Acepto las condiciones

¿qué? ¿te has arrepentido? - pregunto Diego a la vez que caminaba hacia la ventana

Wendy vio su silueta a través de la poca luz que entraba a través de las cortinas, y se fijó que tenía un buen perfil que de seguro sería atractivo a la vista, un colirio a los ojos de cualquier mujer.

"¿por qué son tan idiotas los hombres?" - pensó ella

- Primero haré una llamada - Respondió ella

- adelante -

Wendy se giro y saco su celular de la cartera en cuanto lo desbloqueo le marco a su amigo. La llamada se conecto de inmediato

- ¿estás bien? - pregunto Erick a través de la línea

- Si estoy bien - susurro Wendy

- ¿segura? te escucho algo...

- Estoy bien, no te preocupes - volvió a decir - necesito un favor

- si, si claro ¿en qué te puedo ayudar?

- ¿puedes cuidar de ella? - Wendy se mordió el labio inferior nerviosa

- por supuesto que sí - Erick dió una respuesta rápida - eso quiere decir que ¿te irás del país?

- ah..... bueno ... - Wendy vacilo no sabía que decir - es que...

- Tranquila, es bueno eso ¿no? - dijo Erick - eso quiere decir que pronto mamá Paula tendrá su transplante y en cuanto a que tendrías que viajar te lo dije ¿no?

- oh, si si por supuesto me lo dijiste ¿puedes hacerlo?

- claro que sí chaparrita, cuídate de mamá Paula - Erick se giro hacia la cama y miro a Paula - está dormida - menciono - solo cuídate Wendy y regresa sana y salva, ella estará aquí esperando por ti

Wendy sintió las ganas de llorar, pero se contuvo

- Gracias, gracias -

- no hay de que Wen, sabes muy bien que ella es como una madre para mí y tú mi hermana menor, asi que cuídate de ambas ¿ok?

- Si, si lo sé tengo que colgar, estamos en contacto y cuídate tambié - dicho eso colgó

Diego se había dado la vuelta, y con la luz que emitía el celular de ella, se dió cuenta que tenía unas facciones delicadas y suaves a lo que sonrió con satisfacción

"al parecer Fabián tenía razón, debe ser hermosa pero el carácter es de un demonio"

Wendy suspiro profundo, antes de girarse aunque no tenía sentido ya que de todas formas no se podían ver con claridad.

- ¿Algún marido? ¿eh? - Diego se burló aunque no escucho del todo la conversación, supuso otra cosa

- ¿alguna vez te han dicho lo idiota que eres? - Replicó Wendy

- ¿y a ti te han dicho lo quisquillosa que eres? - Refuto Diego

- prefiero ser una quisquillosa y no una idiota descerebrada cómo tú - Contesto Wendy apretando sus manos en puños - si estás acostumbrado a ir de cama en cama con cuánta mujer se te atraviese es tu problema pero no jusgues a los demás con esa misma tijera, que no todos somos iguales que tú

Diego al escuchar la ira lo invadió, no podía creer lo arrogante que era esa mujer, nadie se había atrevido a hablarle de esa manera, pero ahí está ella sin importarle nada, desafiando cada vez más los límites de su paciencia.

- Por lo menos no me niego al placer como tú. Entonces ¿tenemos un trato? - pregunto

- acepto tus condiciones, siempre y cuando se respeten las mías y no cruces la línea

- ¿cruzar la línea? - Pregunto Diego alzando una ceja

- si, ni se te ocurra venir a tocarme o a pretender que me acueste contigo, solo por el hecho de estar aquí encerrada como si fuera una esclava, porque eso jamás va a suceder

- jajajaja tranquila, no te preocupes ya el proceso de hacer el bebé está acordado por lo que no hay el motivo para cruzar esa línea al menos que quieras algo se placer

- ja ni que fueras la última Pepsi Cola del mundo te elegeria para que mojes mis bragas - refuto Wendy

Diego se quedó sin palabras.

- bien mañana mi gente te llevará al médico y encargaré de que te den lo necesario en tu estancia aquí - dijo y con eso se apresuró a salir de la habitación.

Wendy sintió las ganas de llorar y poco a poco las lágrimas inundaron su hermoso rostro. Se acercó a la ventana la torrencial lluvia se había detenido pero aún así había poca luz del día y levanto un poco la cortina logrando ver así la espalda del hombre que acababa de salir y era lo único que conocería de él.

Diego estaba dando órdenes a sus subordinados, cuando sintió como si lo estuvieran mirando por instinto se giro y miro hacia la ventana pero no vio nada extraño

"tal vez son ideas mías, esa mujer esta loca" - pensó

Wendy soltó con rapidez la cortina y se aparto

"es un patán de primera categoría" - pensó ella y se sintió mal ante ese pensamiento

"y lo peor es que será el padre de mi hijo, un hijo que nunca podré conocer ni ser parte de su vida"

El estómago de ella rugió indicándole que no había comido nada en el día, tomo su celular y vio la hora eran las 4 de la tarde

" por Dios con razón tengo tanta hambre, cómo me arrepiento de no haber comido mi desayuno"

Mientras ella pensaba en eso, la puerta se abrió y entro una criada con una suntuosa comida en un carrito, la mujer no dijo nada.

- ¿puedo encender las luces? - pregunto Wendy

- Si, solo cuando el señor no esté - fue la seca repuesta de la mujer

Wendy alzo las cejas y la miro incrédula

"por lo visto le he caído como patada en el estómago a esta mujer, bueno para lo que me importa"

Al salir la mujer encendió las luces, Wendy abrió sus ojos de par en par al ver la gran cantidad de comida

"wow, wow esto es un festín" - exclamó para si

" sería un pecado si no le tomo foto a esto"

Diego por su parte, se fue a la mansión de su abuelo aunque tenía un apartamento en donde pasaba la mayor parte de sus días, en la mansión compartía con Simón.

En el auto llama a su amigo Fabián

- ¿hola? -

- puedes hacer el pago en transferencia a la mujer esa - le ordenó Diego

- vaya que modales tienes ¿eh? no me digas la mujer te ha dado un merecido ¿ah? - Fabian se burló

- cállate imbecil y has lo que te he dicho

- jajajaja para empezar no soy tu subordinado ni nada por el estilo -

- cállate - grito Diego - hazlo si te la gana y si no también

- Huy Huy pues el niño lo han hecho pasar un mal rato jajaja - Fabián seguia burlándose - está bien ¿ok? ya lo haré - dicho eso colgó

"imbécil" - refunfuño Diego al ver que su amigo le cortó la llamada

Simón estaba en la sala de estar cuando lo vio llegar, leía una revista de finanzas, miro su reloj 6 de la tarde

- Hasta que al fin te dignas de venir - Simón le reclamo

- Abuelo bendición - dijo Diego deteniéndose en el umbral de la puerta

Simón quedó atónito, ya que tenía tiempo que su nieto no le pedía la bendición, Javier también se sorprendió pero recupero rápido la compostura y le susurro a su jefe, a lo cual el anciano le dió la bendición a Diego

- ¿ya tengo un nieto? - pregunto Simón

- Abuelo no seas impaciente, tener un hijo no es nada fácil - Diego frunció el ceño

- no me vengas con tus teorías baratas, he tenido 4 hijos así que llévate tus tonterías a otro lado, quiero tener a mi bisnieto antes de yo morir y si no me traes uno, te puedes despedir de tu puesto como Ceo, tal vez con un puesto en mantenimiento te haría asentar cabeza

Diego abrió los ojos como platos, estupefacto por las palabras de su abuelo

- Abuelo, no puedes hacerme tal cosa, soy el Ceo

- lo has dicho muy bien, eres el Ceo más no eres el dueño puesto que aún tengo y puedo hacer lo que me dé en gana, cosa que tú no - Simón fue severo en su advertencia a la vez que su rostro se ensombreció - me traes un bisnieto o ya sabes lo que te corresponde

Diego no dijo nada más, pensando en las palabras adecuadas para calmar a su abuelo.

- No te preocupes, el bisnieto está en proceso

Simón sonrió satisfecho

- Bien, puedes irte - Simón le indico las escaleras

En cuanto a la figura de Diego desapareció de su vista, se dirigió a su mayordomo

- ¿en dónde la tiene? - su mirada era oscura como la noche

- La tiene en el apartamento que usted le dió en Chacao y no la ha dejado salir

- investiga el asunto

- si entendió Señor Brown - Respondió Javier

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Feliz tarde queridas lectoras.

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