capitulo 14

Ariana, punto de vista...

Desconfiaba completamente de este lugar.

Alguien abrió la puerta de la habitación.

Era una señora mayor, de unos 60 años, con el pelo completamente blanco, piel morena, ojos amarillos.

"Buenos días, mi nombre es Lirio, yo cuidaré de usted a partir de ahora, cualquier cosa que necesite, sólo tiene que pedírmelo, yo se lo traeré, el alfa es un amo muy ocupado, por lo que muchas veces no tendrá tiempo de cumplir con sus demandas, por eso me pidió que estuviera aquí para usted", me informa seriamente, se sentía cierta hostilidad en el tono de su voz.

Tomé la bandeja que estaba sobre la mesa de noche.

Y comencé a comer tranquilamente.

Sin contestar nada a aquella mujer, que me miraba como si quisiera destrozarme.

La verdad es que no sabía cómo responder a toda la información que me estaba dando. No sabía cómo procesar que tendría una niñera.

Y mucho menos sabía cómo procesar el hecho de que una mujer me odiara. Podía verlo en sus ojos, y lo tenso que ponía el ambiente con su incómoda presencia.

Lo único que se me ocurrió pedirle en ese momento fue algo de ropa.

"Perdone, señora, ¿podría traerme algo de ropa?". Le pregunté un poco tímido.

"Veré qué puedo conseguirte. Es la primera vez que el alfa trae a alguna de sus amantes a esta casa", me contesta arrogante. Me di cuenta de que no le caía bien.

"Perdone, pero no soy la amante de su alfa, ni lo seré, pero gracias", le contesté, un poco molesta. ¿Quién se creía esa mujer para tratarme tan mal?

"Realmente no es lo que parece, ya que estás desnuda sólo cubierta por una sábana, en la habitación de un hombre soltero", me contesta de mala manera, mientras me mira de arriba abajo con desprecio.

"Perdona, pero por si no lo sabes, fui secuestrada por tu alfa, yo no quería estar aquí, la verdad es que no quiero estar aquí, si por mí fuera seguiría en mi casa, incluso durmiendo", le grito molesta, esa mujer me estaba tratando como una puta, solo porque me está viendo desnuda en esta cama, pero ni siquiera sabe cómo he llegado a este lugar.

La mujer puso una cara muy seria y luego salió de la habitación.

Pensé que íbamos a seguir discutiendo, porque no esperaba menos de esa señora. Menuda buscapleitos.

Terminé de comer, me levanté de la cama, fui al armario, saqué una camisa y unos pantalones cortos.

Entré en el baño, me di una ducha y luego me vestí con lo que había encontrado en el armario.

No sabía qué hacer ni cómo salir de este lugar, así que me deprimí y empecé a llorar de nuevo. Echaba de menos mi casa y a mi mejor amiga.

Ojalá pudiera salir de aquí. Pensé en un plan para escapar de este lugar.

Abrí la puerta de la habitación con cuidado; salí de la habitación; empecé a caminar por el pasillo, con mucho cuidado de que no me oyeran. Iba descalza.

Llegué a la escalera principal.

Vi la gran puerta principal, bajé corriendo las escaleras y luego....

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