Conquístala

“Por qué siempre que hay un chico guapo yo estoy de por medio”

Evy siempre había vivido situaciones como esa que ya estaba acostumbrada.  Y es que cuando vivía y estudiaba en México la mayoría de las chicas de la escuela en la que estudiaba la acosaban porque era novia del chavo más popular.

Ella ya sabia como lidiar con esas situaciones, ya hasta sabia un diálogo que había creado o simplemente las ignoraba.

Pero en esta ocasión no la estaba molestándola por Damián  “ esto si es extraño”

Evy fue a buscar a Víctor a la oficina, tocó la puerta entró lo vio muy concentrado en su computadora  ella entró y de quedó de pie enfrente de la puerta.

-          Joven Víctor estoy esperando indicaciones.- El levantó la mirada y observo a Evy que ya no tenía puesto el uniforme del hotel.

-          ¿Qué idiomas conoces?

-          Mi lengua materna, el inglés, el francés, el italiano y un poco el chino – Víctor se sorprendió no pensó que la mujer  que tenía enfrente de él estuviera bien preparada y sin tener la universidad.

-          ¿cuál es tu lengua materna?

-          Soy de México

-          OK, acércate

Evy lo dudo un poco pero al final obedeció.

-          Mira aquí hay unos análisis financieros, necesito que me ayudes a traducirlos crees poderte quedar y ayudarme.

-          Si, solo que permítame comunicarme con mi hermana para que no me espere y que le avise a mi novio para que me recoja más tarde.

-          No se preocupe, puedo llevarla cuando salgamos.

-          Agradezco su amabilidad pero prefiero que mi novio venga por mi.

Evy tomo las documentos y salió de la oficina regreso a su puesto y empezó hacer las traducciones, eran documentos en italiano y tenía que traducir al inglés.

Evy era una mujer muy inteligente y gracias a eso pudo estudiar en las mismas escuelas en las que estudio Damián.

Los documentos fueron traducidos en una hora, Víctor ya había terminado su trabajo antes y estaba esperando a que ella regresara.

-          Disculpe he terminado. – Víctor levantó su ceja y recibió los papeles.

-          Mañana preséntate en el grupo, le dices a la secretaria de mi papá que te de todo lo que vas a necesitar para tu trabajo y por último arregla tus cosas porque nos vamos a Italia.

-          Ir a Italia, joven no puedo ir.

-          Eres mi asistente necesito que me ayudes hay un problema en los hoteles de Italia, y mi papá me ha mandado a revisar que es lo que está pasando.

-          Joven, no creo que sea prudente.

-          Con un demonio Evy si no quieres trabajar entonces renuncia.

Víctor salió enojado de la oficina, “niña tonta me gustas pero no es para tanto”.

Damián estaba en el estacionamiento recargado en su auto esperando a que saliera Evy pero vio como Víctor caminaba muy molesto hacia el. Damián pensó que le quería decir algo pero Víctor se detuvo en el auto junto de él, abrió el auto y antes de subir miro muy molesto a Damián.

Damián se paro de forma  derecha esperando a que Víctor le dijera algo y es que la mirada que el le daba era una de reto, Damián empezó a mirarlo de la misma manera.

Sus miradas se cruzaron fijamente, para Víctor la guerra había comenzado porque ahora sí competiría con Damián y aria todo lo posible por ganar.

Esta era la primera vez que pelearía por alguien “lo siento Damián pero tu novia me gusta y voy hacer lo imposible para que ella me quiera”. Un rayo cruzo en sus miradas y era Evy que ya estaba en medio de ambos.

Evy miro a Víctor y después a Damián, ella se acerco a su novio y el la abrazo mirando a Víctor. Víctor apretó su puño subió a su auto y se fue a toda velocidad.

-          Damián- ¿Qué le pasa a ese idiota?

-          No lo se vamos

Damián que conocía muy bien a Evy sabia que algo le pasaba, y es que ella trató de evitar que la mirara a los ojos. Y eso es muy extraño para el.

Abrió la puerta del auto para Evy, ella entró y espero a que Damián subiera.

-          Evy – ella volteo a verlo-¿Qué te pasa?

Una sensación de nervios recorrió todo su cuerpo, y el silencio que ella emanaba hizo que Damián se sintiera intranquilo.

-          ¿Qué tienes?

-          Estoy cansada quiero ir a casa – Evy le regalo una dulce sonrisa y un beso en la mejilla.

Miraba al frente sin saber que hacer su cabeza estaba hecha un caos, sentía que su corazón se arrugaba. Un simple beso hizo que su mente y corazón se volvieran un desastre

Al llegar a su departamento Evy quería bajar y irse rápido pero Damián la detuvo.

-          Evy sabes que puedes confiar en mi, si te pasa algo me gustaría saberlo para poderte ayudar.

-          Lo siento – Evy tomo su mano y al fin lo miro a la cara – solo que estoy muy cansada, ayer regresamos muy tarde y hoy me desperté temprano, solo quiero dormir.

-          Bien.

Damián le dio un beso, bajo le abrió la puerta, la acompaño a su departamento ella lo despidió con otro beso y se fue.

Evy al entrar se desplomó ahora si podía llorar y llorar, Liz al verla en el suelo se asusto, camino rápido y la ayudó a levantarse.

-          Evy, no me asustes ¿que te pasa?, te sientes mal? ¿quieres que le hable a un doctor? – Evy solo lloraba y movía su cabeza diciendo que no - ¿Quieres que le hable a Damián?

-          No, no le hables- sobresaltada.

-          Entonces, Evy no me asustes ¿que te pasa?

Liz trataba de calmarla, la ayudó a llegar al sillón y dejó que llorara por un rato más.

-          Hermana ¿Qué te pasa?, te hizo algo Damián

-          Víctor me beso.

Los ojos de Liz se abrieron como platos, tomo de los brazos a Evy y la miro directo a la cara

-          ¿Qué?

-          No me digas nada que me siento muy mal toda la tarde me he contenido de llorar.

Liz abrazo a su hermana y dejó que se desahogar. Y cuando sintió que su hermana se estaba calmando volvió a preguntar.

-           ¿te gustaría hablar? – ella asintió la cabeza – bien te escucho

-          En la tarde Víctor me beso.

-          ¿Pero como paso?

-          Me dijeron que tenia que apoyar a dos personas que venían del grupo y entre ellos estaba el, hice lo que me pidieron pero alrededor de las 2 de la tarde fui con el a traer unos documentos al grupo, al principio empezamos hablar normal a decir verdad estábamos tomando confianza empezamos a jugar.

-          Entonces ¿cuando te beso?

-          Al llegar al grupo el pretendía abrir la puerta para mi pero no me di cuenta y le pegue, pensé que lo había lastimado y trataba de ayudarlo, pero de un momento a otro nos miramos a los ojos y me beso.

Las lágrimas de Evy volvieron a salir.

-          Tranquila, es normal que te sientas mal, has tenido una relación muy larga pero también es normal que veas a otros hombres, tu lo dijiste no eres ciega, mira el te beso tu no tienes la culpa, su pongo no dejaste que continuará.

-          Le correspondí ese beso – Liz lo escuchaba y no lo creía.

-          ¿Le correspondiste?

-          Si – Evy lloraba sentada en el sillón y limpiaba sus lágrimas con pañuelos.

-          Evy si te gusta Víctor.

-          Liz no digas tonterías, ¿como me puede gustar? A damas no entiendes que me siento mal porque amo a Damián y me duele lo que le hice, el no se merece que lo traicione.

-          Haber Evy no por el hecho que te guste quiere decir que estés enamorada de él porque se muy bien que tienes en tu corazón a Damián pero solo fue un beso, a demás no te emociona  saber que besaste a otro chavo, en toda tu vida al único que has besado es a Damián y no lo niego esta guapo y bueno el condenado, además no fue tu culpa.

Evy levantó su mirada limpio sus lagrimas y muy paciente contestó.

-          Si la situación fuera sido al revés  te apuesto lo que quieras que lo tratarías de un perro infiel

-          Bueno esta bien te equivocaste ya lo reconociste ahora pide perdón o olvídalo, no vas a dejar que esto afecte tu relación o si.

-          No

-          Bien ahora solo evítalo

-          Es que ese es el problema el señor Darío me dio el puesto de su asistente personal.

Liz que había escuchado todo solo tenia una conclusión eso se llamaba destino, y muy en el fondo sentía que la relación de Damián y Evy pronto llegaría a su fin, pero sabía que tenía que ser prudente y dejar que las cosas fluyeran.

-          Bueno entonces se profesional o busca otro trabajo.

-          Tu sabes que nos costo encontrar este.

-          Evy entonces no te quejes y se profesional y ya deja de llorar ni pareces la Evy que conozco la que toma el toro por los cuernos ya tranquila.

Evy la miró limpio sus lagrimas, y es que Liz tenía razón Víctor la beso pero ella le correspondió entonces la culpa era de los dos y si ya lo había hecho entonces a tomar el toro por los cuernos.

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Víctor acaba de entrar en la gran mansión caminaba muy enojado viendo hacia el frente, ni siquiera fue al comedor donde lo estaba esperando su familia, el solo quería ir a su  cuarto y meterse en la regadera a controlar sus frustraciones, pero antes de subir las escaleras su padre lo tomó por la espalda he hizo que volteara.

-          ¿Qué demonios te pasa? ¿Quién te crees para entrar como sin nada y dejar a tu familia plantada en el comedor?

Víctor lo miro y se quedo callado, pero por dentro le quería gritar que lo dejara en paz pero sabia muy bien que al hacerlo su castigo sería uno muy ejemplar.

-          Vas a ir a ese comedor, te vas a disculpar con tu hermana y Samantha y te vas a sentar a cenar con nosotros que te hemos estado esperando por más de una hora.

-          Me estas tratando como un adolescente.

-          Mira Víctor desde que te vi has estado con un maldito genio y tu familia no tiene la culpa – Darío le hablo de la forma más paciente posible .

-          Samantha- Darío déjalo, tu no sabes porque esta así, y solo por que es un muchacho muy educado no te ha contestado, pero tu lo conoces y sabes que por dentro esta mal. Víctor no le hagas caso si quieres puedes retirarte.

Víctor agradeció a su madrastra y se retiro dejando a Darío atrás.

Entró a la regadera y dejó que el agua recorriera su piel, volvió a tocar sus cicatrices pero en especial las de su cuello, las que vio Evy, cerró los ojos y a su mente llegó el recuerdo de ese beso.

Toco sus labios y volvió a imaginarla “Esa niña que me esta haciendo”. Nadie en su vida se había metido a sí en su cabeza y menos en 2 días.

Salió del baño se puso su pijama y fue a buscar su padre, el estaba en su despacho junto a Samantha.

El toco la puerta y lo dejaron entrar.

-          Puedo pasar.

-          Adelante

-          Lo siento, no quise ser grosero.

-          Samantha- no pasa nada Víctor, ve a cenar.

Víctor conoció a Samantha cuando era un niño de 9 años y aunque tenía a su mamá el le tomo mucho cariño y la respetaba lo único que no le gustaba es que fuera hermana del maldito que le provocó tantas cicatrices.

-          Me dejarías hablar asolas con mi papá

-          Si, por supuesto.

Samantha se levantó camino se despidió de él con un beso en la mejilla y se fue.

-          Papá lo lamento no debí contestarle así.

-          No pasa nada, ¿Qué te pasa?, la chica te mando al demonio verdad.

Víctor se sorprendió a nadie le dijo lo que le pasó con Evy y como era que su padre ya lo sabía.

-          Como lo sabe

-          Porque que es algo que todos los Reymer tenemos en común, cuando la mujer que nos gusta nos manda al demonio nos ponemos con un genio horrible.

Víctor se sentó junto a su padre, y continuaron hablando.

-          Pero tu te pones peor de lo que pensé, no me extraña que seas hijo de tu madre.

-          Mi madre estaba loca.

-          Lo sé, pero te apuesto que ahorita quisieras salir corriendo e ir a secuestrar a la señorita. – Víctor miro a su padre y regreso la mirada al suelo.

-          Si

-          Entonces eres igual de loco que tu madre, acuérdate que ella por poco mata a Samantha.

-          Y entonces ¿Qué hago?

-          Conquístala

-          Ya me puso una barrera

-          Rómpela

-          Hay gracias papá por tus consejos.

Darío se levantó y fue a la repisa tomo una botella y dos besos, sirvió y le dio uno a Víctor.

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