El día no está hermoso

Un nuevo día amaneció en la ciudad de Altamira, pero el sol no tenía ganas de dar su esplendor ese día a la ciudad.

Wendy se despertó, al escuchar la alarma de su celular, dió unas cuantas vueltas tratando de que el sueño abandonara su cuerpo, pero fue inútil

- Por lo visto tendré que bañarme - refunfuño mirando fijamente el techo del cuarto - bueno que más toca

Se levantó y salió de la habitación, ya que no era la de ella sino la de su mamá, y es que desde que Paula estaba hospitalizada, ella dormía en esa habitación.

.

Se arregló, algo casual, un pantalón a la moda en tono verde, una camisa en tono blanco y por último una chaqueta blanca ya que el tiempo anunciaba que sería fría, luego siguió con su rutina de Skin Care se miro al espejo y hizo una mueca. Se calzo unos tenis

- ¿que haré contigo? - murmuro refiriendose a su cabello

- ¿suelto o largo? -

Al final se decidió llevarlo medio recogido. No quiso desayunar ya que las ganas de probar algún bocado no estaban así que espero a su amigo Erick quien llegó puntual para buscarla.

Wendy levantó la vista y vio como el cielo estaba sombrío, suspiro profundo sentía que su corazón estaba igual.

- Al parecer llovera hoy - menciono Erick - te he comprado un paraguas, ya que el que tenías se te olvidó en el metro

- Oh gracias amigo, y si al parecer hoy no será un hermoso día - Wendy sonrió

- si tienes razón el día no está hermoso hoy ¿cómo estas? - pregunto preocupado - podemos buscar otra solución chaparrita si...

- ¿que otra solución? - Wendy lo miro desanimada - dime, porque ni ahorrando el sueldo que me dan en el castillo sería suficiente para el trasplante, al menos que sea en unos largos años, y sabes que no tengo tiempo para esperar

- Lo se - Erick se sintió mal - es que, será tu hijo también ¿no te da cosa? - pregunto en voz baja

- Estará bien, tendrá un mejor futuro que yo y de seguro que ese señor tendrá su novia, mujer que se yo, lo cierto es que también tendrá una madre que obviamente no seré yo - respondió triste Wendy - me conoces muy bien que yo nunca abandonaría a un hijo, pero este caso es diferente

- pero...

- pero nada, mejor llévame que le cielo está oscuro, así que pronto lloverá.

Erick asintió y no dijo nada más, abrió la puerta del auto y Wendy entro, el rodeo el auto y tomo el asiento del copiloto. El viaje les tomo 15 minutos en llegar.

- Estaré pendiente ante cualquier ayuda que necesites

- Estaré bien, no te preocupes

- Si te pide que debes ir a los estados unidos ¿que harás? - pregunto Erick

- en ese caso te llamaré, y tendrías que estar pendiente de mamá en mi ausencia -

- Bien, cuídate

Wendy bajo y camino hacia la entrada de lo que parecía un pequeño edificio. No tenía ni idea que decir.

El vigilante que estaba en su guardia, salió a su encuentro

- Buenos días Señorita por aquí por favor - un señor de unos 50 años abrió la puerta y le indico que entrara - apresurese al parecer llovera

- Buenos días Señor tenga eso por seguro que si - Wendy saludo y sonrió

Apenas ella entrando, se desató una aguacero.

- Justo a tiempo - dijo el vigilante

- mmm si

- espere aquí, ya la anuncio -

Ella quedó sorprendida

"¿acaso ya me estaban esperando?"

Al cabo de unos minutos, una mujer venía con el vigilante, tenía una expresión nada amigable, la escaneo de pies a cabeza y con una mueca de desagrado pero aún así no dijo nada

- Por aquí - dijo el vigilante indicándole que siguiera a la mujer

Wendy entro y fue conducida por un pasillo un poco iluminado lo que hacía que la confianza abandonara su alma, la mujer le abrió la puerta lo que parecía una habitación. Con una seña le indico que entrara.

Entro a la habitación y noto que la iluminación era escasa. Aún así podia ver qué habia una cama.

Ella frunció el ceño y se giro para preguntar a la mujer pero en vez de darle una respuesta cerró la puerta con seguro.

- ¡Hey! - dijo Wendy y empezó a girar el pomo pero este no cedió- ¿Que cree que hace?

- Tranquilícese señorita, el señor vendrá pronto y hablara con usted del asunto - fueron las primeras y únicas palabras de la mujer

Wendy suspiro profundo y caminando a tientas llegó a la cama. Miro hacia la ventana, pero el cielo ese día no estaba hermoso y la lluvia caía a cántaros. Era como si ese día decidiera acompañarla en su dolor. y eso hacia que hacía que esa habitación se viera más oscura y algo tenebrosa.

Ella pensó en la decisión que había tomado y no pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus mejillas, empezó a llorar como nunca lo había hecho desde que el doctor le había dicho que no era compatible con su madre para ser la donadora de la parte de su hígado.

Wendy lloro a mares, son un sabor amargo. Su madre no sabia de esa decisión ya que estaba hospitalizada su salud empezó a empeorar cada día más. Tampoco llegó a contarle, pues estaba segura que no se lo permitiría. Así que ella se vio obligada a vender a un hijo de su propia sangre solo para salvar a su mamá.

La oscuridad de la habitación, era aterradora, no tenía un rayo de luz ya que era poca la que había y se filtraba a través de las cortinas que tenía la ventana.

Pero las horas fueron avanzando y nadie entraba en la habitación ni siquiera un ruido del exterior se escuchaba. Ni a través de la puerta ni de la parte superior.

"¿acaso nadie vive arriba?"

Pensó, pero recordó que no había visto un ascensor tampoco

"bueno es que afuera también estaba casi todo oscuro"

Wendy se apoyo y se sentó en la cama, se sentía algo mal de seguro porque no había desayunado ese día debido a la angustia que tenía en su corazón.

De pronto la puerta fue abierta de un empujón y en el momento en que se escuchó el golpe un miedo se apoderó de ella a la vez que un escalofríos la recorrió.

Vagamente podía ver que era la silueta de un hombre el que estaba entrando. Así que supuso que sería el que le daría el dinero a cambio de un hijo.

La puerta se abrió rápido y fue cerrada de la misma manera. Diego camino hasta la cama, ya se conocía el entorno, podía ver a la mujer sentada, pero más no su rostro. Así como ella había pedido, el no quería saber nada de ella, solo tenían que hacer las cosas bien y listo.

En su mente tenia la idea de que ambos tenían que hacer lo que hace un hombre y una mujer en una habitación.

Vamos quítate la ropa y te tiras en la cama - la vos del hombre salió gélida con una orden - ¿Me has escuchado? He dicho que lo hagas ya, ahora mismo.

Al ver que la mujer no hacía nada, decidió poner su dominio sobre ella. Wendy se tenso ante la fría y elegante voz del hombre. Y el olor de esa fragancia tan masculina invadió sus fosas nasales. Haciendo que ella quedará estática en su lugar.

( el outfis de Wendy)

💜💜💜

Buen día 😊

espero que pasen un feliz día

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***