Capítulo 03

Damián esperó afuera hasta que abrieron la puerta, la persona que había abierto la puerta es una mujer mayor de unos 30 años que vestía ropa de sirvienta, se veía fría y parece que no es fácil de llevar.

Damián se sorprendió de este carácter que es igual a su colega que renunció hace tres meses de la empresa, la cual siempre fue muy estricta con todo y también con el mismo.

"Joven cuarto maestro, los señores lo han estado esperando desde ayer". La forma en la que hablaba era cortés, pero la sensación no era lo mismo que ser tratado con respeto.

Con solo esto Damián y los recuerdos del Damián original sabe que aquí no es nada más que una simple moneda de cambio que puede ser desechada en cualquier momento.

El Damián original puede tener miedo a esto, pero al Damián de ahora no le importa si es expulsado de la familia Lennox.

Tanto en su mente como en su alma, él no es un Lennox sino un Wright.

Damián miró si gran impacto lo grande y las decoraciones lujosas que tenía la mansión Lennox.

'Solamente es una cáscara vacía que pronto será exprimida hasta la última gota'. Se dijo Damián a sí mismo al saber la realidad económica de la familia Lennox por los recuerdos del Damián original.

Damián siguió a la sirvienta hasta donde estaban los maestros de esta mansión.

Al llegar, Damián vio a la que ahora es la anfitriona de la casa, pero antes soló era una simple sirvienta de la familia Lennox que solo trepó a esta posición con su cuerpo.

'De haber sido la sirvienta de la casa Lennox se convirtió en la anfitriona después de la muerte de la señora de esta casa, además que está amante intrigante, ya había tenido hijos del señor Lennox en secreto…'.

Damián se sintió asqueado de que compartiera sangre con aquel que ahora es el padre suyo que engañó a su esposa hace mucho tiempo.

'Este hombre no merece ser ni siquiera un hombre'.

Esta información ya no era una sorpresa en la Ciudad W nadie se sorprendería de esto porque ya se sabe lo infiel que fue el señor de la casa Lennox con su primera esposa que murió hace años

Después de la muerte de la primera señora de la mansión, el señor Lennox no tuvo contemplación del luto y sobre todo de su hijo que había perdido a su madre, por lo que trajo a la amante e hijo a vivir como parte de la familia.

El pequeño Damián, que aún no sabía qué pasaba, tuvo que dar sus cosas que su mamá le había dado a los hijos de su padre, al igual que su posición como el heredero y primer hijo de la familia Lennox.

'Tsk, de familia'.

Pero algo que nadie sabe es que la anfitriona de ahora alguna vez fue una sirvienta de la casa Lennox.

Ese dato nadie sabe y fue ocultado por la familia Lennox como algo vergonzoso para los padres del actual señor Lennox.

Damián se ríe de manera sarcástica de aquella mujer, Elizabeth Urriaga que tenía en exceso mucho maquillaje en la cara, ropa muy singular y joyas que no eran muy buenas para aquella mujer.

'Aunque vista con la seda más lujosa, la calidad se ve opacada por la mala calidad de quien la usa o el cómo es usada'.

Después miró a la persona que sería su padre, el señor de la mansión Lennox, Antonio Lennnox.

La persona en cuestión se veía más severo con un traje que resaltaba lo serio de su rostro.

'Si no supiera nada creería que es una persona estricta y buena. Pero al saber muchas cosas este hombre ya no se vería así'.

"Damián… ahora que en la noche de compromiso se arruinó con la cancelación de Elber Sykes y anunciando a la nueva prometida de la familia Sykes. Ahora la familia Lennox es el hazmerreír de la sociedad y la Ciudad W".

Damián no escuchó con gran interés las noticias que les decía Antonio Lennox, pero aun así fingió, moviendo la cabeza, sabiendo para parecer que sí estaba atento.

"Damián, si hubieras seducido mejor a Elber Sykes no pasaría nada de esto, ahora sin el apoyo de la familia Sykes los proyectos no se podrá lanzar".

Damián entendía que en esta situación ya lo estaban culpando.

'Que tiene que ver que hayan roto el compromiso'.

Elizabeth, la cual ha estado callada, se había acercado a Antonio de manera cariñosa.

Esta escena hizo que Damián sintiera escalofrío.

"Querido no estés enojado. Además, podríamos comprometer a Damián con algún joven maestro o señorita del país Zendai…"

Damián levantó la ceja con interés.

'Esta mujer no es tonta si Damián es enviado a un país lejano, ella no tendrá miedo que a Damián le dejen parte de la herencia. Por lo que quiere reprimir lo para que sea solo alguien inútil que su deber es ser vendido al mejor postor'.

"No, no iré a Zendai a casarme con alguien que ni conozco".

Las dos personas que hablaban sobres sus planes se quedaron sin habla porque nunca antes Damián había contradecido alguna vez.

Pero ahora había dicho que no iría al país Zendai y también que no se casaría con nadie.

Antonio Lennox levantó de manera seria la ceja mirando a Damián de una manera nada agradable.

Elisabeth, que veía esto, se sintió eufórica por dentro, pero no lo admitió. Miro a Damián como si fuera un tonto. 'Parece que no tengo que convencerlo para que expulsen a Damián de la familia Lennox'.

"La familia Lennox ha invertido mucho en ti, por lo menos deberías de dar algo de lo que se ha dado a ti". Damián se sintió muy, pero muy interesado en esto.

"Oh… si la familia Lennox fue tan generosa conmigo que tuve que conseguir una beca con mis propios esfuerzo, trabajar en empleos de medio tiempo para pagar el resto de la matrícula que se debe de pagar, usar la ropa usada de mis 'Hermanos', comer menos en las comidas para que no me regañen de que como mucho, además de que tuve que comprar yo mismo mis cosas…".

"Cállate". El grito de Antonio Lennox hizo que Damián sintiera que este hombre no era justo para nada.

'¿Qué hay de malo en decir la verdad?'.

Elizabeth se comportó como él tocó blanco. "Cariño, Damián, no trato de decir eso. Él solo está confundido por lo que está pasando…".

Damián interrumpió las demás palabras que iba a decir Elizabeth, negó con la cabeza. "No, no estoy confundido. Lo estoy diciendo el 100% lucido en lo que estoy".

La cara de Antonio se volvió negra como el carbón, mirando con fiereza a su propio hijo como si no fuera suyo. "¡Entonces, si estás inconforme, vete de este lugar!". 

Antonio apuntó su dedo por el sitio de que vino Damián.

(^_^) "Sí señor". 

Damián estaba saliendo con gran felicidad, desde la parte de atrás podía escuchar las palabras de enojo de Antonio.

'He, he, he, Esto es fácil'.

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