capitulo 19

Dante, punto de vista...

Rodé los ojos.

Mis padres no venían a la manada desde hace años, esto no fue casualidad, alguien les informó que mi compañera es un humano, lo más seguro es que mi madre quiera acabar con la relación que apenas estoy logrando construir con mi maté.

Debe haber sido Lirio, ella es la que siempre me ha estado vigilando por orden de mi madre.

Lo miro enojado - ¿Cuándo llegarán? - Le pregunto un poco fastidiado.

Mi madre me ponía de mal humor, detesta a todo ser que no sea un licántropo, sin contar que quiere matar a todo lo que se mueve, y cree en la diferencia de clases entre clanes, cuando logramos hacer la paz entre razas, mi madre no estaba a favor, gracias a los dioses a mi padre no le interesó su opinión, prefería separarse de ella, que continuar viendo morir a nuestra manada.

Mi padre es un poco más comprensivo, como antiguo alfa, siempre quiso traer la paz entre todas las especies, él cree que se puede llegar a una unión excepcional entre todos.

Me responde un poco nervioso - Alfa, creo que llegarán en dos días, tú sabes mejor que nadie lo rápidos que son tus padres, y mucho más tu madre al saber la noticia de que encontraste a tu maté, aunque no sea precisamente lo que ella esperaba - Baja la mirada al decir lo último, teníamos años de amistad, él mejor que nadie conoce a mis padres, reconoce las diferencias de clases en nuestro mundo.

Adam también reconoció la condición de mis padres ante los humanos, muchos de ellos son cazadores.

Podía sentir los latidos del corazón de Ariana acelerarse, y no en el buen sentido, tenía miedo.

Le di una orden - Adán, sal, pero primero recuerda preparar todo para la llegada de mis padres, y toma medidas preventivas, no quiero problemas con mi madre -

Me levanté de mi puesto y me senté en el mueble con mi pareja.

Adán ya se había ido.

La tomé de las manos y la miré a los ojos.

No tengas miedo, se que les gustarás, no te pasará nada malo, estás conmigo, si alguien intenta dañarte yo te protegeré con mi vida, igualmente Liam - le dije con calma, aunque la verdad yo estaba mucho más nervioso que ella.

- Gracias - Fueron las únicas palabras que salieron de su boca, al parecer era una chica demasiado tímida, y yo un perro desesperado por probar cada uno de sus pensamientos.

Ella era lo opuesto a mí.

Hubo otro golpe en la puerta de la oficina.

- Adelante - Dije un poco molesto, odiaba que me interrumpieran en esta clase de momentos.

Entró Mimi, la compañera de Adam.

- Alfa, la comida ya está servida en el gran comedor -me informa de manera cariñosa.

- Gracias, Mimi - fue todo lo que dije, sin apartar los ojos de mi pareja.

Fuimos a comer, y luego decidí dar un pequeño paseo con mi pareja en el jardín, creo que era hora de confiar un poco más en ella, de mostrarle un poco lo que en algún momento será de ella.

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