Capítulo 4

Comí más de la cuenta, continué pidiendo cervezas hasta que complete unas 50 latas, no las tomaría todas, pero me rendirían para recibir a Bell

No sé cuantas tomé pero mis mejillas estaban rojas y todo me daba vueltas, subí el volumen de mi televisor y empecé a bailar encima del sofá

Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto estando sola

¿Será un sueño?

La sala estaba oscura, la música se escuchaba lejos y mis movimientos parecían enlentecidos, estaba más ebria de lo que había estado en mucho tiempo

Sentí unas manos tocarme y aunque al principio no identifique la figura, un hombre estaba de pie delante de mí, sin duda era uno de esos sueños

-¿Quién eres?

-Shh no importa quién soy yo, importa lo que te haré

Besaba mis pezones, me sentía completamente húmeda, mis labios inferiores babeaban por las caricias de este desconocido hombre

Deseaba sentirlo en mi interior, sus ojos dorados eran hipnóticos, acariciaba sus cabellos negros lisos y alborotados

-Eres deliciosa humana- Susurró en mi oído

Su lengua probaba mi cuerpo, no sé cuánto tiempo estuve recibiendo aquellas caricias y cuando estaba a punto de experimentar el clmax, todo desapareció

Me estiré perezosa en la cama, estaba desnuda envuelta en mis sabanas ¿Acaso había sido un sueño?

Maldita sea, desde cuándo tengo ese tipo de sueños… Voy a creer que Bell tiene razón y necesito un novio o cómo dice ella

-Un demonio que me haga bajar al infierno y subir al cielo mientras sigo en la tierra- hablé en voz alta con la piedra en la mano, pensé haberla dejado en la lámpara de noche, la volví a poner en el centro de la lámpara y retome el sueño para las pocas horas que me quedaban

Toc toc

-Señorita, señorita

Ernestina llamaba a mi puerta, quién sabe cuánto tiempo estuvo allí, yo tenía demasiado sueño y apenas logré escuchar su llamado

-Ya voy- contesté perezosa

Salí de la cama directo al baño, cepillé mis dientes, me puse la bata de baño y caminé en pantuflas a la cocina

-Buenos días señora Ernestina, gracias por llamarme, vaya que tenía sueño

-Toqué tres veces señorita, pensé que estaba desmayada, casi llamo a la señorita Bell

Sonreí tímida, Ernestina me sirvió el desayuno, comí con toda calma y de fruta solo comí la manzana

-Gracias señora Ernestina, estaré en mi estudio. Al terminar las comidas y la limpieza puedes marcharte, lamento el desastre de la sala

-No se preocupe señorita, estoy para servirle

El trabajo no era especialmente difícil, ya que yo usualmente mantenía limpio mi departamento, pero con el desastre de latas y comida de anoche, me avergonzaba

En mi estudio, comencé una nueva pintura, era una figura con largo cabello negro, piel de porcelana y ojos dorados con la pupila como las serpientes

Era el hombre de mis sueños

Quizás mi subconsciente guardó mejor la imagen que lo que pude recordar, ahora lo veía claramente y era un hombre extremadamente sexy, fuera de este mundo

-Me estoy volviendo loca, en vez de perder el tiempo pintando fantasías debería adelantar el trabajo de arte

Negué con la cabeza y dejé el cuadro de lado

Tomé el marco dorado del cuadro que había traído Bell y lo uní con cuidado

Fijé la pintura a la madera ligera, la dejaría secando toda la noche hasta la mañana que colocaría el marco

Agotada, salí directo a la cocina, tomé un vaso de leche y me fui a mi habitación

Tomé mi MacBook y retomé la investigación

Leí todo cuánto pude y guarde algunos archivos, el testamento de Salomón era bastante interesante, por lo que pienso pedirle a mi tía que me preste dinero para ir personalmente al templo

Le dejé algunos mensajes de texto y al no obtener repuesta me quedé dormida

-Shh no tienes porqué alterarte, tú nos llamaste

-Mientes, no he llamado a nadie

-Leíste en voz alta las invocaciones

-Claro que no, yo solo leí…

Desperté asustada, llevaba más de una semana despertando igual después de haber visto a ese hombre en sueños

Quizás no era buena idea el tema que había escogido para el proyecto, estaba trastornado mi mente

En la mañana, repetí mi rutina y al salir del departamento, Henderson me esperaba en el estacionamiento, Bell estaba dentro de la camioneta

-Boo!

-Ay Bell! Me asustaste- di un portazo luego de subirme

-¿Por qué el mal genio? Que horror, te regalaré un dildo

-No seas cochina Bell, es solo que no he dormido bien, me siento irritada

-Tomemos el desayuno en nuestro lugar favorito, con eso mejoraras

Asentí sin decir ninguna palabra, el camino al café fue corto y rápido, no había tráfico como otros días

-Uhmm

-No dudes tanto, siempre quieres lo mismo Bell… tráenos dos café, Uno mocca y otro latte con dos croissants, a uno le colocas mermelada y al otro chocolate

El mesonero se retiró y noté la ceja de Bell a punto de llegar al techo

-Ahora si, cuéntame qué sucede porque andas muy, muy irritada

-Estoy teniendo pesadillas absurdas… con uhm, con un hombre sexy, no puede ser un hombre en realidad su belleza no es de este mundo

-Oh my God… al fin mi mejor amiga saldrá de su caparazón virginal

-Callate Bell- le puse una mano en su boca para silenciarla

-Ay es verdad, no me regañes, te hace falta ya Lirio, te van a quitar la virginidad con un cincel cómo sigas así

No pude evitar ocultar la risa, su comentario era absurdo

-Tonta

-Jaja ya, pero es verdad, te van a taladrar para poder meterse allí

El mesonero llegó con el pedido y le di a Bell una mirada matadora para que cortase el tema, obteniendo cómo respuesta, su mirada desviada al trasero del chico que nos atendía

Decidí mejor no mirar, tomé la taza entre mis manos y di un sorbo, el café estaba delicioso, tenía el toque justo de chocolate

Mordí un trozo del croissant y me quedé observando en la ventana cuando de repente lo ví

Recostado del poste al otro lado de la calle, cubierto con su túnica morada, pantaloncillo de cuero negro, pecho descubierto y abdomen bien definido, terriblemente sexy

-Bell mira allá es el ch… ¿Bell?

Todo a mi alrededor se detuvo, la taza de café de Bell estaba a centímetros de sus labios, la gente a punto de terminar de dar su paso, algunos incluso tomando un bocado, nadie se movía

¿Me estoy volviendo loca acaso?

Busque aquel hombre con la mirada, seguía allí, estoy segura de que hicimos contacto visual. Sostuvo mi mirada mientras caminaba entre los carros y la gente que seguía sin moverse, atravesó el ventanal como si su cuerpo fuese transparente

-Que mierda…

-Hola invocadora

Su voz sonó tan sexy como en mis sueños, solo que ahora también tenía un toque tenebroso que gritaba advertencia

-¿Qu… quién eres tú?- Mi voz fallo al formular la pregunta, ese hombre me ponía los pelos de punta

-La pregunta es… ¿Qué soy?- Acortó distancia bruscamente, sus labios rozaron mis labios haciéndome cerrar los ojos

-Lirio… ¿A quién le lanzas un beso?- Bell se asomaba intrigada mirando por la ventana

-Eh? Ah… no, me quemé los labios… ¿No sientes nada extraño Bell?

-Si… este chocolate no es el mismo de siempre- Llevó el dedo impregnado del chocolate de su croissant a su boca para lamerlo

-No me refería eso, no sé ¿No viste el tipo sexy que pasó?

-Uhmm aparte del mesero con buen culo, nop… Ay Lirio, de verdad te está pegando la abstinencia

Puse los ojos en blanco, terminamos de comer y salimos a la universidad

Estoy segura que no fue un sueño… yo lo ví, sentí su olor, era dulce con escasos rastros de azufre y algo picante, un olor excitante. Su aliento rozó mis labios. Sé que lo ví

-Lirio..?

-Lirio…? ¿Me escuchas?- German me estaba hablando

-Disculpa Germán, estaba sumergida en mis pensamientos

-Ya veo- sonrió amable como siempre- ¿Cómo va tu día?

-Bien, todo normal creo…- Si le cuento, pensará que estoy loca

-Te acompaño al salón ¿vale?

-Vale…- giramos juntos en dirección al aula, puso su brazo sobre mis hombros como siempre lo hacía

Estoy segura que soy su segunda hermanita o algo así

El olor regresó, dulce, picante y azufrado

Pero el tiempo no se había detenido, seguíamos caminando, los demás alumnos seguían hablando, parecía que nadie se percataba de su intensa presencia

Nuestros ojos se encontraron nuevamente, de pronto empezó a negar con su cabeza y su voz resonó en mis pensamientos

"No tienes permitido que otros hombres te toquen, invocadora"