Tres meses después

Estrella.

Estos meses en la mansión de Daniel ha sido una experiencia tras otra, cada día me sorprende de maneras diferentes, creo que la convivencia esta teniendo sus frutos y me estoy enamorando si no es que ya lo estoy.

Se que sonara raro que en solo cinco meses de convivencia diaria, si diaria porque desde que vivo aquí es raro que salga a misiones del palacio o acompañe al príncipe a casa de su tía, la mayoría del tiempo la pasa en casa o vamos a revisar el territorio.

En ocasiones viene mi hermana a hacer un escándalo, pero con la misma la despido no voy a permitir que siga fastidiandome la vida.

Supe que mi hermano regreso hace tres meses y mi padre lo puso a trabajar de cochero con Paco, el cochero de el y le paga menos que a Paco, aunque sigue sintiéndose el dueño de todo pronto va a caer, junto a Daniel estamos preparando una sorpresa, mi cumpleaños será en un mes y quiere hacer una gran fiesta para celebrarlo, yo creo es mucho, además aun sigo sin comenzar con los preparativos para la boda, y ya solo me quedan siete meses.

De nuevo escucho ruido afuera, espero y no sea Lorena quien viene a exigir le seda mi lugar al lado de Daniel.

-Hermanita, qué gusto verte hace años que no volvía a casa, veo que ya eres toda una mujer.

Mi hermano, solo eso me faltaba, el simple hecho de tenerlo enfrente me hace temblar de miedo, no lo voy a negar este tipo me da miedo, muchas veces me toco de niña o cuando era más joven, y tenerlo aquí enfrente sin saber que hacer o decir.

-Qué haces aquí, creí que mi padre te tenia prohibido salir de casa.

-Si, pero hoy es mi día libre y quise visitarse, supe que tu prometido no está en cas, qué mal me abría gustado saludarlo, pronto será mi cuñado y creo debo presentarme. Es más no me harás pasar, qué falta de educación el tenerme aquí afuera, a mi a tu hermanito.

Se me acercó y me acarició la mejilla con su mano sucia y me dio asco su mirada además de miedo, por suerte cerca estaba Hugo así que con la mirada le pedí ayuda.

-Lo siento pero mientras Daniel no está en casa no puedo recibir visitas, y el llega hasta más tarde.

-qué mal, yo esperaba poder quedarme hoy aquí para estar más tiempo con tigo y recordar viejos tiempos.

El muy infeliz ya esta tocándome el hombro y yo sigo sin poder reaccionar o siquiera respirar, mis pies no responden y los guardias no llegan.

-Lo siento pero son las reglas solo visitas en presencia de Daniel.

-No pensé que fuera un hombre celoso.

-No lo es lo hace para protegerme de cualquier daño, como sabrás Lorena ha venido varias veces a agredirme solo porque no fue la elegida por Daniel.

-vaya, cuanta confianza que hasta por su nombre le llamas.

-Asi es, nos tenemos mucha confianza en todo y el me conoce mejor que nadie en todos los aspectos así que porque llamarlo Duque o señor si será mi esposo y sabe todo de mi.

Qué suerte justo lo que necesito, los guardias y Hugo.

-Mi señora necesita ayuda.

-Si Hugo por favor escolten a mi hermano fuera de la propiedad y que regrese a salvo a su casa, no tiene permitido venir si Daniel no está presente.

-Claro mi señora, joven por aquí por favor, ya escucho a su excelencia hasta que el Duque regrese no puede venir.

A regañadientes se fue, y po fin pude respirar tranquila, debo acabar con el primero o después será muy tarde, necesito hablar con Daniel sobre esto y pedirle su ayuda.

Espero y tenga una idea de que hacer en este caso, a Lorena es fácil, ella vive de su orgullo de dama de la sociedad con que la deje expuesta de quien es en realidad será suficiente, además mi padre me dijo que pronto se casara como concubina y estará lejos.

Tengo pensado el día de mi vida exponer las mentira de esa mujer y sus hijos, mi padre dijo que para entonces su divorcio quedará listo, ya que falta ver si le da pensión o no, se que no la merece pero el es muy bueno y se no la dejara sin nada.

Además de mandar llamar a mis amigas para preparar la boda, ellas deben saber más que yo que necesito y que no, espero y todo salga bien.

-Mi señora, su excelencia va llegando.

-Gracias Hugo voy para aya.

Verlo montado en su caballo negro con ese uniforme se ve tan elegante y sexi, si sexi me encanta verlo vestido así, bueno el se ve bien con lo que se ponga.

-Daniel por fin regresas - qué hice, lo llame solo por su nombre sin protocolos, qué gorros de seguro se molestara.

-Como me has llamado

-Perdón se que no debi llamarle así mi señor.

-Estrella, mirame

Me levanta la cara con su mano y su toque me enciende, creo que esto se saldrá de control pronto.

-Mi..-la caya con un beso

-Basta, a partir de hoy solo soy Daniel y tu Estrella aquí y donde sea, solo nuestros nombres por favor, escuchar de tu boca mi nombre es lo mejor.

-Esta bien, Daniel... - roja de vergüenza - le llamaré por su nombre.

-No sólo Daniel sin el usted, solo Daniel

Me encanta, sus besos me llevan al cielo y más allá, con un simple beso me siento toda mojada qué será si me llega a tocar.

Me encanta, cada día más me enamoro más de Daniel y no puedo evitar querer más que un beso, qué de ahí no hemos pasado.

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