Puede ser...

...Celeste...

Cuando llegue a la guardia del hospital habían muchos pacientes para atender, cada uno de ellos fue trasladado con quien debía hacerse cargo y yo como médica general, trate enfermedades comunes... Pasada tres horas, entro un hombre llamado Vicente Foster sin dolencias aparentes...

-Señorita Ferrer, un gusto conocerla personalmente.

Celeste- ¿Disculpe?- No entendía su forma de hablar, ni que fuera una doctora famosa.

- ¿Es usted inteligente?

-¡Qué Imbécil! Me está ofendiendo.- pensé

Celeste- Lo mismo me pregunto de usted, ¿Qué quiere? - Soné malvada, incluso puedo decir que le sonreí ladeado.

Él se acercó demasiado a mi cara y me miró los labios

-Esto está mal, que asco - Pensé, mi mente quería sacar conclusiones, pero estaba muy alerta para hacerlo.

-Dígale a su enamorado Baker...

Celeste- No tengo nada que ver con él - interrumpí.

- Ojo por ojo, donde más le duele - prosiguió, ignorando mis palabras.

Celeste- Jajajaa Váyase al carajo, usted es tan cobarde que viene a amenazarme a mí, pero no se anima a enfrentarlo personalmente. - Que valiente te volviste Celeste.

- Por eso eres su debilidad, Siempre aguerrida - Sonrió y se fue, dejándome un extraño sabor en la boca.

Yo no soy aguerrida, si soy la debilidad de Federick es por amor, no por mi comportamiento, él me conoció indefensa e indecisa.

La noche siguió tranquila hasta que llegó una colega a informarme sobre un paciente que solo desea ser atendido por mí.

-¿Su nombre? - Pregunte con dudas.

- Federick Baker, todo un papucho - dijo la mujer y Se mordió el labio inferior.

Celeste- Concéntrate en otros pacientes y no termines comiéndote a nadie, no sabes quién es su pareja y puedes morir. ¡Dame sus síntomas!- estaba realmente enojada, sabía lo atractivo que era, pero ella debía cerrar la boca, incluso mirar para otro lado.

-Consultorio tres, y lo siento por tu esposo - se disculpó ella.

Agarre la tableta que me brindaba y finalicé la conversación.

Celeste- Que no vuelva a ocurrir. -Le advertí totalmente celosa, sin negar la relación.

Caminé hasta el lugar antes dicho y entré, él estaba mirando directo hacia mí, podía sentirlo.

- ¿En qué puedo ayudarlo? - Dije leyendo unos papeles, sin levantar la cabeza.

Federick- ¡Qué mal atiendes a tus pacientes! - Escuche su risita burlona

Celeste- solo veo tus dolores y pienso mandarte a diferentes especialistas, aunque matándote se termina tu lamento.- Estaba un poco celosa todavía y con razón, él estaba exquisitamente vestido y tenía un perfume mojador de intimidades

Obvio que él Fingió ofenderse por mis palabras y termino informándome lo que tanto había querido evitar, ponerme en riesgo junto a Máx... Sé que me advierte y puso al cuidado a su gente, pero eso no deja de dar miedo. Toda la valentía que poseía con el idiota orquestador de este problema, se fue.

Federick ya tenía un plan en mente, irnos con mi hijo a vivir en su casa, pero allí también está su esposa e hija y eso sería incómodo, más que nada por la niña, ya que sé que con la "esposa" todo es fingido.

Él se fue dejándome a sus hombres; ya no se escondían más, estaban a la vista pública, sin importar nada.

Durante el turno pensé en su propuesta y puede ser que acepte, ya que tendría mayor protección y sin mentir, podría ver que tan cierto es lo que me dijo, quiero comprobar yo misma que él solo finge un matrimonio, aunque si es lo contrario, me matará enseguida.

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