Capítulo 4

...y así fueron pasando los días entre la universidad, la casa, los nuevos amigos, alguna que otra salida, el gimnasio, la bailoterapia. Oswaldo nos acompañaba una que otra tarde a la bailoterapia... Claro! cuando tenía tiempo y para mi es hasta mucho más cómodo cuando Oswaldo va, porque entre nosotros hay más confianza ya que siento que Gerardo el hermano de Melissa solo la va a buscar porque yo estoy. Recuerdo el primer día que Oswaldo me acompañó solo para saber dónde era y que Soe y Airiam no podían ir porque estaban estudiando, mientras Melissa y yo hacíamos nuestra hora de bailoterapia él hacia ejercicio y justo a la hora de salida Gerardo estaba esperando

- Hola! Cómo les fue hoy? --un muy sonriente Gerardo--

- Hola! Muy bien gracias, bueno Melisa nos vemos mañana...

- Pero nosotros te llevamos Hanna.

- Gracias, hoy tengo con quien irme.

- Ah! Sí, Disculpa con quién te vas?

- Conmigo! Algún problema Hanna? --mientras Oswaldo me abraza de lado, Gerardo se lo quedó mirando muy raro--

- No! Ninguno, te presento... ella es mi compañera de clases y bailoterapia Melissa y el es su hermano Gerardo.

- Mucho gusto, soy Oswaldo --mientras les tiende la mano-- Es un placer conocer a los nuevos amigos de Hanna.

- El gusto es nuestro.

- No se preocupen yo llego a Hanna casa, Gracias.

- Por nada --dice Melisa--

- Vamos Hanna? --me toma de la mano, noto que Melissa y Gerardo quedan mirando el gesto--

- Sí vamos a casa, hasta mañana Melisa.

- Hasta mañana amiga.

- Hasta luego Gerardo.

- Sí, hasta otra oportunidad.

Cada quien tomó su camino, yo me abracé al brazo de Oswaldo mientras empezamos a caminar.

- Oye! Hanna, ese muchacho está interesado en tí...

- Claro que no!

- Claro que sí, lo ví en su mirada; sobre todo cuando te tome de la mano.

- La verdad no me había dado cuenta Oswaldo.

- Hanna! Fue muy obvio... en lo que me acerque a ti se puso algo tenso y luego cuando te tome de la mano su cara cambio de color y se le iban a salir los ojos; te gusta? --pasábamos por unas tiendas--

- Qué cosa?

- Qué si te gusta el hermano de tu amiga.

-Ah! No, es muy agradable y amable pero no me gusta...

- Se ve buena persona.

- Sí, pero solo lo veo como amigo... antes de ir a casa pasamos al súper? Faltan algunas cosas en casa.

- Sí, me parece bien así aprovecho de comprar algo que me hace falta.

- Perfecto!

Llegamos al supermercado tomo un carrito y empezamos a pasear por la tienda tomando algunos artículos de los anaqueles, pasamos casi una hora dando vuelta por todos los pasillos, llegamos a caja para validar y hacer el pago de nuestra compra.

- Casi te llevas todo el súper!

- Bueno! Oswaldo todo eso hacia falta en casa.

- Cierto! Bueno espero que ahora no te falte nada.

- Espero que no!

Hicimos prácticamente un mercado completo, compramos comida, frutas, snacks, artículos de higiene y aseo personal.

Llegamos a casa cargados de las bolsas del mercado...

- Hasta que llegaron! Se puede saber dónde estaban?

- Tranquila Airiam fuimos al súper y Hanna se quería traer todo.

- Disculpa Airi no te quisimos preocupar, pero se nos pasó la hora... --mientras la abrazo--

- Están disculpados, si por lo menos me trajeron un chocolate!

- Claro que sí hermana.

Fuimos acomodando todo lo que compramos en sus respectivos lugares, preparamos sándwich para la cena con jugo natural de fresa.

Después de cenar todos se retiraron a sus habitaciones, me quedé terminando de recoger la cocina. Lo que más me gusta de mis con los cuales he compartido toda mi vida es que no hacen ningún tipo de diferencia entre ninguno, aquí todos somos iguales. Voy a mi habitación me doy un refrescante baño...

Varios días después...

Estoy haciendo algunas investigaciones en mi laptop, tenía sed y no subí agua a la habitación entonces bajé a la cocina y la luz de la sala estaba encendida, la puerta de la terraza está medio abierta, me asomo con cuidado y Oswaldo está recostado en el sillón mirando el cielo.

- Es una hermosa noche --me acuesto a su lado--

- Sí, muy hermosa...

- Qué haces aquí tan solo?

- No podía dormir Hanna!

- Ya entiendo! Oswaldo, todo está bien?

- Sí porque la pregunta?

- Las pocas veces que estás en casa casi ni nos damos cuenta, hoy estás más callado que de costumbre y no haz hablado más de tu novia... tienen problemas?

- Algo así... --me volteo para verle la cara--

- Estoy segura de que encontrarán una solución.

- Sí, creo que ya la encontré!

- Y cuál es? --me mira--

- Voy a terminarle...

- Oswaldo estás seguro? Puede haber otra...

- No Hanna! a las personas no se les puede obligar a que te quieran... y ella hace rato que ya no quiere estar conmigo pero no tiene el valor para terminar la relación.

- Y entonces tú...!

- Sí, es mejor terminar de una vez para que ella ya no esté inventando pretextos.

- Eres un gran hombre, estoy segura que encontrarás la mujer de tu vida --le digo mientras lo abrazo--

- Si, mi otra mitad está en algún lado del mundo esperando por mí...

- Y tú esperas por ella?

- Bueno el destino siempre tiene la última palabra.

- Bueno sí estoy de acuerdo contigo, si necesitas llorar, hablar o solo compañía recuerda que estaré como siempre para ti...

- Lo sé muy bien pichona

- Pichona! Tenías mucho tiempo que no me decías así.

- Bueno teníamos mucho tiempo separados...

- Claro y habíamos perdido bastante comunicación...

- Sí eso...

- Mira qué linda aquella estrella --digo señalando el cielo-- Te acuerdas cuando éramos niños que nos acostabamos en la grama y empezábamos a contar las estrellas?

- Sí, es imposible olvidar los momentos que nos hicieron felices...

- Oswaldo de verdad vas a estar bien? Digo por lo de tu novia, bueno casi ex novia.

- Si Hanna! Voy a estar mejor que ahora.

2 meses después...

Efectivamente Oswaldo terminó su relación con su novia, lo veo más tranquilo. Me ha acompañado al gimnasio, he evitado ir a estudiar a casa de Melissa por su hermano. El otro día Melisa me preguntó que si yo tenía algo con Oswaldo y allí recordé lo que el mismo Oswaldo me dijo de que Gerardo gustaba de mí, la verdad no le aclaré nada solo le dije que vivíamos en la misma casa pero no le especifique en qué condición, la verdad no le di importancia; lo malo o lo bueno, no sé! es que Melisa se ha alejado mucho de mí.

Voy a mis clases, al gimnasio y la mayoria de las veces Melissa me esquiva; ya han pasado dos semanas y hoy me topé frente a frente con Melissa, ella trato de ignorarme pero la ataje...

- Melissa tenemos que hablar!

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