Ese chico tan amable de la comida me trajo un sillón muy cómodo para que me quede a dormir al lado de papá.
Trató de hacerme más conversación, pero con todo lo que ya me pasó no me da ganas de confiar en nadie, por lo menos no por ahora. Pero si le agradecí por las molestias que se estaba dando por ayudarme.
Estaba muy cansada física y mentalmente, por todo lo que pasó y por estar pensando y pensando tanto en buscar una solución. No sería fácil ver que hacemos, pero de algún sitio sacaremos el dinero porque de algo estoy segura, ni loca me pondré en manos de ese viejo asqueroso, primero muerta que dejar que me vuelva a tocar. Fue lo más desagradable que he experimentado en toda mi vida. Definitivamente, esa no es una opción para nada.
Con todo eso en mi cabeza me quedé dormida, hasta que por culpa de una pesadilla desperté casi gritando, papá se despertó y me vió con preocupación mientras estiraba una mano hacia mí.
- Mi hijita, no te preocupes, buscaré la forma, ya lo verás, si debo venderme a ese viejo de por vida, lo haré, pero no dejaré que te pase nada ni a tu mamá o a tus hermanos.
- No papito, ni lo digas, eso no va a pasar, ya verás que todo va a estar bien y encontraremos la forma de contar con ese dinero de algún sitio.
Mientras le decía esto con la mayor cantidad de confianza que podía encontrar en mí, sabía que en el fondo no teníamos de donde sostenernos para superar esto.
Bueno me metí al baño para asearme un poco, supuse que mamá se quedó dándoles el desayuno a mis hermanos, por eso no llegaba, pero ya aparecería sabía que hoy le darían de alta a papá y necesitábamos que le traiga un cambio de ropa, la que traía estaba llena de sangre ni ganas de pedirla nos dieron.
Ni bien entré al pequeño baño me miré al espejo y alrededor de esos ojos que tantos problemas a veces me dan, había unas marcas horribles como las de un mapache, se nota que no dormí bien y que están todos hinchados y rojos de tanto llorar y también por pensar en una solución.
Tanta fue la preocupación y mi falta de percepción de mi apariencia ayer que no había visto que también mi ropa estaba llena de sangre, que horrible, esta era la sangre de mi papá, ya estaba seca y hasta de otro color, pero la tenía en todos lados.
Ahora entiendo por qué todos me escuchaban tan atentos o se ofrecían a ayudarme, la asistenta social, el joven de la comida, hasta la de la recepción que me trajo un café en algún momento que ni supe quien era.
Mas que seguro que daba mucha pena o miedo porque parecía salida de una película de terror, hasta por mis cabellos tenía sangre seca.
Me lavé lo mejor que pude, aprovechando que la habitación de papá tenía su propio baño y ducha, la use muy rápido y pensaba que si él hubiera estado en la sala común con otros enfermos no hubiera podido ni quedarme con él durante la noche, no hubiera habido donde. En este baño había toallas y papel que me sirvieron de mucho para poder estar presentable en lo que cabe.
No me quedó más remedio que ponerme mi misma ropa, pero deseché utilizar la polera que estaba toda manchada. Ni limpiando con fuerza salía, haría un mamarracho si seguía intentando limpiarla para usarla como estaba. Me peiné como pude con mis deditos y ya estaba más decente.
Al salir encontré a mi papá comiendo su desayuno con una mano libre, torpemente, pero intentándolo, seguro que se muere de hambre, anoche ni cenó y también se pasó el almuerzo.
Lo bonito fue encontrar una bandeja de más en el sillón donde dormí, le agradecí silenciosamente al joven de la comida, seguro fue él quien dejo la bandeja extra.
Ayude a papá a comer, que fue muy rápido e inmediatamente me comí todo lo que tenía mi bandeja, encontré unas bolsas para la basura, pero allí metí mi polera y la dejé lista para llevar todo junto a papá.
No pasaron muchos minutos antes que mamá llegara toda agitada trayendo ropa y comida para papá, trajo comida pensando que no le darían nada. Fue otro beneficio del seguro de su trabajo, gracias Dios por eso, sin ese seguro, hubiéramos caído en una deuda más.
Me estaba preocupando hasta que vi que mamá sacó un pantalón y una polera para mí, ay gracias, gracias salir de aquí sin taparme me estaba llenando de angustia.
Si lo pienso bien ella me miraba mientras hablábamos y no me dijo como estaba, no creo que no se haya fijado en mí o en mi atuendo o tal vez quiso minimizar porque no me comentó nada.
- Lo siento mi amor, me di cuenta como estabas, pero si te decía como estabas te pondrías más nerviosa y no tenía que darte para que te cambies en ese momento. Quise llegar antes que despertaran, pero con el tráfico la casa me quedó demasiado lejos del hospital.
- Gracias mamita, entro al baño a cambiarme, papá ya está limpio y salgo rápido para ayudarte a ponerle la ropa.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 49 Episodes
Comments
Alba Hurtado
la sacaste del estadio con esta atrapante magnífica historia de amor traición venganza desconfianza eres increíble escribiendo 😍🥰🌹❤️💯🥰🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌹🌹🇨🇴
2024-12-30
0