Capítulo 10

Me fui a terminar de bañar a mi habitación, me cambié y regrese a ver cómo seguía Oswaldo, toque la puerta que había quedado media abierta...

- Ya te vestiste, puedo pasar? --pregunte del otro lado de la puerta--

- Pichona pasa, pero ya no grites...

- No estoy gritando --mientras hablo un poco más bajito-- Te tomaste la medicina?

- Si, eso sabía horrible...

- No seas exagerado! Ya verás que con el baño, la medicina y mi cuidado te vas a recuperar rápido...

- Gracias... Pichona no tienes clases?

- No, tenía una materia en la mañana pero la profesora no pudo ir...

- Que bueno que te quedaste...

- Sí, que bueno... te voy a preparar una sopita y verás que más tarde te sentirás mejor, aprovecha de descansar Oswaldo...

- Hanna, muchas gracias...

- No hay de que --le doy un beso en su frente, apague la luz de la habitación y salí para dejarlo descansar--

Sentí mucha pena con Hanna que en ese preciso momento me viera prácticamente desnudo, pues nunca pensé que nos enredariamos en la sábana con la cual cubría mi cuerpo y terminar metidos de cabeza en el baño; solo sentí cuando cayó encima de mi, ya los dos estábamos empapados debajo de la ducha, ella quitaba la sábana y yo solo me cubría, hasta que logré que se saliera del baño... en ese momento me olvidé de lo mal que me sentía cuando sentí aquel fuerte golpe en mi pecho y mi espalda, por un lado estaba pegando mi espalda del piso del baño y por el otro a Hanna en mi pecho. Todos estos meses tratando de hacerme el loco para no aceptar mis verdaderos sentimientos hacia mi pichona y justamente hoy me viene a pasar esto...

La verdad haciendo memoria, nunca había visto a Oswaldo sin camisa y mucho menos sin pantalones, desde niños siempre andaba por lo menos en camiseta y Shorts, pero hoy...

- Hoy ví ese cuerpazo... Hanna! que locura estás pensando y diciendo --me regaño mentalmente-- Es que no lo puedo negar, definitivamente tiene buen cuerpo, mejor dicho espectacular, todo bien acomodado en su lugar, esos brazos a los cuales ya estoy acostumbrada pero nunca lo había detallado, esas piernas... --mientras se me vienen a la cabeza esas imágenes en cámara lenta de ese loco momento-- y unos buenos chocolates... --respiro--

- Chocolates! Escuché chocolates, dónde están Hanna?

- Hola! Airiam no te escuché llegar... --respire profundamente y me tomé casi que de un solo trago el agua que me había servido--

- No te hagas la loca y dame chocolate...

- Airiam bien sabes que en la nevera siempre hay...

- Y tu por qué tan sonrojada? --mientras busca el chocolate en la nevera--

- Yo, sonrojada? --mientras toco mis cachetes--

- Sí, tu... yo no veo a nadie más en casa... --mientras destapa un pequeño bombón--

- Sí, Oswaldo está en su habitación...

- Qué? El tenía turno hoy en la mañana, que le pasó?

- En la mañana cuando lo fui a despertar estaba prendido en fiebre...

- De verdad y como se siente?

- Debe estar durmiendo, le prepare sopa para que se recupere pronto...

- Voy a darle una vuelta...

Semanas después...

Está semana ha sido muy patética, hemos tenido muchas emergencias y hemos trabajado doblando turnos, así es más agotador pero me encanta mi trabajo...

Voy de regreso a casa después de casi 5 días sin pisar está casa, abro la puerta principal y solo siento caer al piso...

Estaba estudiando en la casa y escuché el cerrojo de la puerta pasar entonces me quedé esperando un rato y cuando lo veo asomarse... la verdad no sé qué me pasó, solo me le abalance encima con tanta fuerza sin decirle nada que me imagino que él no me vio venir y caímos, por suerte fue sobre el mueble...

- Te extrañe mucho --le dije mientras le doy un fuerte abrazo--

- Pichona! Yo también, pero para la próxima avisa porque casi caemos al suelo... no te golpeaste?

- No, no estoy bien, lo bueno fue que el mueble estaba aquí...

- Sí, que bueno... Pichona?

- Sí!

- Ya me puedes soltar? No me puedo quedar toda la tarde así, encima de tí...

- Ah! Si, disculpa... --mientras suelta su agarre, nos levantamos-- Quieres un jugo?

- Sí gracias, está semana fue horrible pichona... --mientras íbamos caminando hacia la cocina-- Y como estuvieron ustedes?

- Bien, yo como siempre estudiando... Soe y Airiam aún no llegan... --mientras me sirve el jugo--

- Gracias... Ok! --mientras tomo la bebida-- Estoy bastante agotado Hanna, mejor me voy a descansar, si necesitas algo me avisas...

- Tranquilo, descansa Oswaldo...

Últimamente los recibimientos de Hanna han sido muy impulsivos, será imaginación o serán porque desde hace unos meses para acá mis jornadas laborales son más extensas y tardo en llegar a casa hasta una semana completa... Si eso puede ser...

Días después...

Está noche fuimos de fiesta a Ambrosio's Bar Club, el local donde las chicas ganaron la apuesta de los tragos; pues resulta que ellas se hicieron amigas de Estéfano y sus amigos, aunque a mí me está oliendo a cuñado por allí...

- Y entonces Airiam cuando le vas a decir que si al pobre de Estéfano?

- Sí? De que o por qué?

- Hermana no te hagas la que no te haz dado cuenta, tienes a Estéfano botando la baba...

- Si quiere le puedo prestar un pañuelo...

- Hay Airiam no seas así, Oswaldo tiene razón! Mira como te ve el pobre...

- Hanna! Ustedes son los que deberían de buscarse parejas o terminarse de juntar, porque así juntitos nadie se les va a querer acercar...

- Y porque no Airiam?

- Hanna! Si cada vez que salimos ustedes se la pasan juntos y prácticamente abrazados, lo único que les falta es terminar de darse besos...

- Hermana respeta...

- Ni que los estuviera desnudando... Miren en toda la noche nadie los ha sacado a bailar y yo ya estoy cansada...

- Bueno tu querías venir a bailar hermana y nosotros solo te acompañamos...

- Si, se les nota bastante...

Unas semanas después...

Estoy recogiendo la ropa para lavar y como las chicas están en finales les voy a ayudar haciendole unas cargas en la lavadora, pase por la habitación de Oswaldo que ya tiene la semana sin venir a casa, recogí su cesta y no hay mucha ropa... No sé pero cuando estoy seleccionando la ropa me provocó oler la camisa de Oswaldo, mi mente me está haciendo una mala jugada...

- No se que me pasa... --mientras abrazo la prenda-- debe ser tantos días que prácticamente estoy sola en casa...

Estas últimas semanas he estado trabajando corrido, prácticamente tengo ya una semana sin ir a casa, me he comunicado con las chicas pero no es igual ir a casa a descansar y aprovechar de compartir un rato con ellas a conversar a través del teléfono, lo único bueno de estás extensas jornadas son los continuos días libres...

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