Valentina Castillo

Mi nombre es Valentina Castillo, tengo 33 años, soy hija única de la familia castillo quienes se dedican a la fabricación y exportación de tequila, la verdad soy una mujer libre como el viento no me gustan las ataduras, pero mi familia se empeña en que debo de casarme con Uriel capell Alcalá, quien es hijo de un prestigioso empresario que tiene negocios con mi familia, la verdad es que trato por todo los medios de sacarme de ese compromiso hasta fingí que me gustaba por el hecho que si no es con él mi familia no me dará mi herencia, al principio disfrutaba, pero después todo se volvió más formal y perdió su chiste lo cierto de esto es que tengo que conseguir que se case si o si por mi vida de lujos y diversión.

—¿qué haces aquí Valentina?-digo mientras me arremango las mangas de mi camisa

—¿qué crees que hago aquí amor?-mientras camina hacia él

—¿amor? ¿Quién es ella Bebe?

—¿bebe? ¿Quién es esta?- mientras mira sorprendida

—Jade amor, ella es valentina, la mujer con la que me iba a casar

—¿qué está pasando aquí? Uriel quien es esta gorda

—mide tus palabras Valentina, no tienes nada que hacer aquí, te pido por favor que te marches ahora mismo

—ja, ja, ja, sabes cuando hablamos en la cafetería me dijiste que habías encontrado a una mujer y dije, oh no y quien diablo será la mujer que llamo tu atención, será difícil sacarla de tu cabeza y cosas así me puse a pensar, pero ahora que veo a esta gorda sabes que veo que no tengo nada porque preocuparme

—pues debes porque nos amamos y ahora estamos juntos y no habrá poder sobre la tierra ni en el cielo que nos separe y ahora te haré la pregunta o te sales a la buena de mi casa o te agarraré de las greñas y te sacaré arrastra

—hay que modales, sabes Uriel, no sé qué le viste, es evidente que es una naca

—ya escuchaste valentina, estoy totalmente de acuerdo con Jade, es ella la señora de esta casa y te ha pedido amablemente que te vayas, no respondo si pasa algo más-mientras ríe despreocupado

—sabes, no lo puedo creer, te has vuelto igual que ella, y es obvio que me voy, no quiero quedarme aquí donde esta ballena, pero antes de irme debes de saber que volveré que tu mi querido Uriel te casaras conmigo o por la buena o por las malas, así qué gorda infeliz disfrutarlo mientras puedes porque este hombre será mío ok bonita noche a y Uriel que no bien a romper tu cama espero que la hayas reforzado ja, ja, ja

—amor cálmate no vale la pena- le digo mientras la detengo, ya que iba tras de ella

—Uriel, esa mujer nos va a querer fastidiar la vida, como no te diste cuenta de la clase de mujer que era

—lo sé amor, no era así al principio, pero agradezco que haya mostrado quien es antes que cometiera el gravísimo error de casarme con ella, ahora quiero que no te preocupes si -mientras froto sus brazos

—ok-digo mientras suena el timbre-te juro que si es ella si le jalo los pelos

—amor cálmate yo voy a abrir-buenas noches su pedido- muy bien gracias-amor es Uber grito riendo

—menos mal-suspiro

Después de cenar nos dirigimos hacia la habitación donde ya había estado antes, pero ahora será mi cama, no niego que me siento extraña, ya que no había salido de casa hace treinta tres años.

—bien mi vida, ¿recuerdas la noche de ayer?- mientras sonríe

—sabes lo que recuerdo es que me tire en tus brazos y que ambos disfrutamos -sonrojada

—Así es mi cielo que mujerón eres hermosa, me encantas el tenerte, me hace sentir tanta felicidad- mientras la abraza bajando para juntar sus frentes

—gracias por tu amor, me siento tan segura-lo abraza muy fuerte

—cariño, voy a darme un baño, estoy algo cansado-mientras se estira

—sí, solo iré por agua a la cocina y después me daré un baño

—¿quieres que nos duchemos juntos?

—mmm me gusta la idea, pero prefiero hacer unas cuantas cosas mientras sales del baño

—ok-sonríe

Mientras Uriel se mete a duchar, me dirijo a la cocina con las pastillas anticonceptiva, pero mientras camino no puedo evitar recordar su cara cuando le dije que quería evitar un posible embarazo, lo único que quiero es ser feliz y el pensar en que lo puedo perder por culpa de su padre o de Valentina me parte el corazón, el pensar que un día él se aleje de mí, sé que lo que puede quedar de nuestro amor es un hijo que amaría con toda mi alma así que he decidido tirar las pastillas, sé que es muy tonto de mi parte pensar en algo así, pero no niego que el miedo me corrompe.

—hey cariño tardaste mucho abajo-mientras seca su cabello con una toalla

—sí, me puse a acomodar las cosas que usaré para preparar el desayuno -sonríe

—está bien amor, me pondré a leer un libro que mi hermana me regalo

—sí, amo leer, ¿cómo se llama el libro?

—Un clavo saca otro Clavo

—oh, vaya, me gusta, ¿me lo prestas cuando termines?

—Por supuesto mi amor-mientras se tira a la cama con su pijama sin camisa

—ahora salgo-mientras muerde su labio inferior

—te espero amor-mientras le guiñe el ojo

soy como un niño pequeño pataleando en mi cama de felicidad, apenas puedo creer que tenga a esta mujer a mi lado, su aroma, sus ojos, su pelo y todo de ella me enloquece, mientras leo el libro es curioso que se parezca tanto a nuestra vida, casi sin querer queriendo me quedo dormido antes que ella salga de la ducha-

—¿y qué tal el libro, mi amor?-cuando lo miro, está dormido con el libro en sus manos, se ve tan tierno, pongo mi alarma para poder despertar antes que él por la mañana, después me acuesto a su lado y de inmediato me quedo dormida.

Por la mañana mi alarma suena, lo que me hace recordar porque la he programado, él tiene sus brazos justo sobre de mi abdomen, muy despacio le quito su brazo, pero mientras lo hago suspiro al pensar en la calma tan grande que sentí al dormir a su lado, voy hacia la cocina y le preparo unos panqueques.

—buenos días, cariño-beso tras beso

—buenos días mi amor, hoy luces más guapo

—bueno amor, eso es gracias a ti-mientras se sienta en el comedor

—no quiero que eso produzca que otras chicas se quieran aventarse sobre ti bebe

—no, mi amor, tú eres la dueña de mi vida ahora-

—gracias papi, lo sé -, guiñe su ojo

—sabes eres increíble-mientras le acaricia el rostro

—gracias tú también, ahora a desayunar

—amor esto se ve delicioso, qué felicidad me da tener un desayuno casero bebe

—espero que te guste y sabes así será de ahora en adelante-sonríe

—amor gracias estuvo rico, ahora me tengo que ir, no tardaré, solo atenderé unas conferencias y regreso va

—sí, amor claro, te acompaño a fuera-beso