capítulo 17

El día lunes en el que Damián regresó al trabajo, su cabeza estaba en otra parte. La repentina noticia que había recibido por parte del doctor el día domingo lo dejó desorientado y con miedo.

En su niñez pensó que una familia era lo más increíble que uno tenía, en la cual apoyarse siempre que necesitaba un abrazo por la tristeza, pero a medida que crecía su pensamiento que una vez pensó que era lo más increíble cambio. Podría tener una novia, pero no llegaría a la parte de tener hijos.

Aunque también no tuvo novia.

Cuando se convirtió en un adulto, aún seguía soltero sin tener el pensamiento de casarse y formar una familia alguna vez.

Ni tener una relación.

Su único enfoque era el trabajo diario que realizaba en la compañía. Por lo que mientras sus compañeros de trabajo tenían novia él solo realizaba papeles, mientras algunos se casaban él aún seguía trabajando, mientras ellos traían un niño al mundo él seguía trabajando…

Solo cuatro palabras podrían describir la vida diaria que Damián tenía antes de venir a este mundo, la cual es 'Casado con su trabajo'.

Su trabajo era lo más parecido a una familia que lo esperaba siempre, eso es lo que suponía y decía.

Cada vez que una persona le preguntaba sobre si tenía una novia, Damián decía. "Si mi novia es mi trabajo".

Por lo que siempre priorizo el trabajo que una relación. 

Hasta el día en que viajó al mundo de la novela nunca tuvo una relación de piel a piel con un hombre o mujer.

"¡¡¡Damián!!!".

Damián salió rápidamente de los pensamientos que tenía en su cabeza.

"¡¿Eh?! Si".

Damián vio su cuerpo viendo la figura de una mujer, la cual es Luna, la persona con quien tuvo su primer trabajo limpiando un apartamento.

"Te ves muy distraído en todo el día de hoy". Luna comentó con algo de naturalidad mirando a Damián.

"¡Eh!. ¿Distraído?... si tengo la cabeza en otro lado".

"Está bien".

Damián quería preguntar algo, pero no lo hizo, miró distraídamente las personas que salían del trabajo para ir a casa.

"Vamos, yo te acompaño hasta la parada". Luna le hizo señas para salir juntos.

Damián no quería molestar en algo así, de manera Cortés la rechazó. 

"Lo siento, yo puedo ir solo". 

Con una sonrisa ligera vio cómo Luna fruncía el ceño.

"Damián, la puedes estar cerca, así que no me rechaces".

Damián suspira con resignación. "Está bien".

Ambos comienzan a salir del trabajo, Luna lleva a Damián justo en la parada de autobús. Cuando llega el autobús ambos se despiden y Damián se sube.

"Adiós".

"Adiós".

Cuando Damián ya está dentro del autobús, mira los asientos disponibles que hay, en el que casi la mayor parte están ocupados por personas.

Se sienta en un asiento casi por último puesto, cuando se siente solo cierra los ojos tratando de descansar.

'¿Qué habría hecho?'.

Damián piensa mientras aún está cerrado sus ojos, meditando sobre ser padre soltero.

Abrió los ojos mirando la ventanilla con ojos ligeramente rojos. 

'Esperaba que fuera un sueño… pero no lo es'.

Cuando Damián salió de sus pensamientos se dio cuenta de que habían pasado la parada en la que siempre bajaba.

"Mala suerte".

Bajo del bus rápido, por lo que tuvo que caminar hasta su casa. No le importó caminar porque aún estaba distraído en su mente.

Miro que había pocas personas que pasaban por la noche, algunas son padres o madres con sus hijos.

'Se ven bien'.

Damián tenía dudas de si tener lo o no. Por un lado, mirando, siente que sería bueno tener a alguien de la misma sangre a quien decir familia y apoyarse mutuamente.

Pero también está el pensamiento en el que como será su futuro, si trae al bebe sin nada… puede trabajar para ganar dinero, aunque no sabe si será alguien que sea positivo para la vida del no nato.

"Tengo… miedo…".

La idea de estar embarazado siendo hombre es muy aterrador, aún más sin tener apoyo de una familia.

'Hermano'.

Al llegar al cuarto de habitación no tenía el ánimo para cocinar o bañarse, aún solo se arrojó a la cama para descansar.

Damián se quedó dormido sin darse cuenta.

Se movía en la cama aún dormida, murmurando palabras bajas.

"Hermano… te extraño…".

"Mamá".

Damián sentía frío, pero estaba confundido porque estaba antes en la cama.

"Damián no estés distraído".

Aquella voz que alguien había oído lo dejó paralizado, no quería moverse.

'¿Hermano?'.

"Bebé porque no miras a tu hermano".

Damián se sintió confundido por esta voz nueva, no puede recordar bien de quién es, pero algo que sabe es que alguna vez la escuchó.

'¿Quién es la persona de esta voz?'.

No sabe de quién es esa voz, aun así se sintió bien escucharla.

Damián levantó la cabeza viendo a la persona que jamás esperó ver de nuevo en su vida.

Los ojos de Damián se enrojecen gradualmente viendo a la persona que escuchó primero. "¿Hermano?".

La persona que es muy parecida a Damián le dijo. "Mmm".

La mujer a lado miro a Damián un poco preocupada. "¿No te sientes bien?".

Damián miró a la mujer que aún no había reconocido. 

"Eh".

Ella pasó una mano acariciando el cabello de Damián como si fuera un niño pequeño.

"Podemos regresar a casa, le diremos a mi mamá que hay un contratiempo".

'¿La conozco?'.

Damián no se acordaba de quién es la mujer que tiene delante de él.

"Mamá, no te preocupes Damián debe de haber tenido un mal sueño".

Damián escuchó las palabras de su hermano, miró a la persona que es su madre con ojos rojos en lágrimas.

'Mamá…'.

'Mi mamá'.

Damián miró de manera más detallada viendo a una mujer hermosa que sonreía de manera dulce y cálida.

Damián tentativamente mordió un poco su lengua, con pequeñas lágrimas que querían salir, dijo. "¿Mamá?".

"Sí". La sonrisa suavemente le dio como una sensación de seguridad.

Damián la llamó de nuevo. "Mamá".

Aun así ella respondió. "Sí".

"Mamá… hermano".

Damián movió la cabeza hacia su hermano, que se veía algo más joven de lo que lo había visto antes.

 No tenía ninguna cicatriz en su rostro.

Feliz, esa es la palabra que siente ahora.

Viendo a su madre y hermano vivos. 

Esa es la respuesta que dio de inmediato Damián al no ver la cicatriz en el rostro de su hermano. "Hermano te ves guapo". 

"Siempre lo he sido".

Damián elogió de manera continua.

La madre de ambos chicos se reía por la forma en que hablaban ambos niños.

"¿Bebé no cree que mamá también es muy hermosa?".

Damián miró a su mamá con una brillante sonrisa. "Mamá es la más hermosa madre de todo el universo".

Estaba diciendo de manera alegre todo lo que siempre ha querido decir.

"Hermosa". Fue lo que dijo el otro hijo.

La madre se sintió halagada por las palabras de sus hijos "He, he, he".

"Tengo dos hijos muy halagadores". La madre abrazó a sus dos hijos.

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