Dragón negro

-          Víctor si te gusta has lo imposible para que se fije en ti, pero no cometas los mismo errores que nosotros, tu has las cosas por las buenas no la obligues a nada, y si ella es para ti no va haber nadie que lo impida ni su novio podrá apartarla de ti.

El asintió con la cabeza y bebió su bebida, Darío le dio una palmada en la espalda y salió. Estaba apunto de entrar a su cuarto cuando una llamada entró a su teléfono.

-          Joven, Alonzo está en la bodega del norte de la ciudad.

-          Perfecto, voy para allá

Víctor entro a su cuarto, se cambio y salió. Llego al estacionamiento miro todos autos que había desde los más antiguos a los más recientes, unos eran de colección otros era  de edición limitada y otros fueron hechos especiales

Subió a uno deportivo color negro lo encendió y salió a toda velocidad.

Manejaba con un aura aterradora, su cara era más fría que el hielo, sus venas sobresalían se su cuello quemado y su mirada asesina. Esa mirada que en unos segundos atravesaría Alonzo 

La velocidad incrementaba al igual que su sed de venganza. Apretaba el volante y derrapaba en algunas calles.

Y solo se detuvo cuando estuvo en la bodega, bajo y dejó azotar la puerta, camino por ese lugar hasta que por fin estaba enfrente de la puerta el espero unos segundos hasta que el gran portón empezó abriese lentamente, el levantó la cabeza.

Cualquiera creería que era una escena de una película de acción y es que todo lo que estaba pasando si lo aparentaba; porque Víctor vestía un pantalón negro, unas botas de agujetas, playera simple y una capa larga.

Alonzo levantó la cabeza y miró al frente, su vista borrosa solo vio una silueta que caminaba. intento aclarar   su vista pero lo único que vio fue un hombre que  vestía de negro y una capa que cubría su cara

-          Alonzo que bueno volver a verte.

Alonzo tembló en su interior “esa voz, es el tiene que ser el” movió de un lado a otro su cabeza y al fin lo vio, Víctor descubría su cara dejando a la vista las cicatrices su cuello.

-          Alonzo, Alonzo, Alonzo que aremos contigo cual será tu castigo. – Víctor empezó a caminar de un lado, mientras arrastraba un bate.

-          Aunque me mates no podrás estar en paz porque siempre tendrás esas cicatrices adornando tu bello cuello.

Los ojos de Víctor fueron inundados por un odio puro, se acerco a él y lo tomó de su cabello levantó su cabeza con brusquedad obligándolo a que lo viera a la cara.

-          Maldito bastardo, are que ladres como el perro que eres are que entiendas que con.

-          Si, si, si –lo interrumpió – que con los Reymer no se meten, eso ya esta muy usado.

-          Que conmigo nadie se mete, idiota si soy un Reymer pero mi familia es aparte yo, soy yo y no necesito del apellido de mi familia para hacerte pagar idiota.

aventó su cabeza a un lado, camino a una mensa tomó un cuchillo y corto parte de su cuello, la sangre de Alonzo empezó a recorrer por su cuello, la herida no fue tan profunda para matarlo pero si para que sintiera dolor.

-          ¿Quién te ayudo tu papi, a lo mejor te desesperaste por no poderme encontrar y fuiste corriendo con papá – empezó a burlarse de Víctor mientras que su cuello sangraba de forma alarmante.

-          Mi papá

-          Jamás serás como la leyenda de Víctor es más ese nombre te queda muy grande, es mas te apuesto lo que quieras que nunca serás como el idiota de tu padre.

-          Maldito bastardo tu que sabes de mi vida.

-          Se que eres un inútil que le queda grande el apellido Reymer.

Alonzo pensó que provocando a Víctor conseguiría tiempo para que su gente llegara y lo salvará pero todo era en vano, porque Víctor se dio cuenta de lo que pretendía y le siguió el juego.

-          Inútil, te capture idiota. – Víctor se encontraba del enfrente de él apretando sus puños.

-          Te tardaste 5 años tu tía Alondra me capturo en menos de un mes hace 10 años y ella es una vieja. Tu el futuro del grupo Reymer tardo 5 años.

Un largo y profundo suspiro salió de Víctor y en enseguida sus ojos se escurecieron.

-          Tu crees que no sabia donde estabas, crees que fuiste muy inteligente para escapar siempre de mi, Alonzo se quien eres de lo que eres capaz pero tu no me conoces ya no soy el mismo niño de 16 años y todo fue gracias a ti.

Volvió a tomar sus cabellos y con una mirada muy fría le dijo.

-          Deja que me presente – Alonzo pensó que Víctor aria a larde de su apellido como todos los de su familia – soy Víctor y en bajo mundo de las drogas soy conocido como el dragón negro.

Alonzo abrió los ojos muy sorprendido

-          No puede ser tu, tu.

Unas sonrisa aterradora se mostró en la cara de Víctor miro Alonzo con los ojos inyectados de sangre.

-          Víctor la leyenda se queda corto conmigo, y no es soberbia y mucho menos quiero hacer menos a mi padre pero ya lo supere hace años.

-          No puede ser tu no puedes ser el dragón negro.

-          Te sientes utilizando verdad - levantó su cabello con brusquedad – ¿Qué se siente que te utilicen.

Alonzo ahora si perdió todas las esperanzas por fin moriría, su buena suerte había terminado. “pero como, hice tanto por el dragón negro”

El día que liberaron a Alonzo no tenía nada, Darío le quito hasta el último centavo la mafia de los Leone lo dejaron solo, los capos de su país le dieron la espalda nadie lo quiera ayudar y si eso fuera poco todas las mafias lo querían muerto, su cabeza tenía precio y muchos estaban detrás de él.

Pero en una tarde después de un año de su liberación hubo alguien que lo ayudo. El estaba escondido en un departamento mal oliente ya sin esperanzas de vivir, estaba herido, con hambre y sin dinero.

Un año entero que estuvo escapando de sus enemigos y siempre corría con suerte y salía vivo pero ya estaba cansado, se rindió y estaba resignado a morir.

Pero la ayuda llegó un hombre se acerco a él le dio comida, techo y lo ayudo a levantar otra vez su mafia, pero el trabajaba para el verdadero jefe, señor y dueño de todo el dragón negro.

Por mucho tiempo el trato de descubrir quien era su jefe pero no encontró nada, a demás que su gente nunca quiso traicionar al Dragón sabían el riesgo que corrían si lo hacían.

Después de la salida de los Reymer en el mundo de las drogas, las plazas fueron repartidas y una que otra guerra fue creada, las mafias querían el lugar de los Reymer pero nadie pudo ocuparlo simplemente su producto no se comparaba con el que los Reymer hacían y por un año todos buscaban la manera de recrear la receta pero sus esfuerzos fueron en vano por que nadie lo logró.

Pero de la noche a la mañana apareció un capo principiante que pudo recrear la recete y gracias a eso pudo obtener algunos terrenos. Su poder fue creciendo al grado de convertirse en uno de los mejores del mundo.

La sonrisa de Víctor desapareció y con el tono más frío del mundo le dijo.

-          Tu me marcaste la vida ahora te voy a regresar el favor.

-          Víctor he trabajado para ti durante estos años, por mi abriste rutas, creaste alianzas te convertiste en uno de los grandes.

-          Genial estas rogando por tu asquerosa vida, eso es lo que quería.

-          No estoy rogando solo te estoy haciendo ver que te fui leal y a un así me traicionaste.

-          Leal idiota por tu culpa tengo esta y muchas más cicatrices -Víctor mostró su cicatriz en el cuello- leal tu por favor no me hagas reír, piensas que no se que empezaste a reclutar gente para volver a crear tu organización tu no conoces la lealtad. Ya no me sirves y como la basura serás desechado.

Víctor se acerco a una mesa tomo un botella con un líquido y se lo dejo caer en la cabeza.

Alonzo empezó a gritar desesperadamente se retorcía en la silla donde estaba amordazado,.

-          Verdad que duele – Víctor se coloco unos guantes he hizo presión en la cabeza de Alonzo – esa misma sensación sentí yo cuando estaba en esos hospitales tratando de salvar mi vida. Llora maldito infeliz.

-          Víctor podemos hablar – Alonzo gemía de dolor – podemos llegar a un acuerdo, es cierto estaba reclutando gente pero era porque quería formar un imperio para ti, tu sabes que estado enamorado de ti

-          Me repugnas no me interesas.

-          Algún día pagaras por qué estás haciendo, porque todo lo que hice fue por algo.

-          Ya me hartaste muere de una buena vez.

Víctor hizo una señal con la cabeza, dos de sus hombres se acercaron, tomaron de los hombros a Alonzo y lo obligaron a levantarse, lo llevaron a un bote en donde había asido.

Alonzo empezó a gritar, le entró pánico el sabía que iba a morir pero no que moriría de esa forma.

-          Víctor matame si quieres pero no así – forcejaban y trataba de liberarse, pero todo era inútil porque lo estaban arrastrando a su muerte.

Antes que Alonzo entrara a esos contenedores Víctor le dijo.

-          Nunca te vi ni siquiera me interesaste y cuando te rechace utilizaste a Robert, amenazaste a mi familia, a mi familia, y a mi -Víctor hizo unas comillas con sus manos- el amor de tu vida según tu, por poco me matas.

Víctor dio la vuelta con pasos medianos

-          Métanlo

Un grito desgarrador apareció en la bodega, Alonzo murió quemado por los ácidos y olvidado por todos.

Dejaron que su cuerpo se deshiciera en ellos, y por micho tiempo esos mismo asidos sirvieron para matar a otros enemigos de Víctor.

Víctor salió de la bodega junto con unos de sus hombres.

-          Mi papá sabe de todo esto.

-          No joven, pero usted lo conoce pronto lo sabrá, ya empezó a sospechar de dragón negro.

-          Lo que yo quería ya se realizo.

-          ¿ahora que hago?

-          La organización es toda tuya, mi parte esta cumplida.

-          Joven.

-          Arcadio mi único objetivo de crear esa organización fue para utilizar y hacer pagar a ese infeliz ahora ya no me interesa.

Llegaron al auto de Víctor y antes de que el subiera.

-          Porque crees que nunca revele mi identidad por que no me interesaba este mundo, es por eso que cuidaba que mi papá no se enterara porque se las consecuencias de esto.

-          Usted sabe que yo hago los trabajos socios de su familia.

-          Y los seguirás haciendo pero ahora con tu propia organización, gracias por todo.

Víctor subió a su auto y se fue, pensó que todo había terminada pero no se dio cuenta que acabada de cometer un error porque bien dicen da le a un menso poder y este se le subirá a la cabeza. Arcadio ese idiota se convertirá en su dolor de cabeza.

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