Cerca a la fábrica no había casi nada, no pasaban carros o buses seguidos. Me estaba desesperando, ¿qué hago con mi papá?
Se agotaban mis fuerzas, mi cuerpo no podía con el tamaño y peso de mi papá y yo solo veía asustada que cada vez había más y más sangre alrededor.
Sentí que venía un auto, un auto negro enorme y sin pensarlo me puse en frente para hacer que se detenga.
Estaba desesperada, podían atropellarme, pero poco o nada me importó en ese momento.
- Señorita está usted loca?- Me gritó un hombre que iba al lado del chofer, pero al verme bien y después a mi papá ensangrentado en la acera se volteó para hablar con alguien dentro del auto y junto al chofer rápidamente se bajaron a ayudarme.
Subieron a papá al auto en un abrir y cerrar de ojos y yo solo podía repetir lo mismo una y otra vez mientras abrazaba a mi papá y trataba de que me escuchará y no se durmiera, creía que si cerraba sus ojos se moriría.
- Por favor, un hospital, por favor, un hospital, mi papá se muere por favor- lo repetía y repetía.
Llegamos en un instante aunque a mí se me hizo eterno el recorrido. Pasó en cámara lenta mis recuerdos desde pequeña junto a mi papá, sentía que lo estaba perdiendo. Veía horrorizada que no dejaba de sangrar y me ponía más nerviosa aún.
El chofer abrió la puerta y como flecha fui por ayuda al counter de emergencia, gritando pidiendo ayuda.
- Se me muere, se me muere, ayuda por favor. ¡Un doctor!!!
Me vieron y rápidamente salieron con una camilla, ya el chofer sacaba a mi padre en brazos del auto con ayuda del otro hombre y lo pusieron en la camilla.
En mi desesperación recordé que tenía que agradecer al señor que nos trajo y cuando volteo recién vi al pasajero que estuvo dentro con nosotros. Había alguien más allí pero ni lo vi.
Esa mirada y que mirada más intensa, me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Solo se notaban sus ojos dentro del auto. Todo esto pasó en menos de un segundo.
Me di cuenta de que llevaban a papá y solo pude gritar muy fuerte - gracias!!! - para muy rápido darme la vuelta y entrar corriendo detrás de la camilla.
Llame a mamá cuando me dejaron afuera y se metieron a una sala a revisar como estaba mi papá.
Me dijo que dejaría a los chicos comiendo y al cuidado de la vecina y ya venía para acá lo más rápido que pudiera.
- Diosito por favor no permitas que le pase nada a mi papá, cuídalo por favor - me dedique a pedir por mi papá, estaba llena de preocupación, me imaginaba lo peor.
Llamaron a los familiares del herido y no dude en acercarme.
- Por favor doctor, dígame cómo esta mi papá.
- Señorita su papá tiene lesiones muy graves, pero ya estamos estabilizando, tiene varias fracturas en las costillas y por fortuna ninguna hizo daño a sus pulmones, todo lo demás son golpes muy fuertes y un sin número de heridas profundas junto a otras superficiales, también algunas magulladuras. Se le desvió el tabique, no está roto, pero ya se le corrigió. Tiene un derrame en el ojo izquierdo que irá descendiendo poco a poco, deben revisarlo después para ver que no tenga problemas de visión en ese ojo o algo más.
- Es... Estará bien?- le pregunté con miedo a su respuesta.
- Estará en observación hasta mañana, es probable que no pueda moverse por el dolor y cualquier cosa que aparezca le iremos avisando, mientras tanto espere un poco más y podrá pasar a verlo cuando lo trasladen a una habitación.
No puedo creer que le hayan hecho tanto daño, pudieron matarlo, desgraciados y mas aún ese viejo verde de Don Fernando, es un animal. Que asco, wakala recordé sus asquerosas manos tocando todo de mí, creo que ahora sí voy a vomitar.
Salí disparada a los servicios higiénicos, no pare de vomitar hasta no vaciar por completo mi pobre estómago, moría de los nervios.
Me lavé las manos y la cara, mojando mi cuello y ya me sentía mejor, sera de no pensar en lo que me hizo porque de sólo pensarlo quiero vomitar de nuevo. Que asco, parece que tuviera mugre encima
Me acomodé lo mejor posible y esperé que llegara mamá, nunca había faltado a trabajar pero hoy tendría que hacerlo, no tenía fuerzas ni cabeza para nada y además papá podía necesitar algo.
Llamé a la cafetería y para mi mala suerte me contestó Doña Carmen que me dijo que mejor ni volvía a aparecerme por allí, me tachó de todo, irresponsable, mala trabajadora, ociosa, de todo, en fin, sólo la escuché hasta que me cortó con un fuerte golpe a mi pobre oído.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 49 Episodes
Comments