Capítulo 8

El dolor agudo fue disminuyendo a medida que las caricias de Asmy aumentaban, Egor gentilmente bsaba mi cuello, mordía mis hombros y se movía lentamente dntro de mi

-Mhmmm! Ahhhh! Más suave Egor- Susurré

Los ojos de Asmy estaban rojos y su rostro se veía fuera de sí, disfrutaba aún más que yo

-Humana eres irresistible

No podía imaginar una escena más lujuriosa que hacer esto en una biblioteca llena de personas leyendo ajenas a lo que sucedía

Mi vientre bajó se sentía tan revuelto como mi estómago, lleno de emociones

Mis piernas reposaban en fracciones de segundo en los hombros de Asmy, quién no carente de habilidad, mordía intensamente mis botones rosados hasta bajar sus labios a la altura de mi pubis

Las embstidas de Egor se hicieron más fuertes y profundas

Era la sensación más intensa que había experimentado en mi vida

-No aguanto más... por favor

La saliva se escapaba de mis labios, una lágrima corrió por mi mejilla mientras los espasmos de mi cuerpo aumentaban

Asmy deslizó su lengua entre mis labios y con sus labios capturó mi capchón succionando con fuerza

Aquellos demonios me estaban llevando al cielo o... al infierno porque pronto todo se puso borroso

Sentí los brazos de Asmy toma mi cuerpo como si fuera una pequeña bebé, salimos de la biblioteca gracias a sus habilidades

Me sentía entumecida mental y físicamente, el orgsmo que había experimentado era demasiado para mi ser

Egor se despidió de él, mis ojos pesaban como si llevara meses sin dormir

Asmy me llevó a la tina del baño, limpió cada parte de mi cuerpo y luego me recostó en la cama donde sucumbí ante el sueño

-Basta por favor! Mamá! Papá! Despierten…- Los cuerpos sin vida de mis padres no podían escucharme

El auto estaba volcado, un hombre me había sacado del auto, no entendía nada, mi mente estaba nublada

-Están muertos humana

Esa voz profunda sonaba familiar en mis oídos, bañada en mis lágrimas, con las manos aferradas al piso voltee mi cabeza para verlo

-Ya despertó

La voz de Egor llenó la habitación, era una pesadilla nada más, no entendía por qué eran tan recurrentes, mis padres habían muerto en un accidente de avión y no pudieron encontrar sus cuerpos, no tenía relación con mis pesadillas, pero se sentía tan real

Sentía mi corazón encogido y mis ojos se cristalizaron por las lágrimas que amenazaban con salir

-Déjenme sola por favor

Me giré hacia la cama cubriéndome con las cobijas, escuché la puerta abrir y cerrar dando por hecho que al fin los demonios respetaban mi privacidad

-Los extraño tanto…- miré mi mesa de noche donde estaba la ultima foto juntos y la tomé para pegarlo a mi pecho

Me aferré a al recuerdo de mis padres mientras lloraba, apenas eran las 11:00 de la noche, no recordaba a qué hora habíamos salido de la biblioteca, pero había dormido bastante al parecer

Sollocé y lloré como hace tanto tiempo no lo hacía, sentí unas manos grandes y fuertes tomarme de la cintura, me arrimó a su firme pecho y me abrazó, supe que era Asmy, su fragancia era diferente a los otros

No habló, ni preguntó absolutamente nada, solo me consoló con su fuerte abrazo y lo agradecí profundamente

Desperté con los rayos del sol que se metían por la ventana, estaba sola en la habitación, fui al baño a asearme y salí a la sala donde reinaba el silencio

Di por sentado que los demonios se habían marchado y Ernestina había hecho la comida así que caminé hacia la barra de la cocina donde estaba el abundante desayuno servido con una pequeña nota

-Come todo o te enfermaras humana flacuchenta- Leí en voz alta adivinando quién la había escrito, me sobresalté al escuchar la voz de Asmy

-No conozco tus gustos así que compre de todo un poco

-Me asustaste- respondí con la mano en mi pecho- Gracias por el esfuerzo ¿no vino Ernestina?

-Vino, pero le dije que se marchara

-¿Te creyó? ¿Cómo te presentaste?

-Le dije que era el nuevo novio de su señorita y que tenía el día libre

-Vaya… esta bien… aunque les pedí a ustedes también que se fueran…

-Vamos, sé que no quieres estar sola después de esos recuerdos

-Fue una pesadilla… no fueron recuerdos

-Fue un recuerdo de tu infancia humana

-Vaya, así que el demonio no sabe todo… Mis padres murieron en un accidente de avión, no como en mis pesadillas

-Uhmm vamos a dejar el tema mejor… supongo que hay cosas que no serías capaz de creer aún- Hizo un extraño gesto con su rostro dejándome aun mas confundida, pero quizás tenía razón, hay heridas que aún dolían demasiado como para escarbar en ellas- ¿No tienes hambre?

-No tengo hambre…- Pero mi estómago me delató rugiendo con fuerza

-Tu estómago te delató, come- Asentí sin más y me senté a comer lo que él había preparado para mi

No sabía bien si era por remordimiento o lastima, pero el resto del día fui atendida por aquel seductor demonio que hacía latir mi corazón desbocado

Egor y Ceb saludaron brevemente y se fueron al caer la noche, según ellos irían a una fiesta en el infierno, la verdad es que no me podía imaginar aquello

Asmy estaba un tanto extraño, acariciaba mi cabello perdido en sus pensamientos, moría por saber lo que pensaba

"Ojalá también pudiera leer tu mente"

-Quizás sea posible si hacemos un contrato

-No me engañes

-Usualmente no leemos los pensamientos humanos… percibimos sus emociones y pronosticamos sin error sus conductas, pero solo eso

-¿Entonces por qué a mí si puedes?

-Tengo mis teorías… Nada que pueda decirte aún

-Está bien, me siento agotada, ustedes me matarán algún día con sus prácticas

Por primera vez escuché la risa de Asmy, tan profunda como su voz fue un ronroneo para mis oídos que erizó mi cuerpo hasta mis pzones

-Deberías reír más seguido

-Andarías mojada por la calle… no me causa beneficios

-Tonto

-Lirio… ¿Alguien te ha dicho que tienes un olor peculiar?

-Uhmm no ¿Es algo malo?

-No, solo es demasiado embriagador

Sus ojos dorados me llamaban, totalmente hipnóticos, me acerque cuidadosa a sus labios y justo al rozarlos, me esquivó

-No hagas eso

-Pero… en la biblioteca me besaste

-No te enamores de mi Lirio… te daré todo cuánto quieras, todo lo que me pidas, pero no te enamores de mí, solo pondrás tu vida en peligro

Mi corazón sonó cuan cristal al caer al suelo rompiéndose en mil pedazos

-¿Quién se podría enamorar de un demonio?- Respondí herida y ofendida

Esa noche no dije más, me giré hacia la ventana para mirar la luna ignorando al demonio a mi espalda, afortunadamente, no hubo pesadillas

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