Cita

Daniel.

Iba llegando a casa después de dejar a Luis y su tía en el palacio y lo que vi me dejo sorprendido mi hermosa Estrella estaba usando a Lorena del cabello, como su fuera nada, si fuerza es increíble y después la loca se le fue a los golpes, no entiendo por qué no la detuvo si ella podría, creo que la quiere dejar como la Villana.

Después del espectáculo la llevé a mi habitación para curar los rasguños y moretones qué tenía y pedí el médico.

Creo que exagere un poco con eso, pero no importa que todos sepan y vean que aquí quien manda incluso a mí es Estrella.

La deje descansar en mi habitación y yo me fui a otra, el sentir su piel suave cuando estaba limpiando su espalda me hizo sentir más de lo normal y tener tan cerca su respiración me lleno de deseo, no sé si podre controlarme hasta que sea la boda, y no sé si ella sienta lo mismo que yo.

Ahora estoy en mi estudio revisando unos documentos, pero no puedo concentrarme solo pienso en ella, en su suave y blanca piel así que dejo todo botado y salgo buscándola.

-Hugo, donde está mi prometida?

-En el patio señor, tiene entrenamiento con su maestro.

-OK, te quedas a cargo yo voy a salir con ella.

-pero señor los documentos necesitan su firma.

-Los documentos no se irán a ningún lado, pero ella si se puede ir.

Al llegar al patio y verla con la espada, parece que está danzando se ve tan bien, hoy lleva vestido y no su traje de entrenamiento, creo que el lunes saber moverse con todo tipo de prendas es bueno.

-Señorita Estrella veo que le va bien en sus clases.

-Así es mi señor, hoy me toco entrenamiento, el maestro ya se retiró perro quise seguir un poco más.

-Bueno que le parece si hoy comemos fuera de casa, dejemos descansar al chef y los sirvientes por una tarde.

-Me parece bien, pero no tiene trabajo que hacer?

-El trabajo puede esperar, además los papeles no se irán a ningún lado pueden esperar.

La lleve de la mano adentro para que vaya a cambiarse y fui a pedir preparen el carruaje, yo fui a la entrada a esperarla y al verla no dejo de maravillarme con ella, parece un hada.

-Luce hermosa, más que siempre.

-Acaso no siempre me veo hermosa mi señor.

-Usted siempre está hermosa

Fuimos al centro de la cuidad, pacemos por la plaza y comimos en un restorán pequeño pero elegante, sé que no le gusta lo extravagante por eso la lleve ahí, pero en la noche la llevaré a mi lugar favorito, es donde solía comer con mi padre y espero guste.

La tarde fue increíble a su lado, todos nos veían, y sé que solo hablaban de nosotros y seremos tema de conversación por varios días, así que les daré para que hablen.

La abracé por la cintura y cuando no veía le di un beso en la mejilla, sé que van a decir que estamos muy enamorados y todo eso, espero y llegue a oídos de las personas que quiero lo sepan.

Me encanta pasar tiempo con Estrella, creo que me parece estar soñando cuando estoy con ella.

-señorita hay algo que necesito sepa.

-dígame mi señor.

-Sabes, cuando acepte ir a su casa para ver la propuesta de matrimonio nunca espere el conocerla y cuando la vi algo dentro de mi me hizo ver que usted era la indicada y no me equivoque. Sabe algo dentro de mí me hace decirle que la quiero, estoy comenzando a quererla y no sé tal vez llegue a amarla.

-Mi señor, la verdad yo igual estoy comenzando a sentir algo por usted, me gusta y me gusta la manera en como me trata, sus detalles, su paciencia, todo usted hace que sienta algo y me gusta, no sé si es amor lo que estoy comenzando a sentir pero si también lo quiero.

No pude evitar acercarme y darle un beso, un beso suave y tierno sin malicia, y aunque deseo más que un beso debo ser prudente.

En la noche durante la cena fue nuestras confecciones y al llegar a la casa le ofrecí la mano para bajar, ella aceptó y cuando iba camino a donde se está quedando la jale de la mano y la bese, ese beso decía más que solo buenas noches, ese beso decía todo lo que me hace sentir.

Al dejarla respirar puse mi frente con la de ella y cerca de su boca dije.

-Buenas noches Estrella, descansa

-Buenas noches Daniel, igual descansa.

Al alejarse volteo y me sorprende su comentario, tanto que me dejó una sonrisa en el rostro

-Por cierto gracias por la cita, Daniel me la pase estupendo, espero y se repita otro día.

Al llegar a mi habitación me di cuenta que sonreía como un adolescente enamorado y al abrazar la almoaha siento su olor, del día que se quedo en ella, así que dormí abrazado a la almohada toda la noche hasta la mañana siguiente.

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