capírulo 14

En la habitación de un hotel, en la cama, hay una mujer con pijama dormida de manera pacífica.

Pronto el sonido de órbita comenzó a sonar, la mujer parecía levantó una ceja sin abrir los ojos, algo molesta por ser levantará en la mañana.

(Órbita es un tono, aunque es orbit, pero me gusto más la palabra órbita)

La mujer de manera un poco molesta se levantó mirando quien es la persona que estaba perturbando su sueño, pero al ver el nombre su cara cambió de inmediato ya no estaba molesta, sino que hay una sonrisa suave y hermosa en su labio.

"Cariño".

La otra parte también respondió de manera simple. "Despierta hoy debemos ir al hospital cariño".

La chica se sintió algo molesta por alguna razón.

"Está bien, en unos minutos ya me prepago". La chica dijo mirando la hora de manera rápida.

'Aún falta tiempo'. 

"Ok".

En el hospital A.D.H., recién había llegado Damián mirando de manera rápida a todos los que entraban y salían.

"Siempre hay que dar un paso para todo". Retomó su caminar dentro del hospital en donde esperaba su turno.

La cita médica es a las diez, por lo que Damián había venido unos minutos antes.

Por lo que busco en donde le tocaba ir, pero no sabía dónde estaba. Por lo que Damián tuvo que preguntar en dónde estaba.

Le dieron la información de como llegar a la sala que le toca la cita, aunque resulta que estaba cerca, por lo que fue sin ninguna demora. Al llegar miro la hora en la pared, viendo que aún faltaba dos turnos para que le tocara.

Al estar esperando sentado se sintió aburrido, esperando después de unos minutos ya es su turno.

En lo que bostezo, se levantó para caminar a la consulta que le toca.

Al entrar saluda al doctor. "Buenos días".

El doctor señaló la camilla cercana para que se sentara allí. "Siéntate que ya te reviso, además que se le ha sacado una muestra de sangre".

A lo que Damián asintió, caminando, después se sentó. Para que el médico lo verifique.

El procedimiento fue rápido por lo que solo faltaba sacar la sangre con la jeringa.

"No dolerá nada". Lo dijo el doctor mientras limpiaba el área del brazo de Damián que será pinchado para extraer la sangre.

"Sí". Damián vio la aguja de la jeringa por lo que respiro hondo, se prepara mentalmente, pudo sentir la aguja que pincha su brazo.

El hormigueo que sintió tanto sacando sangre como sacando la aguja, dejo un algodón húmedo de alcohol en el brazo

"Vez fue rápido, presionadlo por un momento hasta que ya no salga sangre". El doctor lo dijo mientras dejaba de manera segura la jeringa con sangre en una mesita con sus herramientas.

"Sí". Dijo Damián tratando de no ver su propia sangre roja.

El mareo vino por lo que se quedó inmóvil esperando que pase rápido.

"Puedes venir en la tarde para poder explicarte al igual que darte las hojas de tus resultados médicos resultado de tu examen médico".

Se levantó de la camilla. "Sí".

Damián salió de la sala médica, caminó solo hasta afuera para sentar sé en una banca café claro con árboles, pequeñas flores que hay alrededor.

"Espero que los resultados no sean tan malos". 

Bajo la cabeza un poco mirando sus zapatos por un momento. Para que poco después una persona le tapaba la luz de delante dejando ver una sombra.

Escucho una voz que conocía pero a la vez irritante. "¡¿Qué haces aquí?!".

Damián levantó la cabeza hacia la persona que le había preguntado.

Con ojos serenos miro a la persona que no es de su agrado. 'Es un hospital qué más haría'.

"¿Por qué siempre que te veo estás cerca de mí?. Me estás acosando". Aquella persona lo dijo de manera fría mirando a Damián con asco.

Damián sentía que su cabeza estaba adolorida por esta persona que parece que tiene un ego alto sobre el mismo.

'Es bueno sentirse amado por ti mismo, pero no debes exagerar'. Explicó sin decir una palabra.

Damián se levantó de la banca que ha estado sentado por pocos minutos, para irse sin hablar con esta persona que es un infiel de todo los sentidos. 

"¿Cómo vas hoy en día?". Elber Sykes le preguntó a Damián sentándose en la banca en la que Damián estaba antes.

Damián lo ignoró para irse, pero se detuvo al escuchar unas palabras irritantes…

"Es bueno ver que la basura aún está bien, ¿pero hasta cuándo estarás bien?".

Damián se dio la vuelta, un momento, sus ojos miraba con fiereza el rostro de Elber sin nada de contemplación o cortesía. "Puede que yo sea una basura, pero tú que eres, además de ser un egocéntrico bastardo infiel…".

Damián quería seguir para insultarlo, pero no podía seguir, no quería que el bastardo de Elber enviara a alguien para secuestrar lo y enviarlo a nadar con los peces.

No sabe nada en el mar, además que basta con las personas que les gusta nadar con peces.

Pero él no.

En las novelas, cuando un personaje está en contra de uno de los protagonistas, nada bueno sale.

Solo hay un resultado, el cual es una vida o muerte miserable y espantosa.

Pero Damián solo quiere una vida sin ningún problema, para eso no quiere tener ningún contacto con la familia Lennox, los Sykes, los protagonistas y el villano.

Los cuales serían el mayor problema.

Si no hay ningún contacto seguro que no será arrastrado por la trama, en la que puede crear problemas.

Damián pensó un momento. "Yo…". Siente como si quisiera vomitar.

'No, no actuase como el té verde de alguna novela'.

Cambió sus palabras. "Nada más estoy de paso".

Damián se giró, caminó rápido para no quedarse más tiempo con alguien molesto.

"Damián…". La voz de Elber se hacía cada vez más baja.

Hasta que Damián no escuchó ningún suspiro, porque ya estaba muy lejos de donde está Elber.

"Tengo mala suerte encontrándome con él".

Suspiro.

Damián se fue hacia otra parte para no estar cerca, hasta la hora que sería en la que debería de ir al doctor sobre los resultados.

Por el momento estará mirando las calle o en alguna tienda para no estar aburrido.

Presto atención a los puestos en los que venden comida para ver si hay algo que quiera.

Hay una gran variedad de comida cerca que Damián ve apetitosa, pero aun así no le atrae mucho aún.

Los dueños de los puestos de comidas ambulantes que promocionan el nombre de los platos de comida que venden.

La forma en la que lo promocionan era que gritan alto y fuerte el nombre de los platos que se vende.

"Sopa de camarones".

"Berenjena con salsa de miso".

"Pollo con champiñones".

"Verduras salteadas".

"Pollo guisado".

"Ensalada poke".

"Empanadas de viento".

Así vio que también hay personas que disfrutan de las comidas que hay.

Eligió un puesto de comida en el que vio una comida que no había comido antes, pero también quiere saber qué sabor tiene.

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