Capítulo 20

Capítulo 20

 

Unos días después.

 

El Rey llamó a Sir Cedric Wrofher, el hombre se encontraba muy nervioso, era la primera vez que ponía un pie en el Palacio Real y también era la primera vez que veía al mismísimo Rey Demonio en persona.

 

Mientras uno de los caballeros lo guiaba por los pasillos hasta el lugar en dónde el Rey lo esperaba, Cedric podía notar la mirada curiosa de los Demonios, era extraño ver un semi-humano en el Castillo que no sea la Princesa, ella podía pasar desapercibida por sus hermosos ojos brillantes de color rojo, pero Sir Cedric tenía los ojos de un tenue rosa, lo que significaba que no había heredado mucha sangre de su Padre.

 

__Es aquí, su Majestad el Rey lo está esperando adentro.__

 

Dijo el caballero con voz severa, se podía notar en su rostro que no le agradaba nada el tener que guiar a un mitad-humano por los pasillos del Castillo.

 

Cedric llamó a la puerta, unos instantes después pudo oír la voz del Rey ordenandole que entrara, entonces el hombre respiró profundamente y tragó saliva, sujetó el picaporte de la puerta con manos temblorosas y entró a la habitación.

 

__Cedric Wrofher el segundo hijo del Conde Wrofher se presenta ante su Majestad el Rey Demonio!__ (reverencia)

 

Zeker

__Así que eres tú… el hijo mitad-humano del Conde Wrofher__

 

Cedric

__Así es, Majestad.__

 

Zeker

__Escuché que apesar de no tener un maestro que te enseñara y no haber asistido a la Academia, aprendiste por tu cuenta e incluso eres más inteligente que muchos Demonios de tu edad, es éso cierto?__

 

Cedric

__Es cierto, su Majestad.__

 

Zeker

__Y lo aceptas tan abiertamente? Que siendo un mitad-humano eres más inteligente que muchos Demonios…__

 

Cedric

__Su Majestad si me permite, creo que cada persona tiene su facultad y ésta no tiene nada que ver con la sangre, yo nací con la capacidad de aprender con facilidad, puedo memorizar libros enteros con solo leerlos una vez… pero no soy bueno con la magia, mi Maná es insignificante comparado con el resto y no poseo fuerza física.__

 

Zeker

__En otras palabras eres un gusano débil. Está bien, no quiero tipos fuertes al rededor de mi hija… ya me basta con los tontos de mis hijos. Escucha Sir Cedric Wrofher.__

 

Cedric estaba nervioso.

__Si, Majestad.__

 

Zeker

__A partir de hoy estarás a cargo de enseñar a mi hija, la Princesa Yuriel Elizabeth de Bahar, si cometes algún error… será lo último que hagas en ésta vida. Quedó claro?__ (amenazante)

 

Cedric podía sentir el enorme poder del Rey, el aire a su alrededor era tan pesado que sentía que se asfixiaba, el Maná del Rey Demonio era mucho mayor del que imaginaba, sin duda sería su final si lo hiciera enojar.

 

__Entendido su Majestad, seguiré las órdenes del Rey y no cometeré ningún error__

 

Zeker

__Bien… mientras seas el maestro de mi hija te quedarás en el Palacio, si necesitas algo puedes hablar con el jefe de mayordomos, ahora puedes retirarte, los sirvientes te llevarán a tu habitación… pero antes, deja que Yuriel te vea, ella estaba esperando entusiasmada conocer a su maestro.__

 

Cedric

__Como ordene, Majestad.__ (reverencia)

 

Al salir de la oficina el mayordomo lo estaba esperando, saludo al invitado y le pidió que lo acompañara porque iba a guiarlo hasta donde se encontraba la Princesa.

 

Durante el trayecto Cedric se llenó de preocupaciones, y si a la Princesa no le agradaba? Los rumores decían que el Rey consentía a su hija más que a los propios Príncipes, incluso que ellos eran dominados por ella y que nadie se atrevía a ponerle un solo dedo encima, qué haría si la Princesa era una niña malvada y malcriada que solo quería torturarlo? Acaso lo habían traído para ser su juguete ya que era un maldito híbrido?

 

__Adelante, Sir Wrofher. Adentro se encuentra su Alteza la Princesa.__

 

Dijo el mayordomo señalando la puerta con una ligera reverencia, a diferencia del resto de los sirvientes el mayordomo trataba a Cedric como a cualquier invitado.

 

__Sí, muchas gracias… emm__

 

__Mi nombre es Abraham, señor. No dude en llamarme si necesita algo.__

 

Cedric estaba un poco abrumado por la cortesía del mayordomo, no estaba acostumbrado a que los Demonios mostrarán alguna clase de cortesía o fueran amables con él.

 

__De acuerdo, se lo agradezco… señor Abraham.__

 

__Sólo llámeme Abraham.

 

Dicho ésto el mayordomo llamó a la puerta y anunció al invitado, entonces ambos entraron.

 

Cedric no pudo evitar sorprenderse por la deslumbrante belleza de la Princesa, que a pesar de ser una niña de tan solo 10 años era incluso más hermosa que muchas jóvenes en el día de su debut.

 

Su abundante cabello dorado brillaba debido a la luz del sol que se filtraba por la ventana, hacía que se pareciera a una montaña de oro y sus ojos eran tan hermosos como dos grandes rubíes.

 

Ella se encontraba sentada en un sillón sosteniendo un libro color verde esmeralda entre sus pequeñas manos, a su lado derecho estaba un niño de cabellos plateados que lanzó una mirada amenazante al intruso, a Rael no le agradaba la gente desconocida.

 

Arelis que se encontraba sentado en un sillón del lado izquierdo dejó el libro bordó que estaba leyendo sobre la mesa y dio la bienvenida al invitado.

 

__Usted debe ser Sir Cedric Wrofher, el nuevo maestro de Yuriel__

 

Cedric estaba nervioso.

__Así es, su Alteza. Me presento soy Cedric Wrofher el segundo hijo del Conde Wrofher y a partir de hoy estaré enseñando a la Princesa Real, espero su amable cooperación__ (reverencia)

 

Yuriel sonrió y dejó el libro que sostenía sobre la mesa, entonces se puso de pie y caminó hacia el hombre.

 

Con una elegante reverencia y una amable sonrisa dijo.

__A partir de hoy Sir Cedric será mi maestro, por favor cuide de mí. Soy Yuriel Elizabeth de Bahar, es un placer conocerlo, Maestro.__

 

Cedric se sonrojó ligeramente, no esperaba una bienvenida tan cortés.

 

__Sí, es un placer Princesa.__

 

Todo parecía ir bien, a Yuriel le agradaba su nuevo maestro, ella más que nadie se encontraba muy ansiosa de conocer a Cedric, su cabello color verde esmeralda y sus ojos rosas eran muy bonitos, además era alto y bastante apuesto, ella pensó que se parecía a un elfo.

 

Abraham

__Entonces Princesa, Príncipes llevaré a Sir Cedric a su habitación para que pueda desempacar sus pertenencias.__

 

Yuriel sonríe.

__De acuerdo abuelo Abraham, gracias por traer al maestro a conocer a Yuri__

 

__Es mi trabajo Princesa, entonces Sir Cedric acompáñame por favor.__

 

Cedric

__Sí… me retiro, su Alteza Princesa Yuriel, Príncipes.__ (reverencia)

 

Ambos salieron por la puerta, en cuanto se fueron Rael comenzó a refunfuñar malhumorado.

 

__No me gusta!__

 

Arelis

__Qué no te gusta?__

 

Rael

__Ése tipo!__ (molesto)

 

Arelis

__No te tiene que gustar a ti sino a Yuriel__

 

Rael

__Aún así no me gusta! No me gusta! No me gusta!__ (berrinche)

 

Arelis (molesto)

__Deja de comportarte como un niño, me fastidias__

 

Yuriel

__A mi si me agrada el maestro Cedric~ vieron sus ojos color rosa como las flores de cerezo? Y su cabello verde como las hojas de los árboles? El maestro es como un elfo del bosque!__ (emocionada)

 

Rael

__Un elfo? Más bien un duende feo__

 

Arelis

__Los duendes son enanos… así como tú__ (se burla)

 

Rael se enfada.

__A quién llamas enano!? Arelis idiota!!__

 

Yuriel

__De todas formas, Rael tienes prohibido tratar mal al maestro… si lo haces le contaré a nuestro hermano Eriol que fuiste el que colocó un saco en su cama__

 

Rael (sorprendido)

__Yuri, cómo sabes que fui yo?__

 

Yuriel

__Vi cuando lo atrapaste en el jardín y también te vi reírte cuando el hermano Eriol regañó furioso a los sirvientes preguntando como es que se había colado un sapo entre sus sábanas.__

 

《Aunque mi hermano Eriol es bastante fuerte y serio, hay algo que detesta y son los sapos… le causan escalofríos y salpullidos en la piel》

 

Arelis

__Así que fuiste tú? Tanto deseas que nuestro hermano vuelva a encadenarte en el calabozo con las ratas?__

 

Yuriel

《Cuando ocurrió eso!?》(sorprendida)

 

Rael

__Se lo merecía por golpearme!!__

 

Yuriel

__Entonces Rael promete ser amable con el maestro Cedric?__

 

Rael hace un puchero molesto.

__ … De acuerdo, intentaré no ser tan malo con ése tipo__

 

Yuriel

__No es "ése tipo" Rael, es el "maestro Cedric"__

 

Arelis

__o "Profesor"__

 

Yuriel

__Sí también, el "profesor Cedric" vamos Rael repite conmigo "Pro-fe-sor Ce-dric"__

 

Rael mordió su labio inferior mientras fruncia el ceño.

__Pro..fesor Ce…dric, Profesor Cedric! Está bien!? Ya lo dije!__

 

Yuriel sonríe.

__Muy bien! Yuri te dará un pastel de chocolate como recompensa~__

 

Rael

__De verdad!? Genial~__ (emocionado)

 

Arelis

__Vaya Tonto.__

 

Rael

__Qué dijiste!?__ (molesto)

 

 

~♡~

 

 

En el Reino de Airis.

 

Ya habían pasado varias semanas desde que se habían llevado a Adrián a la Torre de los Magos, Héctor estaba muy preocupado, tanto que no paraba de caminar en círculos esperando noticias sobre su hermano.

 

Mientras Héctor daba vueltas por el jardín uno de sus hombres llegó del Palacio y se arrodilló ante el Príncipe Heredero para informarle que Adrián se encontraba ahora mismo teniendo una audiencia con el Rey.

 

Héctor se apresuró de inmediato en ir a comprobar el estado de su hermano, pero al llegar a la puerta los guardias no le permitieron entrar.

 

Héctor

__Necesito ver a mi Padre.__

 

__Lo siento, su Alteza. Pero el Rey ordenó que nadie lo interrumpiera, incluso si se trata del Príncipe Heredero no puedo dejarlo pasar.__

 

Al Príncipe no le quedó más remedio que esperar pacientemente fuera del salón a que terminaran de hablar.

 

Mientras tanto Albert le presentaba al Rey su nueva mascota, un perro de caza obediente y sumiso.

 

Adrián permanecía parado en el centro del salón con una mirada perdida, estaba fuera de si mismo, en su mente él se encontraba dentro de una oscura y densa niebla junto a una espeluznante "Yuriel" que se posaba en su espalda como una araña gigantesca que constantemente se mantenía susurrandole al oído sus lamentos mezcladas con órdenes que provenían del Mago, Adrián invadido por la culpa y la tristeza se veía en la obligación de obedecer, y hacer todo lo que quería ésa criatura que él creía era su amada "Yuriel".

 

Rey

__Dices que ya no causara problemas? Estás seguro? No se liberará y armará un alboroto como hace siempre?__

 

Albert

__Puede estar seguro que no lo hará Majestad, el hechizo en el que está es uno de los más fuertes que poseo por el momento, lo he perfeccionado con la ayuda de la joya que coloqué en el cuello del Príncipe.__

 

Rey

__Joya?__

 

En el cuello de Adrián había un collar cuyo colgante era una joya triangular de color rojo.

 

Albert

__Esa joya está hecha de un cristal mágico muy raro y puro, además… fue impregnada con la sangre y poder de uno de los Demonios más fuertes de la historia, el primer Rey Demonio Azura Remont de Bahar, su Majestad.__

 

Rey

__Y cómo es que tal artefacto peligroso llegó a tus manos?__

 

Albert

__Tengo mis fuentes…__ (sonríe)

 

 

Rey observó un poco desconfiado.

__Si dices que podrá controlar a mi hijo te creeré, hasta ahora no mes has fallado.__

 

Albert

__Ni está en mis planes hacerlo, mi Rey.__ (reverencia)

 

Rey

__Entonces puedo darle una orden y hará lo que le diga sin quedarse?__

 

Albert

__Lastimosamente solo obedece mis órdenes por el momento, su Majestad.__

 

Rey

__Vaya mierda… bueno, no importa mientras tenga una correa en su cuello me basta. Ya puedes llevártelo, que su Madre y su hermano no lo vean, sería molesto… aunque creo que a la Reina incluso le daría gusto, cada día está más loca JAJAJA__

 

Albert se ríe.

__Entonces me lo llevaré de regreso a la Torre, Su Majestad.__

 

Rey

__Si hazlo, no lo quiero cerca. Es espeluznante verlo tan tranquilo y sin romper nada.__

 

El Mago se despidió del Rey y salió del gran salón junto a Adrián, en la entrada se encontró con el Príncipe Héctor quién corrió hacia su hermano apenas lo vió, él le preguntó si se encontraba bien y lo llamó varias veces por su nombre al ver que no respondía, Héctor al notar los ojos nublados de Adrián comenzó a sacudir sus hombros con fuerza para intentar despertarlo, pero no hubo resultados.

 

Furioso volteó hacia el Mago y con un tono amenazante le preguntó.

 

__Qué le hiciste? Qué le has hecho a mi hermano!?__

 

Albert

__Tranquilo su Alteza, no le he hecho nada al Príncipe que su Majestad el Rey no haya permitido.__ (sonríe)

 

Héctor

__Desgraciado__

 

Albert

__Su Alteza, debería controlar su temperamento y su boca… o podría terminar como su querido hermano.__ (sonríe)

 

Héctor

__Me estás amenazando?__

 

Albert

__No, como me atrevería… solo fue una sugerencia de éste humilde súbdito que desea el bienestar de su futuro Rey.__ (reverencia)

 

Héctor

__Eres un bastardo arrogante.__ (molesto)

 

Albert

__Vaya… esas palabras me recuerdan a lo que solía decirle el Príncipe Adrián, es coincidencia? Jajaja__

 

Héctor se puso furioso.

__Cómo te atreves!?__

 

Albert

__Aunque me gustaría seguir con esta conversación tan entretenida, necesito llevar al Príncipe Adrián de vuelta a la Torre.__

 

Héctor

__Qué? No te dejaré.__

 

Albert

__Son las órdenes de su Padre, el Rey.__

 

No importaba lo furioso que estuviera Héctor, las órdenes del Rey eran absolutas, desobedecer era igual a cometer traición, no le quedó más remedio que apretar los puños y apartarse del camino, el Mago soltó una pequeña risita y se marchó, Héctor observaba lleno de frustración como se llevaban a su hermano.

 

__Voy a liberarte, Adrián. Lo prometo, tu hermano hará lo que sea.__ dice con una mirada sombría.

 

~♡~

 

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