SEBASTIAN VIAJA A PARÍS

ARIANA

Después de haber hablado con Amelia y de haberle llorado en la noche. En la mañana me levanté con unas ojeras terribles. Nos preparamos para salir a nuestro primer destino, unos de los museos más importante de Paris, el Museo del Louvre.

Al llegar al museo, no se si mi vista me falló, me pareció ver a Étienne. Cómo no sabía si era el, no le presté mucha atención hasta que llegamos a una de las obras y era él quien presentaba.

Era Étienne. Traté de esconderme en medio de mis compañeros hasta llegar al final del grupo.

— Amelia, acompañame a buscar un baño.

— Nos perderemos la explicación del muchacho pero vamos si es urgente.

Fui a buscar un baño con Amelia. Había un señor de seguridad en la entrada del museo. Así que fuimos donde él para que nos ayudara.

— Disculpe señor, ¿dónde encontramos un baño?— preguntó Amelia.

— Por allá hay un baño para damas.

— Señor, puedo preguntar si el joven que está explicando las obras se llama Étienne?

— El señor Étienne. Si es él.

— Me parecía conocido y él trabajaba aquí.

— Es hijo del dueño del museo.

— Ahhhmm. Gracias.

Tomé del brazo a Amelia.

— ¿Buscamos el baño para orinar o para esconderse? ¿Quién es Étienne?

— Si voy a usar el baño— entré al baño.

Nos unimos al grupo de mis compañeros. La mirada de Étienne se posó en mi cara. Él continuó hablando.

— Bueno chicos y chicas pueden realizar anotaciones y tomar algunas fotos antes de ir a la siguiente parada. A las 12 nos encontramos en el bus.

Étienne se acercó.

— ¿Ariana? ¿Qué haces acá?

— Étienne, que casualidad. Estoy en un viaje de mi universidad.

Miré su mano, había un anillo. Étienne también se había casado.

— Nos vamos Ariana— me decía Amelia.

—Si— Me despedí de Étienne.

Una mujer muy bonita saludó con un beso en la boca a Étienne.

Esto no me debe afectar. Yo también hice mi vida.

La mujer me miró de pies a cabeza.

— Tu cara se me hace conocida. ¿Eres la chica de Los ángeles?

No dije nada.

— Clarisa, por favor. Hay demasiada gente. No hagas esto.

La mujer me dio una bofetada. La vista de todos estaban en mi.

— Así que eres tú con quién me engañaba mi queridísimo esposo.

— ¿Qué te sucede? Es mi primera vez en París. Además, yo estoy casada.

— Él estaba comprometido cuando lo conociste en el crucero. Eres una zorra.

— No entiendo qué pasa, Étienne. ¿Estabas comprometido cuando nos conocimos en ese crucero?

Étienne no decía nada.

— Si muchachita, ese viaje fue su despedida de soltero. En cuanto vino nos casamos. Tenemos 3 años de casados. ¿O no Étienne?

Étienne tomó de la mano a Clarisa y la llevó a una oficina.

Yo me di la media vuelta, mis compañeros y mi profesor estaban con cara de asombro.

Caminé hasta el bus. Me siento doblemente traicionada por Étienne y Sebastián. Dos años de relación con Étienne, dos años que estuvo jugando conmigo, con razón no podía viajar a Los Ángeles y nunca quiso que yo viajase a París. He sido una estupida todo este tiempo. Y Sebastián, también me engaña y según la prensa, tiene embarazada a esa mujer. ¿Qué hago?

—¿Qué pasó ahí en el museo? Ese hombre fue tu novio o que pasó que no entendí nada— Amelia me preguntaba.

— Soy el hazme reír de todos. En redsocial circula la infidelidad de mi esposo y vengo a París por clases y me encuentro a primer novio por pura casualidad y su esposa cree que yo me metí con su hombre. Él nunca me dijo que estaba comprometido y menos que se había casado. Estuve dos años de novia de Étienne. Me siento, no sé cómo.

— Que maldito ese Étienne. Sin mencionar al otro desgraciado de Sebastián.

— Étienne pertenece a mi pasado aunque duele saber que solo fui un juego pero Sebastián— me quebré a llorar— a ese estúpido yo lo amo. Me casé obligada con él, el inicio fue frustrante porque amaba a Étienne y me habían obligado a dejarlo pero después de un tiempo Sebastián me enamoró con todo, ahora yo lo amo y me duele.

Amelia me abrazó. Bety subió al bus y al ver que Amelia me tenía abrazada, ella hizo lo mismo.

— No soy de muchas palabras e inclusive de amigas pero cuenta conmigo para lo que sea. Y si me dices que le dé una patada en las pelotas a ese estúpido, dímelo, que encantada voy.

— Gracias Bety pero no hay necesidad.

El día acabó rápido. Llegamos al hotel. En cuanto entré al cuarto, abrí mi laptop. Entré a redsocial, mientras se cargaba la página sentía mi estómago suspendido y me temblaba. Había un mensaje de Sebastián. Lo abrí.

— Ariana. Vine a París. Necesito que hablemos. Me contacté con la universidad y estoy ubicado en la habitación 505.

No contesté. Amelia entró.

— Voy a salir a dar un paseo nocturno. Tal vez no regrese durante la noche. Para que no te preocupes.

— Te acompaño.

— No te preocupes. Solo quiero salir de aquí. Sebastián está aquí mismo. Y quiero evitar encontrarlo, no me siento preparada para verlo.

— Está bien. Llévate mi celular, cualquier cosa te llamo desde el cel de Bety— tomé el celular y salí del cuarto.

Mientras bajaba por el ascensor y la puerta se abrió, ahí estaba Sebastián. Se sorprendió de encontrarme e igual yo me asusté porque lo último que quería era verlo.

Nos miramos fijamente uno al otro. Mi boca empezó a temblar y mis lágrimas salían sin parar. Caminé al frente como que tal no lo había visto, Sebastián me tomó la mano.

— Hablemos.

— ¿Quién eres tú? No te conozco.

— Por favor Ari, hablemos.

— No quiero. No quiero escuchar tus mentiras, no quiero verte— lo empecé a golpear en el pecho.

Sebastián me tomó de las manos y me abrazó con fuerza.

— Perdóname. Perdóname. Perdóname Ariana. Yo te amo.

— Tú no me amas. Para que hiciste que me enamorara de ti si al final no me amas. Eres cruel conmigo.

— Vamos afuera o a mi cuarto.

Me solté de su agarre. Empecé a correr hacia fuera del hotel. Sebastián corrió detrás mío. Me abrazó desde atrás.

— Soy un estúpido, perdoname. Ariana te amo.

— Me quiero morir. Eso deseo.

— Ariana. Déjame contarte cómo pasaron las cosas.

— Me dirás cómo le hacias el amor. Me dirás que ella está embarazada. ¿QUE DIABLO ME DIRÁS? NO TE QUIERO ESCUCHAR — le grité.

En un momento me sentí mareada. Sentía que mi cerebro palpitaba y me faltaba oxígeno. Sebastián me cargó en sus brazos y me llevó al hospital.

SEBASTIÁN

— La señorita Ariana, está estresada. Le di un calmante para que se relaje. Le haremos unos análisis de sangre para ver cómo está— decía el doctor.

— Gracias doctor.

Entré al cuarto donde estaba Ariana y ella estaba entre dormida, con una mirada triste.

El doctor entró con unos papeles en la mano.

— ¿Usted es su esposo, su pareja?

— Si. Soy esposo.

— ¿Y estaban planificando?

— ¿Planificando que?

— Usted o ella se cuidaban en la hora de tener sexo, a eso me refiero.

— Yo nunca me cuidé. No se si ella lo hacía.

— Bueno, ella está embarazada. Lo que no sé con exactitud es cuantas semanas tiene pero con una ecografía lo sabremos. Vamos a esperar que despierte para llevarla al área de radiología.

— ¿Embarazada? ¿Esta seguro doctor?

— Si. En cuanto ella se despierte por favor me llama— Asenté con la cabeza.

Mi cabeza se hizo un nudo. Las dos están embarazadas.

Más populares

Comments

Miraval 💃🇦🇲🇦🇲🇦🇲

Miraval 💃🇦🇲🇦🇲🇦🇲

Que buen papá y marido eres Sebastian, a cada hijo le tienes una mamá para que ninguna se canse....🤭🤣😶😕🇦🇲

2024-03-17

4

jesus paradas

jesus paradas

Que suerte tienes hija saliste de Guater mala para caer en Guater peor.

2023-09-28

4

Patricia Jiménez Narváez

Patricia Jiménez Narváez

Uuyyyyyyy pobre mujer salió de las brasa para caer a la candela

2023-09-05

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play