noche

...Emiliano:...

Verlo nuevamente frente ami, hizo que mis piernas flaquearan de no ser porque el peso de la corana siempre me ha exigido que sea yo un roble ante todos, hubiera caído colapsado.

Mi corazón palpitaba como un caballo desbocado, o como si hubiera corrido un maratón, no sé que es eso, pero mi hijo siempre lo menciona cuando termina de entrenar y apenas y puede respirar.

Y es justo lo que me estaba pasando, estaba olvidando asta como respirar.

Él seguía siendo hermoso.

Sus ojos color esmeralda siempre me gustaron, su cintura pequeña resaltaba aún en el traje, no había cambiado nada, a excepción de su rostro, sus rasgos faciales habían madurado mucho, su cara delgada se volvió un poco más tosca, a sus 37 años lucia espléndido, su piel blanca, su cabello castaño me hicieron suspirar.

Con nerviosismo lo conduje al palacio de invitados que previamente había organizado para su llegada. Me despedí de ellos para que pudieran descansar y me fui a reunir con mis hijos para la hora del te, o bueno era la hora del te para mi, pero ellos solo toman café.

Esta noche sería la fiesta de 17 años de mis hijos estaba feliz al fin, ellos me comentaban acerca de sus preparativos asta que vi una cabellera castaña, asomarse y lo invite a la mesa.

Él se sentó a un lado de mí.

No sé el porqué, pero me sentía muy nervioso.

Mis hijos se fueron a cambiarse y él y yo nos quedamos en el mismo lugar.

El silencio era incómodo ya me estaba arrepintiendo de haberlo invitado y casi al pararme de la mesa al fin hablo.

Uriel: quiero disculparme, por no haber sido un buen amigo y haberte fayado cuando necesitaste de mi apoyo.

Emiliano: tranquilo, eso ya paso, ya somos adultos, quisas no podamos volver a ser amigos, pero si podamos dejar el pasado atrás y olvidar todo, quisas podamos hacer tratados de comércio

Uriel: o. Ok así será

Vi que en su mirada quería decir algo más, pero no se animó a decirlo.

Después de eso tenía una junta con el consejo así que nos despedimos y me fui.

Para la noche mi hija había mandado a hacer un traje hecho ami medida con su amiga, era elegante, pero sencillo, y me gustaba no se sentía pesado como otros, a demás de que traía una gran capa, y con todo lo demás no se veía tan sencillo a final de cuentas.

La noche dio inicio con el primer baile de mi hija seguido por el segundo de mi hijo que saco a bailar a la princesa hija de Uriel.

Uriel: creo que terminaremos siendo familia

Dijo muy sonriente

Emiliano: no lo sé, pero yo respetare la decisión de mi hijo.

Uriel: no le buscarás esposa como lo hicieron con nosotros?

Pregunta extrañado

Emiliano: jamás aria eso, ellos son libres de escoger con quien quieran casarse, aunque claro, quisas le busque un prometido ami hija Alessia, pero solo era para calmar a los nobles en lo que ella cumplía la mayoría de edad ya después ella podía decidir si seguía con el compromiso o no, pero por lo que veo eso seguirá así, ya que mi hija está enamorada del joven conde.

Suspire pesadamente al ver a mi hija hablarle en el oído al chico mientras este solo se ruborizaba y ella reía.

Uriel: se ven muy cercanos, porque no estás preocupado de que el chico se aproveche de la inocencia de tu hija.

Emiliano: créeme aquí del que estoy preocupado es de él.

La noche siguió sin problemas, mis hijos habían desaparecido.

Quisas se fueron a dormir.

Así que después de unos tragos y ya un poco mareado decidí irme a descansar también dejando a mi dizque emperatriz con el resto de los invitados.

Al ir por el pasillo me topé con el Uriel.

Este apenas me vio me hice el pobre borracho que apenas podía caminar.

Uriel: mira nada más contigo ven vamos.

Este me paso su brazo por mi cintura mientras me apoyaba sobre su hombro y me dirigía a mi habitación.

Si lo guie a esta.

Después de entrar a mi habitación, este me sentó en la cama y empezó a sacarme los zapatos.

La hermosa vista que tenía desde donde estaba sentado era grandiosa.

Tome su mentó con mi mano y lo levante para poder admirarlo un poco más.

Uriel: que pasa?

Pregunto desconcertado, pero no pude más mire sus hermosos ojos y luego sus labios que los había dejado entre abiertos me acerque y lo bese.

Podría echarle la culpa a el alcohol, pero ese beso era delicioso, él al principio abrió los ojos con sorpresa, le mordí el labio inferior provocando que abriera la boca dándome acceso a explorarla mejor.

Él me empezó a seguir el beso y poco a poco lo fui levantando asta depositarlo en la cama posicionándome sobre él sin dejar caer mi peso.

Empezando a bajar mis besos a su cuello.

Uriel: Emiliano, debemos parar aquí tú estás ebrio no sabes lo que haces

Emiliano: tal vez, pero en serio quieres que me detenga ahora mira como me tienes.

Guio su mano asta mi amigo que ya está más que despierto,

Uriel: eres un pervertido

Dice con un sonrojo en sus mejillas.

Quisas al principio solo quería robarle un beso, el único que podría obtener de él, y mañana decir que fue culpa del alcohol, pero al ver asta donde hemos llegado y él no me ha soltado un putazo quiere decir que no le soy indiferente y no puede culpar al alcohol porque él no bebió ni una sola copa de vino, pues lo estuve vigilando desde que llego al salón.

Volví a besarlo metiendo mi lengua a su boca y explorarla de él.

Mis manos se movían solas, empezando a causar que él empezara a soltar pequeños jadeos que por más que quisiera silenciar no podía.

En un movimiento de manos ya estaba desnudo

Uriel: no es justo tú sigues vestido

Dice sonrojado

Me levanté observando todo su cuerpo, el cual se veía muy bien trabajado, su cintura pequeña

Me empece a desvestir lentamente él no quitaba los ojos de encima de mí con un enorme sonrojo en sus mejillas, sus ojos viajaron a todo mi cuerpo asta caer en mi amigo el cual abrió los ojos y trago saliva.

Emiliano: tranquilo, are que disfrutes

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