Capitulo 1

Era un día como cualquier otro con una ligera y simple diferencia, alguien había llamado al timbre.

Para una persona normal esto no sería raro puesto que recibir visita en casa era usual, pero cabe recalcar que el termino normal no aplica fácilmente conmigo, puesto que hace un par de meses dejé de trabajar y de mis conocidos no había nadie que tuviera la paciencia de venir a mi casa solo para regañarme por el desorden.

Pero ahí estaba, un chico que parecía traer el correo gentilmente me pidió que firmara para recibir mi paquete y ahí también estaba yo, firmando para que el chico gentil (aunque molesto de todas formas) se pudiera ir rápido.

Mientras esto ocurría me di en cuenta que no había pedido ningún envío por paquetería y le pregunté al chico quien me envió el paquete, pero solo respondió que él no sabía a quién o de quien estaban dirigidas las entregas y solo se encargaba de realizarlas.

Una vez pasada la conmoción volví a cerrar la puerta y como no tenía nada que hacer decidí abrir aquel misterioso paquete entregado hace apenas un momento y proveniente de quien sabe donde.

"Parece no tener remitente, pero tampoco espero que me envíen una bomba por paquetería"

Me reí de mi propio mal chiste dicho solo para mi.

Vaya sorpresa que me lleve pues resulta que dentro del paquete si había una.

De repente, Negro.

Al empezar a recuperar la conciencia me di en cuenta que estaba bajo un techo desconocido y blanco, lo primero que pensé fue en el hospital, supuse que la bomba solo me causo un susto y de la impresión termine desmayándome puesto que no sentía dolor de ninguna parte del cuerpo, justo en ese momento escuche una voz desconocida.

"Vaya parece que despertaste"

Me dijo un hombre de tal vez unos 20-25 años, al ver mi confundida expresión el hombre continuó.

"Lamento darte la mala noticia, pero el paquete que recibiste en casa al parecer era una bomba que explotó y causó tu muerte"

"!¿EEEHHHH?!"

Al parecer mi reacción le causo algo de gracia, pero al ver mi cara inmediatamente se puso serio y me pidió que pregunte lo que necesite.

La primera pregunta fue muy simple y directa.

"¿Quién eres?"

La respuesta fue tan simple como la pregunta al punto que me sorprendió.

"Soy un dios"

Lo miré con cara de escepticismo mientras procesaba la información y le dije después de un momento

"...no te creo"

"Probarlo es fácil, dado que soy del tipo omnipotente"

En un instante apareció algo en el aire y empezó a formarse de forma sospechosa, luego de un poco de luces vistosas apareció un ave en su mano, y preguntó.

"¿Necesitas otra prueba?"

"Obviamente, si eso puede ser el trabajo de un mago ilusionista" respondí sin vacilar.

En ese momento comenzó una descripción completa de cómo me veía y quien era.

"Mujer, cabello corto, pelirroja, ojos claros color verde, tu nombre es Matoi, 27 años, 1.54 de altura, 48 kg de peso, desempleada desde hace 3 meses, color favorito: Naranja, no seguiste la universidad, pero conseguiste empleo de inmediato para no molestar a tus padres, ¿Continuo?"

"Por favor no, mis nervios no lo aguantarían teniendo en cuenta que podrías saber algo de lo que no esté orgullosa, maldito acosador"

"Bueno yo di mi prueba, pero no pareces convencida de creerme, por cierto, no soy un acosador"

Como le iba a creer si solo me dijo mi propia información y tampoco es que sea difícil de leer mi personalidad, aunque era aterrador imaginar lo que él podía saber de mí.

"Eso es porque un acosador pudo decirme lo mismo que me acabas de decir, aunque el ave fue más convincente"

"Bueno, aunque no tengas ni la más mínima intención de creerme aun así debo hacer mi trabajo"

"¿Qué trabajo?"

"Como el día de tu muerte llego demasiado pronto y se necesitan un par de manos extra te ofrezco un trato, podemos hacer que reencarnes en otro mundo y por cierto no tienes derecho a negarte"

"¿Y cómo se considerará un trato si no tengo derecho a negarme?"

"Pues eso es porque te ofrezco una ventaja que te ayudará en tu 'pequeña' aventura"

"Habla"

Aunque después de esa conversación me empecé a cansar y me porte un tanto grosera el llamado "dios" no pareció darle demasiada importancia y empezó su presentación.

"Bueno la verdad es que hay varias opciones a decir en cuál es tu ventaja así que te lo presentare gráficamente"

Al inmediato de esto apareció del aire una lista con demasiadas opciones, después de romperme un rato la cabeza pensando decidí optar por una de las que más me habían llamado la atención entre las cuales había:

· Habilidades de videojuego

· Juventud (máximo hasta 15 años)

· Un arma legendaria de ese mundo (con uso exclusivo para el portador)

Al percatarse de que estas 3 me habían llamado la atención el llamado dios mostro una sonrisa macabra y dijo.

"Hagamos esto más interesante con un sorteo"

Con lo cual una ruleta apareció de nuevo en la habitación y otra vez quede con la boca abierta.

Creí que aquel dios había dejado pasar la falta de respeto de hace un momento, pero parece que no fue así, con lo cual me erizo la piel cuando vi que "Juventud" constaba entre las únicas 3 opciones, dado que no era una habilidad útil y solo me llamo la atención ya que ¿a qué mujer no le gustaría verse unos años más joven?

Intente negarme al sorteo, pero parece que este dios es más rencoroso de lo que pensaba, así que mi única opción fue esperar y rogar que me saliera una de las otras 2 opciones.

Tal cual y sin dar una señal el dios empezó a girar la ruleta y pasó lo único que no quería, la ruleta marcaba juventud, pero lo peor de todo es que ese dios la detuvo con sus manos, burlándose y dijo.

"Oh, Parece que tu ventaja es Juventud pequeña señorita"

Hice un gran berrinche ya que dios paró la ruleta con sus manos, no se molestó ni en disimular, pero todo eso fue en vano ya que de inmediato y después de eso fui arrojada hacia el nuevo mundo.

Cuando desperté toda mi cabeza daba vueltas a tal punto que me costaba mantener el equilibrio y vi que a unos 3 pasos se encontraba una pequeña bolsa de cuero en la cual había 6 cosas.

Una daga que tenía grabado en la hoja "para principiantes", un poco de comida, un poco de cobre 500 piezas (imagino que es la moneda local), una especie libro que llevaba escrito "grimorio", un espejo, y una nota que ponía con arrogancia.

"Espero que disfrutes de tu Juventud, y te deje algo de equipo para que puedas defenderte, te recomiendo leer enseguida el grimorio, te proporcionara un hechizo básico, pero en si el libro es caro y hay pocos disponibles, Besos. Firma: Dios"

Al leer esta última parte me saltó una vena en la frente, pero también decidí dejarlo pasar y di más prioridad a verme en el espejo, sinceramente no me lo podía creer realmente había recuperado mi antigua edad de 15 años, pero, como siempre tuve rostro de niña y nunca fui alta el resultado fue que terminara pareciendo de 13 o hasta incluso de menos.

Con un suspiro emprendí mi aventura con un ánimo pésimo.

También me di en cuenta de que olvidé preguntarle a dios cuál fue mi objetivo al llegar aquí así que grité al aire y con todo lo que podía poner en grosería para mi voz.

"Oye estúpido, engreído y molesto dios, ¿qué demonios es lo que me mandaste a hacer acá?" Ante lo cual apareció otra bolsa que tenía un mensaje.

"Olvide de decírtelo, debes derrotar al rey demonio y también parece que mi hermana se enteró de lo que paso así que me obligo a enviarte otro ítem, lo llaman bolsa de objetos, cuídala bien y aprende a usarla por tu cuenta que solo te daré esta" (Dios)

Resulta que la bolsa que me envió se ve aún peor que la anterior, esta vieja y tenía 3 parches grandes que impedían que el contenido se escurra al exterior.

Con otro suspiro cambié las cosas de la primera bolsa a la segunda y empecé a caminar, aproveché que la primera bolsa estaba nueva y puse la segunda ahí para no romper la importante.

Como llevaba un equipo de cuero pensé que al menos estaría segura frente a los monstruos pequeños y camine sin preocupación hasta que frente a mi apareció un pequeño jabalí, no parecía fuerte así que mi primera acción fue intentar cazarlo y dije.

"Vamos allá"

En si el jabalí no fue un reto puesto que apenas me llegaba a la rodilla y aunque me dio un par de tacleos logre derrotarlo sin demasiado esfuerzo.

Lo que no esperaba era que el jabalí era uno bebe, cuando apareció la madre viendo el cadáver de su cría saco humo de su nariz, pateo la tierra y empezó a cargar directamente hacia donde me encontraba.

Comencé a correr con todas mis fuerzas, pero parece que el daño que dejo el jabalí bebé fue más del que calculé y después de 3 minutos sentí como si me arrancaban las piernas, el jabalí era enorme de aproximadamente 1.50 metros al ver que casi era de mi tamaño agradecí estar en un bosque ya que el enorme jabalí tropezaba con raíces y algunas otras cosas lo cual me daba tiempo de adelantarlo un poco.

A pesar de que sabía que solo habían pasado menos de 5 minutos lo sentía como una eternidad, cansada de correr volteé para ver qué tan lejos se encontraba el jabalí, pero no me percaté de que todo lo que tenía delante era un precipicio y caí.

En ese momento vi la vida pasar frente a mis ojos y ni siquiera me moleste en gritar, supongo que ese era el plan de ese odioso y presumido dios, maldecirlo antes de morir (otra vez) no parecía mala idea, pero, en el momento que creí tocar el suelo sentí un golpe seco en la espalda y enseguida sentí todo el cuerpo mojado y pesado.

No tenía fuerzas para nadar, pero tampoco sabía cómo flotar así que sumado al fuerte golpe de caída y a la sorpresa libere el resto del aire que me quedaba en los pulmones.

No sabía si era la última esperanza de mi corazón disfrazada de ilusión, pero antes de perder la conciencia vi una sombra en forma de persona aparecer lentamente, mientras se acercaba por el agua.

Al abrir los ojos nuevamente otro techo desconocido (esta vez de madera) y sin pensarlo 2 veces empecé a maldecir al aire.

"Dios bueno para nada, para qué demonios me haces pasar por semejante experiencia"

Pero para mi sorpresa no era dios quien me esperaba esta vez, en su lugar encontré a un joven que me veía con una mirada entre la sorpresa y la burla, después que notara que lo veía, se calmó y empezó a hablar.

“Vaya primera impresión que puedes causar a las personas"

Era un chico de tal vez unos 17 años, parecía ser mayor a mí con mi nueva edad, tiene el cabello rubio, los ojos celestes, como estaba sentado mientras al parecer leía un libro no pude calcular su altura, pero eso no era importante de momento.

Ante estas simples pero directas palabras lo único que pude hacer fue sonrojarme y hundir la cabeza entre las piernas.

Al recuperar la compostura pregunte, aunque sabía que iba a empezar una conversación.

"¿Quién eres?"

"¿No debieron enseñarte que es mala educación preguntar un nombre sin dar a conocer el de uno?"

Al parecer no tiene mucho tacto con una persona que acaba de despertarse en un lugar desconocido.

"Tienes razón, mi error, soy Matoi ¿y tú?"

"Parece que tienes un tanto de modales, soy John es un gusto"

"Y tú en su lugar tienes una personalidad algo molesta"

Ante semejante respuesta le saque una sonrisa, aunque no entiendo por qué.

Después noté que mi armadura de cuero desapareció y es su lugar traía puesto un camisón blanco, esto logro quitarme la poca calma que tenía ya que John era el único presente, así que le pregunte a John con voz temblorosa.

"¿T-Tú fuiste el que cambiaste mi ropa?"

Pero inmediatamente después de alguien llamo a la puerta, al mismo tiempo John ignoro mi pregunta y grito.

"Está abierto"

Me lleve una sorpresa al ver entrar a una chica de cabello negro y corto, sus ojos eran de color café oscuro, también era más alta que yo y al ver que estaba despierta se acercó con pasos rápidos, lo suficientemente para llegar en medio segundo.

"¿Cómo estás?, ¿Te duele algo?, ¿John te molesto mucho mientras no estaba?, perdón, perdón debo presentarme primero, soy Angie, un gusto"

Parece que esta chica es una cotorra, pero se ve más agradable que John así que respondí.

"Un gusto, soy Matoi y respondiendo a tus preguntas, si estoy bien, no me duele nada y lo único que puedo decirte de John es que me parece ser alguien con personalidad complicada"

Parece que mi última respuesta le hizo gracia por lo que también sonreí un poco, luego continuó.

"Perdona a John parece que no te causo la mejor primera impresión del mundo, pero le gusta molestar un poco a todo el que conoce, una vez lo conozcas mejor igual y te acaba agradando"

Ante esto bajé un poco más la guardia y decidí preguntar nuevamente por quien me cambio de ropa.

Parecía que John quería hacer otro comentario gracioso, pero Angie lo detuvo.

"Después de que John saltara al agua para salvarte te trajimos a esta posada y yo te cambie de ropa, después de todo no quería que enfermaras"

Al parecer John fue quien me sacó del agua, a pesar de ser molesto supongo que no es un bueno para nada como creí al principio, al ver mi aliviado rostro Angie continúo hablando.

"Bueno ya que resolvimos el problema del misterioso cambio de ropas quiero que me digas ¿Qué hacia una niña sola en el bosque?"

Cuando me llamaron niña me sentí indignada y respondí un tanto grosera.

"A quien llamas niña si tengo 27"

Vi sus caras de sorpresa e inmediatamente caí en cuenta de mi error, tengo la habilidad Juventud así que debo tener 15 en este momento.

"Es broma jajá, acabo de cumplir 15 hace poco y pensé en dejar mi pueblo para convertirme en aventurera"

Relajaron sus expresiones y supe que respondí como debía, ellos entendieron la situación y con entusiasmo Angie me dijo.

"Que coincidencia, somos aventureros, te podemos llevar al gremio para que pidas una inscripción formal, ¿Qué me dices?"

Como imagine que sería más seguro andar con este grupo que sola acepte la propuesta sin vacilar demasiado.

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