiento de Riko; la liberación de la patada había sido invisible, con Dendi enviado volando antes de que Riko retomara su postura. Para un ojo no entrenado, parecía como si nada hubiera sucedido.
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