Convivencia

Daniel Ross.

Hace ya varios días que la hija del Conde Paúl se mudó conforme a las costumbres al área de invitados, y la he observado de cerca, con los empleados de la casa es amable y nunca impone su voluntad eso es bueno, también sus maestros me han reportado qué es excelente en sus estudios, aún le cuesta trabajo el entrenamiento pero es entendible nunca había hecho ese tipo de trabajo, espero esto le ayude para que cuando no esté pueda protegerse.

Hoy es mi día libre en el palacio así que decidí tomarme este día y aprovecharlo para conocerla un poco más, he investigado y sé la vida que llevo lo que no esperaba era que la esposa de su padre fuera tan sinica de hacer pasar a sus bastados como hijos legales de su esposo, así que hable con ella y le dije todo lo que sabía.

Claro que ella aceptó ayudarme con mi venganza hacia mi hermano, si el día del compromiso lo invite fue solo para tenerlo cerca, sé que va a intentar acercarse a Estrella ya sea para conquistarla o para matarla, pero debo estar alerta de él.

-Mi lady desea dar un paseo a caballo por el patio? Es un día hermoso y podemos comer en el jardín si lo desea.

-Gracias mi señor, será un gusto comer en su compañía.

-Hugo, prepara dos caballos y dile al mayordomo qué el almuerzo lo tomaremos en el jardín qué prepare todo para llevarlo con nosotros.

-Si amo, enseguida regreso.

-Mi lady, hoy es mi día de descanso en el palacio y quien pasarlo con usted, espero podamos conocernos en este año que vivirá aquí, y podamos llevarnos bien en el futuro.

-Pondré todo de mi parte mi señor.

-Por favor, nada de mi señor dime Daniel y permiteme llamarte por tu nombre Estrella.

Estrella se sonrojó por mi comentario, espero no se incomode, hay algo en esta mujer que me atrae, es única y no puedo evitar el verla siempre aunque sea de lejos.

-De acuerdo mi señor.. Perdón Daniel así lo haré y usted podrá llamarme por mi nombre también.

-Bueno ahora que dejamos las formalidades qué le parece Estrella que nos vayamos a nuestro paseo, no sé usted pero yo tengo hambre.

Ambos subimos a los caballos, es la primera vez que la veo montar y es una excelente jinete, eso me trajo un pensamiento y como se verá así sobre mí, no eso no debo ni pensarlo ella aún es joven y debo esperar el tiempo que decidir para el matrimonio, hasta ese día la tomaré en la noche de bodas no le puedo faltar el respeto.

-Daniel, se ve usted muy pensativo acaso no le agrada mi compañía.

-Claro que no, su compañía es excelente, solo pensaba en algo del trabajo nada importante, mire este es el río de donde sale el agua para las cosechas del Ducado.

-Es hermoso, y se ve que el agua es fresca y limpia.

-Así es, me gusta venís a nadar cuando tengo tiempo y si gusta un día me puede acompañar.

-Me encantaría acompañarlo a nadar.

Qué inocente, creo que no me entendió a lo que me refería, bueno ya tendré tiempo para enseñarle más.

-A lo lejos puede ver la aldea más cercana al Ducado.

-Genial, se ve que hay un festival.

-así es, es tiempo de cosecha y los aldeanos festejan dicha fecha porque han logrado qué sus cosechas sean las mejores del imperio.

-Hace un buen trabajo Daniel, el lugar es hermoso.

-No más que usted Estrella.

La plática seguía, con ella es tan fácil hablar, mi amigo Luis me recomendó irla conociendo de a poco así cuando nos casemos no será una desconocida y vaya que tuvo razón, es hablar con ella.

-Qué le padece si comemos, ya hace hambre y la hora del almuerzo está pasando.

-Si claro, pero podemos comer junto al río.

-Lo que usted dese, yo estoy para cumplirlo.

Los dos nos sentamos en el pasto a la orilla del río y entre bocados de comida, platica y risas se nos fue la mañana, debíamos volver.

-Espere tiene algo en su mejilla Daniel.

Estrella se me acercó mucho que mi corazón latió tan rápido que sentía se me saldría del pecho.

-Listo, ya quedo limpio

Nos fuimos de regreso a la casa al llegar había un escándalo, Lorena la hermana de Estrella estaba haciendo un escándalo porque no me hablaban.

-Qué sucede aquí.

-Mi señor, estos sucios sirvientes me lo han negado, dijeron que no se encontraba.

-Así es, no estábamos hermana fuimos a dar un paseo y se nos hizo algo tarde.

-Hermana que bueno verte, necesito tu ayuda hay demasiados chismes y noticias sobre si dicen que yo te quiero robar a tu prometido.

Valla sionismo de esta mujer, sé que Estrella sabrá como manejarlo.

-Y por eso vienes aquí, a mi casa, a casa de mi prometido, qué esperas que piensen y digan si tu misma das de que hablar, vete a casa y dile a padre y a tu madre que te busquen un esposo ya estás en edad y si dejas pasar más tiempo te vas a quedar soltera, nadie va a querer a una vieja de esposa.

La mujer al fin se fue después de que Estrella le dijo que se está haciendo vieja, su cara fue la mejor ahora se que no me equivoque al elegirla como esposa.

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