En el Reino de Airis.
El viejo Rey estaba sentado en su brillante trono hecho de oro y joyas, a ambos lados sus hijos el Primer Príncipe y actual Príncipe Heredero Héctor Eleonor vos Airis y a la izquierda el Segundo príncipe Adrián Lion von Airis, actualmente 15 años.
Las gigantescas puertas del salón se abrieron y un hombre encapuchado camino hasta los pies del gran Trono, entonces se quitó la capucha y se arrodillo frente al Rey.
__Saludos al Sol de nuestra gloriosa Airis, Albert Greinhart saluda a Su Majestad el Rey y a los Príncipes__
Rey
__Oh… Albert, estas de regreso y… dime, ¿obtuviste alguna información interesante en tu viaje? __
__Por supuesto, Majestad… nuestra búsqueda ha terminado, encontré a nuestra nueva “Santa” __ (sonríe)
Rey
__ ¿Es eso cierto, Albert?__
__Así es, Su Majestad… se trata de la segunda hija del Rey Demonio, Yuriel Elizabeth de Bahar que actualmente tiene 5 años. __
Adrián frunció en ceño al escuchar el nombre de “Yuriel”, el Rey Demonio le había puesto a la Princesa el nombre de su primera hija, quien ya estaba muerta y eso le molesto un poco al Joven Príncipe, porque parecía que la habían olvidado y traído un reemplazo.
Rey
__Vaya, eso sí que es algo muy interesante… Y dime, ¿ya pensaste en cómo podremos tener a esta niña también? __
__Por el momento será imposible, las defensas del Palacio del Rey Demonio son bastante extremas, parece que esta vez no será tan fácil como la última vez… apenas logre escapar del Primer Príncipe, ese hombre es un monstruo… podía sentir su sed de sangre y Maná a kilómetro, por unos momentos sentí miedo por mi vida. __ (sollozo)
Rey
__Déjate de tonterías y encuentra la forma de obtener a la niña, ella debe ser de Airis. __
__Buscaré la forma, Majestad… pero llevará mucho tiempo, como sabe el Rey Demonio no estará dispuesto a perder a esta hija, además cabe mencionar que la niña es bastante lista… ella corrió apenas me vio, fue extraño… su rostro era idéntico a la de la anterior “Santa” y su Maná también era muy parecido. __
《También dijo algo muy extraño “No quiero volver” ¿A qué se refería?》
Rey
__Por supuesto que son parecidas, ambas tienen la misma asquerosa sangre de Demonio… No importa el tiempo que lleve, esa niña… la quiero en mis manos. __ (serio)
__Como ordene, Su Majestad. __ (reverencia)
La audiencia terminó, el Mago y ambos Príncipes se retiraron de la sala dejando solo al Rey, cuando las puertas se cerraron y los tres estaban afuera, Adrián se dirigió hacia Albert y con una mirada fría le preguntó.
Adrián
__Espera, dime… ¿dijiste que el rostro de la Princesa era idéntico al de Yuriel?__
Albert
__ ¿Porque? ¿El Segundo Príncipe está interesado?__
Adrián (molesto)
__ ¡Responde!__
Albert
__… Así es, como sabe su Alteza… yo fui uno de los Magos que se encargó de cuidar de la Santa, la he visto crecer desde que era una bebé y puedo asegurar que ambas son dos gotas de agua… su apariencia quizás confunda a su Alteza y lo lleve a cometer un error nuevamente. __ (serio)
Adrián se enfureció y lo sujeto del cuello con mucha fuerza, lo acorralo contra la pared y miro con ojos afilados mientras apretaba los dientes, Héctor corrió hacia su hermano e intentó detenerlo.
Héctor
__Adrián, si armas un alboroto nuestro Padre se enfadara, recuerda que aun estas bajo vigilancia… por favor, libéralo. __ (preocupado)
Él no hizo caso y siguió apretando con más fuerza, la personalidad de Adrián era cada vez peor, siempre estaba furioso y molesto, era violento e inestable, todos tenían miedo de acercarse porque decían que se había vuelto una bestia salvaje y perdido la cabeza debido a la bruja que lo había hechizado, pero la verdad era que Adrián se sentía triste y frustrado por no haber podido salvar a la mujer que amaba, se culpaba por la muerte de Yuriel y vivía atormentado por los recuerdos del pasado, además de que todo el mundo le recordaba que era una decepción como Príncipe y su Madre la Reina, solo lo llamaba para golpearlo y descargar su ira, el único que no tenía miedo de él y permanecía a su lado soportando los malos tratos, y las palabras hirientes que Adrián escupía, era Héctor.
Héctor se aferró al brazo de su furioso hermano.
__Adrián, por favor… no empeores más tu situación. __
Los ojos dorados de Adrián miraron el rostro sonriente del Mago, a quien le parecía divertida la situación y no estaba para nada preocupado, ya que podría liberarse en cualquier momento usando Magia, lo que Albert quería era que el Príncipe se metiera en problemas, la razón era porque todos los Magos de la Torre lo odiaban por haberles hecho perder “su preciada fuente de Maná”.
Adrián lo sabía y por ese motivo los despreciaba con todas sus fuerzas, los Magos trataban a Yuriel como si fuera su juguete, un objeto preciado que no querían que nadie tocara…
__ ¡Tsk!__
*Liberar*
El Mago sonrió, era una sonrisa burlona… al final el Segundo Príncipe tenía un poco de inteligencia, hoy no sería castigado… “es una pena” pensó Albert mientras acomodaba su ropa y hacia una reverencia antes de retirarse, aunque había sido estrangulado de esa manera el hombre se fue caminando como si nada, eso era porque estaba usando una barrera de Magia en su cuerpo.
Héctor frunció el ceño molesto.
__Ese bastardo, te provocó a propósito… quería que te metieras en problemas. __
Adrián apretó los puños y golpeó con fuerza la pared rosando el rostro de su hermano, quién se quedó paralizado por la repentina acción de Adrián.
__ ¡No vuelvas a darme órdenes! Sigues actuando como mi hermano mayor cuando te dije miles de veces que no lo hicieras, la próxima vez… Te mataré_ (amenazante)
Dicho esto Adrián se marchó, dejando a Héctor perplejo… él suspiro por la complicada personalidad de su hermano pequeño.
__ ¿Cuántas veces dijo lo mismo? Si quisieras matarme ya lo habrías hecho, hermanito. __
Adrián caminó por los pasillos del Palacio dirigiéndose al cuartel de los Caballeros, quería usar el campo para entrenar y liberar la furia que sentía, todos los sirvientes y guardias evitaban hacer contacto visual con él, aunque sí lo saludaban con una reverencia porque a pesar de ser un loco, seguía teniendo el título de Segundo Príncipe.
El chico podía sentir las miradas de decepción y risas burlonas, todo el mundo lo tomaba como una desgracia… solo tenía 15 años y ya se sentía como si estuviera en un foso sin fondo.
~♡~
En el Reino de Verzeine.
La pequeña Princesa acababa de despertar, habían pasado varias semanas del incidente y la protección del Palacio aumento por órdenes del Rey, Yuriel ya no podía ir al bosque y debía estar acompañada por un escolta durante todo el día, a no ser que estuviera en su habitación, con el Rey o con alguno de sus hermanos.
Los escoltas se veían aterradores, todos tenían rostros serios y no sonreían, por más que la niña intentara hacerlos reír no había resultado, eran como témpanos de hielo.
__ ¡Qué aburrido! __
Se quejó la niña mientras soltaba el Libro de cuentos que estaba leyendo sobre la mesa, sus hermanos más pequeños se encontraban en sus lecciones, Raizer y Eriol habían ido a los territorios del Norte, su Padre estaba trabajando y ella no tenía con quien jugar.
__Princesa, ¿Qué le gustaría hacer?__
Pregunto Leila, Yuriel suspiro y respondió desanimada.
__Salir afuera… __
__Sabe que su Majestad le dijo que no podía salir, ¿porqué no sigue leyendo su Libro hasta que los Príncipes terminen sus lecciones?__
__El Libro es aburrido… es un cuento infantil, Arelis y Rael estarán libres dentro de unas dos horas, no puedo esperar tanto.__
__Entonces, ¿Qué podría hacer, Princesa? __ (preocupada)
__ ¡Ya se! ¡Ya se con quién puedo jugar! ¡Iré a ver a mi Madre!__ (emocionada)
__ ¿¡La Reina!? No creo que sea buena idea, Princesa… __ (preocupada)
__ ¡Vamos! ¿Dónde estará mi Madre? __
Yuriel no hizo caso a las palabras de Leila y salió de su habitación a buscar a la Reina, el escolta fue tras ellas, después de varios minutos de búsquela la encontró disfrutando una taza de fragante Té cerca del jardín, la niña observo en secreto la hermosa apariencia de la Reina, su cabello plateado revoloteaba en el viento y brillaba con el reflejo del sol, sus ojos parecían rubíes tan brillantes como joyas preciosas y llevaba puesto un elegante vestido color vino, Yuriel trago saliva, su madrastra era realmente una belleza… podía entender porque su Padre no logro evitar tener tantos hijos con ella… ¡Era hermosa!
La Reina se percató de que alguien la estaba observando, miro a su alrededor y vio a una pequeña niña tratando de ocultarse detrás de uno de los pilares, a Regina le dio gracia que aunque la niña había escondido su cuerpo, sus cabellos dorados estaban completamente a la vista.
Regina
__Princesa, no debería estar aquí… Su Majestad le dijo que no debía poner un pie fuera del Palacio. __
Yuriel
__No estoy fuera del Palacio, ya que el Jardín sigue siendo parte del Palacio. __ (sonríe)
Regina
__Es verdad… Zeker no contó con que seas tan lista, entonces ¿Qué haces aquí?__
Yuriel
__Pensé que Madre estaría aburrida, así que vine a verla. __ (sonríe)
Regina
__Supongo que te aburrías estando sola en tu habitación, puedes sentarte. __
Yuriel
《No puedo engañarla, además de ser una mujer hermosa Madre es realmente inteligente》
__ ¡Muchas Gracias! Entonces Yuri se sentara junto a mi Madre. __ (contenta)
Regina
__Sirvan una taza de Té a la Princesa y tráiganle algunos bocadillos. __
Los sirvientes que estaban alrededor obedecieron, una le sirvió un dulce y fragante Té de frutas, el sirviente trajo una bandeja con pasteles y los dejo sobre la mesa, Yuriel se los comió con mucha emoción, mientras la Reina observaba con atención las expresiones de la niña, sus hijos no eran muy expresivos así que ella no sabía lo que estaban pensando, pero Yuriel era completamente abierta y expresiva, Regina se preguntaba si todos los niños humanos eran así.
Yuriel
__Madre, el pastel está muy delicioso, mi Madre debería probarlo también.__ (sonríe)
Regina
__Princesa, ¿porque sigue llamándome “Madre”?, yo no soy su verdadera Madre.__
Yuriel
__Lo se… Lo siento, dejare de hacerlo si a la Reina de molesta. __ (triste)
Regina
__No me molesta, puedes llamarme Madre si eso te hace feliz. __
Yuriel
__ ¿¡De verdad!? Muchas gracias, Madre. __ (contenta)
A la Reina le seguía pareciendo una niña muy extraña, no entendía porque se sentía tan feliz y sonreía de esa manera solo por llamarla “Madre”, cuando sus hijos y su esposo no tenían interés en ella, la niña con la que no tenía relación sanguínea alguna la seguía buscando…
Yuriel (apenada)
__Madre, ¿Puedo pedirle un favor?__
Regina
__ ¿Qué es? ¿Quieres vestidos nuevos? ¿Accesorios?__ (seria)
Yuriel
__P-puede llamarme por mi nombre… ¿una vez? __ (tímida)
Regina
《Que niña tan extraña… 》
__Yuriel, no comas demasiados dulces… no son buenos para tu cuerpo. __
Yuriel
__ ¡De acuerdo, Madre!__ (sonríe)
La Reina se sintió un poco extraña, desde niña le habían enseñado que los humanos eran seres inferiores y llenos de artimañas, tenían pensamientos retorcidos y siempre estaban planeando algo, por lo que debía ser muy cautelosa con ellos, pero… ¿Cómo esa niña que se veía tan adorable podría volverse un ser retorcido?
Al igual que Elise que siempre le sonreía al verla, ésta niña era igual a su Madre… ingenua e inocente… y a la vez también muy linda y adorable.
Zeker
__Yuriel, qué haces aquí?__
De repente el Rey Demonio apareció detrás de ambas.
Yuriel
__Padre! Estaba pasando tiempo con mi Madre~__ (sonríe)
Zeker
__No te dije que no debías salir del Palacio? Y tampoco deberías molestar a Regina, volvamos adentro.__ (suspira)
Yuriel
__Ah!! Pero… __ (triste)
Regina
__No me molesta.__
Zeker
__Qué?__
Regina
__La niña no es una molestia, así que puedes dejarla y regresar a tu oficina, Majestad. __
Yuriel se puso muy felíz al oír a la Reina.
__Escuchaste Papá, a mi Madre no le molesta~ entonces me quedaré aquí.__
Zeker parecía confundido, Regina ni siquiera pasaba tiempo con sus propios hijos.
__En ése caso también me quedaré, hace mucho no bebemos una taza de té, Mi Reina.__
Regina frunció el ceño molesta, que la llamara “Mi Reina” le resultaba muy desagradable.
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