capitulo 19

Por la mañana, las bebés ya estaban cambiadas. Anoche decidimos darles alimentación mixta hasta que baje por completo la leche. Ya conozco un tanto las personalidades de las bebés. Primero, Bonnie es la más inquieta y duerme poco, pero anoche después de la fórmula durmió muy bien. Creo que es porque tenía hambre. Esta bebé reclama cuando necesita atención. Addison es la más tranquila y llora lo necesario cuando tienen pañal. Las dos se levantaron unas tres veces. Mi madre estuvo muy pendiente de las bebés y de mí. Me ayudó a levantarme en la mañana y caminé al baño para asearme. Me dolía un tanto la cesárea, pero con los medicamentos no estaba tan intenso el dolor.

Al cabo de un rato, llegaron todos para conocer a las niñas. Algo peculiar de ellas es que las dos nacieron con una mancha casi en forma de corazón en la espalda, igual que la mía. Podría quedarme horas viéndolas dormir y hacer muecas. Esta sensación no la podría describir, se tiene que vivir.

Ya llegada la tarde, llega la pediatra a examinar a las bebés. Dice que están en perfecto estado y nos pregunta: "¿Ya hicieron pipí y popo?" "Bueno, solo pipí", respondo. "Ok, hoy les darán de alta, pero solo hasta que las nenas hagan popo". Yo solo asiento y en cuanto la doctora sale, se escuchan dos estruendos. Eso avisaba que ya habían hecho popo. Me levanto con ayuda de mi madre y Bastian.

Al acercarme, Bonnie ya se estaba poniendo incómoda. Empezó a llorar y Addison la siguió. "Esperen mis pequeñas, ya mamá les cambiará el pañal". Bastian me pasó los pañales y las toallitas húmedas sin olor. Bonnie se puso frenética en cuanto la cambié. Mi madre la tomó para calmarla y ahora venía Addison, que estaba calmada. Le cambié el pañal y la tomé. Es tan pequeña y frágil.

Me senté. Ya me estaba empezando a doler la herida. Alimenté a las bebés y las cambié para nuestra salida. Ya la doctora nos había dado el alta. Montamos a las bebés en su silla del auto, pero cuando íbamos de salida, la doctora nos paró para que llenáramos el alta. Yo ya me quería ir a casa. No puede ser otra vez la misma sensación que aquel día. Me tranquilizó. Ya habíamos terminado todo el papeleo y nos dirigimos a la camioneta. Mi madre va en la parte delantera. Bastian maneja. Addison está a mi izquierda y Bonnie a mi derecha. Yo estoy en el medio para mayor control de las dos.

Cuando íbamos en camino a casa, Bastian hizo un movimiento brusco con la camioneta tratando de esquivar algo que había en la carretera. Yo revisé a las dos bebés y todo estaba bajo control. Al llegar a casa, nos esperaba toda la familia. Yo me quedé en la sala de estar un rato, pero ya no podía más, estaba cansada y las bebés ya estaban instaladas en su recámara. Pasé primero para ver cómo estaban y que no tuvieran nada alrededor. Todo estaba tranquilo, ellas seguían durmiendo.

Yo había comprado una cama colecho, pero no la armaron, así que puse a Bastian a que las instalara en fácil, una de cada lado de la cama. Intenté recostarme un rato, en eso empiezan a llorar las bebés. Ahora va a ser un poco más fácil agarrarlas y atenderlas. Mi madre me trae a la causante de todo este estruendo y es Bonnie. Yo las identifico porque una es más delgada que la otra, Bonnie es la delgada.

— Esta niña estaba que despertaba a su hermana, ya le cambié el pañal, estaba mojada — mi madre es un gran apoyo para mí, de verdad, sin ella no sé qué haría.

— Gracias, mamá, te amo.

— Yo también te amo, mi cielo.

Había terminado de atender a Bonnie y ya se había dormido. Se la entregué a Bastian porque venía Addison. Terminé de atenderlas a las dos y las acostamos a cada una en su cuna colecho. Ya ahora sí, por fin un poco de sueño. Dormí como creo yo que una hora. Bastian se levanta también cansado, me pasa a la bebé, le cambio el pañal y le doy un poco de pecho hasta que con el chupete que le di se quedó dormida. Bastian le compró unos chupetes en forma de pezón. Las dos estaban contentas con sus chupetes. Después se despierta Addison y hago el mismo procedimiento. Le ofrezco el chupete y en cuanto lo agarra se queda dormida. Creo que ahora sí puedo dormir. Después de esa hora, se levantaron una sola vez, como a las 3 de la mañana.

Habían pasado 15 días desde que nacieron mis bebés. Ahora les tocaba vacuna y visita con el pediatra. Ya estábamos en el pediatra y me pide que les quite la ropita a las bebés. Me dijo:

— Bueno, papás, la bebé Bonnie aumentó 400 gramos de su peso inicial. Ahora pesa 3,600 kg. La bebé Addison aumentó 300 gramos y ahora está pesando 3,800. Las bebés, para su edad, están en un buen peso.

Luego les midió la circunferencia de la cabeza y todo estaba en perfecto estado. Ahora venía la vacuna.

Creo que esas vacunas me dolieron más a mí que a ellas. El doctor nos dice que ahora sí le podemos dar un paseo corto. También, si quiero ir de viaje, lo puedo hacer con mucha precaución.

Llegamos a casa y mi madre estaba haciendo un almuerzo que olía muy bien. Mi padre se había ido a la empresa porque tenía que atender los negocios. Mi madre me dijo que cuando ella regrese a casa, yo debo hacer lo mismo. Yo le dije: "Claro, mamá. Cuando las niñas tengan como 6 meses, en ese momento me regreso a casa". Mi madre solo asintió y siguió en lo que estaba.

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