pancho

...Uriel:...

Han pasado los meses, todo asta ahora va bien en mi reino.

Los ministros empiezan a molestar con lo del compromiso para mi hijo, ya que ase un mes cumplió la mayoría de edad, quería hacer un banquete, pero este dice esta muy ocupado y tiene cosas mejores que hacer que asistir a un banquete solo para buscar esposa.

Como las veces pasadas, me ha llegado una invitación de una fiesta de compromiso de la princesa

Su hija está por casarse, veo con tristeza a la mía que hoy vino desde temprano a acompañarme para hacer mis pendientes antes de irnos.

Miro a mi hija.

Su luz se apaga poco a poco, porque yo tengo que cargar esa cruz, será porque cuando yo embarace a su madre, lo hice pensando y amando a otra persona?

Sera un castigo divino?

Ella levanta la mira y dice

T: papi, no sé en qué piensas, solo te pido en que no sea por mi problema, no quiero que sientas remordimiento o pienses que hiciste algo mal, solo quiero que cuando yo me haya ido seas feliz.

Ella me abrasa, y no dudo en empezar a llorar, ella no pide que sea feliz con su madre, solo que sea feliz

El trabajo sigue, así que debo apurarme.

Después de unos días, ya vamos en camino al imperio Golden, voy feliz.

Durante mucho tiempo estuve aguantando a la emperatriz y las concubinas, escampándome siempre, la de buenas que John ha sido de mucha ayuda siempre dando escusas para que se alejen y no molesten.

Por fin llego a la ciudad capital, ya mis nervios empiezan a jugarme una mala pasada.

Mi alegría no por ver ami amado es tanta que quisiera olvidar el protocolo y correr asta llegar donde está y plantarle un apasionado beso.

Pero no soy el único ansioso, puedo ver a mi hijo dar suspiros debes en cuando.

Al llegar al palacio no veo a nadie esperando, Marcia enseguida empieza a quejarse

Marcia: pero que irrespetuosos, no ay nadie esperando.

Uriel: ya cálmate, ya vendrán.

Me bajo del caballo al igual que mis hijos mientras tengo que ayudar a bajar a Marcia.

Al dar la vuelta puedo ver aun sonriente Emiliano del brazo de su emperatriz, él está con la ropa algo desalineada y el pelo revuelto.

Habla algo nervioso como si hubiera estado haciendo cosas indebidas.

Nos guiaron hacia la residencia de invitados y esa mona no se le despegaba.

Aaa

Que fastidio.

Él siguió con ella colgada del brazo, asta que salieron.

Marcia: por lo visto, van muy bien, quisas nosotros deberíamos…

No preste atención a lo que decía, me quede viendo por la ventana lo que pasaba, si ese descarado se la llevaba a seguir lo que sea que estuvieran haciendo, juro que lo castro.

Para mi sorpresa, apenas salieron de la residencia, e la empujo a los arbustos y se fue dejándola ay tirada, se veía bastante molesto y ella estaba furiosa.

Estaba feliz, pero a la vez furiosa, que demonios estaba haciendo cuando llegamos que no esperaba por nosotros.

Subí a mi habitación, Marcia entro detrás de mí

Uriel: deberías pedir a las doncellas que preparen una habitación para ti

Marcia: no me iré soy tu esposa, no me iré a otra habitación.

Uriel: bueno

Salí de esta y bajé a la sala, John bajo con un pequeño bolso.

John: majestad aquí está su traje que se pondrá, para el banquete.

Emperador: porque lo sacaste.

John: para llevarlo a la habitación del emperador Emiliano, y se vista.

Me guiña un ojo, mirando con picardía.

Este chico es bastante, perspicaz, siempre un paso adelante de mí.

Yo asentí y él salí.

Detrás de él, al pasar por el jardín, pude ver a Emiliano con sus hijos, bebiendo el té.

No quise acercarme y arruinar su tarde, me quede viendo unos segundos mas.

Y seguí mi camino.

Su secretario vino ami

David: emperador Uriel, ya puse una pijama par usted en la cama, ay agua tibia para qué sé dé un baño y descanse.

Vaya, pero si estos tienen superpoderes o que, como es que saben lo que aremos sin que sepamos nosotros mismos lo que aremos.

Asentí y subí, paresia que todo el ala haya sido desalojado.

Al entrar a la habitación, entre directo al baño, me metí en la tina, se sentía increíble el agua tibia, mis músculos se relajaron, cuando estuve pronto, salí y me puse el pijama, me acosté en la cama esperando a que volviera y al final me quede dormido.

Desperté al sentir una rica sensación.

Reviso debajo de las sabanas y ay estaba él tomando a mi amigo con su boca saboreando como si fuera lo mas rico del mundo y yo ya no pude aguantar mas y me corrí en su boca, este sonrió arrogante, y se posicionó entre mis piernas, poniendo su cuerpo sobre el mío sin dejar caer todo su peso.

Y al fin lo que tanto había anhelado durante muchos meses, me empezó a besar con pasión.

Bajando besos por mi cuello, recargaba sobre mi pelvis su ya crecida erección, que me hacía pedir que me penetrara con ganas.

Pero al seguir furioso.

Emiliano: amor tengo te deseo mas ya no aguanto, pancho tiene hambre

¿Pacho?

¿quien es ese?

Mis celos empezaban a dispararse.

Uriel: quien demonios es pancho?

Emiliano: este.

Volvió a restregar sobre mi pelvis su erección provocando espasmos involuntarios en mí.

Uriel: dale de comer entonces, porque yo también te deseo

Y con eso nos unimos en un apasionado beso mientras, el mundo haya fuera seguía en movimiento aquí solo importábamos él y yo.

Amándonos, con deseo, estuvimos así el resto del día, cuando caímos rendidos en la cama.

Tocaron la puerta y sentí a Emiliano moverse.

Desperté poco a poco.

Escuche la voz de su secretario

David: le gusto mi regalito jefe, limpio y envuelto para usted.

Emiliano: sigues sorprendiéndome

David: soy el mejor verdad, aquí está el agua para que se bañen el banquete empezara en una hora. Nos vemos

Este salió y sentí los besos de Emiliano en mi cuello

Emiliano: amor vamos a bañarnos.

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