CAPÍTULO 8

-¿Estas bien?-

*Le pregunto con una gran sonrisa en mi rostro*

-Sí, estoy muy bien, gracias por ser gentil conmigo, esto a sido como lo imaginé muchas veces-

*Le doy un beso y la miro acariciando su mejilla*

-No tienes nada que agradecer, ¿Te quieres duchar o prefieres dormir?, Ya es muy tarde y debes estar cansada-

*Le pregunto saliendo de ella y acostándome a su lado*

-Quiero dormir, creo que pararme no es una opción para mí-

*Me responde entre risas haciendo que me ría. Estiro mi brazo y ella se acurruca en mi pecho*

-Esta bien entonces vamos a dormir-

Le respondo abrazándola con fuerza mientras pienso que esta a sido la mejor noche de toda mi vida, he dormido con muchas mujeres en esta habitación, pero el contacto luego del sex* no es algo que haya hecho anteriormente, no me gusta que me abracen o hacerlo ya que por lo regular me levanto para salir a fumar al balcón y regreso cuando mi compañía se a dormido, si lo pienso detenidamente estoy seguro que con la única persona que duermo abrazado es con mi mellizo, pero esta vez es distinto, quiero tenerla lo más cerca posible de mí, quiero sentir su cuerpo sobre el mío hasta que la mañana llegue, mi corazón esta acelerado y entonces me pregunto ¿Es esto lo que se siente cuando lo haces con alguien que te gusta?. La miro y ella ya se adormido, Tara es tan hermosa y ahora estoy más convencido de eso, su cuerpo es tan espectacular, sus expresiones, sus gemidos. Dios. Si esto es un sueño no quiero despertar. Me quede pensando muchas cosas durante varios minutos y poco después me quede dormido.

Escucho la alarma de mi celular y lo busco en medio de mi pesadez ya que siento un peso sobre mis piernas, mi pecho y mi brazo izquierdo entumecido. Miro el celular, son las seis de la mañana y pienso que debo ir a trabajar. Miro a mi lado ya que no logro levantarme por el peso que siento y veo a Tara dormida sobre mí y eso me recuerda todo lo que sucedió esta madrugada cayendo en cuenta de que en verdad no fue un sueño, todo fue real, la abrazo con fuerza y le doy un beso en la frente para luego levantarme suavemente tratando de no despertarla. Busco una bata y salgo de la habitación llegando a la sala para marcarle a mi hermano.

-¿Dom?, ¿Sucede algo?-

*Me pregunta apenas me contesta, se escucha preocupado al recibir mi llamada tan temprano*

-No no, estoy bien, es que necesito un favor tuyo y lamento que sea así de imprevisto-

*Le digo al tiempo que busco mis cigarrillos y enciendo uno*

-Claro que sí, dime-

*Salgo al balcón y cierro la puerta*

-Nato, necesito que me cubras por algunos días en la empresa, no sé por cuántos pero prometo que cuando tenga un día exacto te aviso, ¿Puedes hacer eso por mí?-

-Claro que sí, la respuesta es obvia, pero ¿Qué harás?-

*Doy un gran suspiro recordando el acuerdo que me dijo Tara anoche, mismo del que no hemos hablado*

-... He estado muy agotado estos días y me siento algo enfermo solo quiero descansar un poco y como ya culminamos los preparativos del desfile de invierno pensé que sería un buen momento antes de comenzar con el de la próxima temporada, pero si crees que es mucho trabajo-

*Estoy hablando y él me interrumpe*

-Relájate Pimpollo, entiendo lo que me dices y claro que puedes descansar, pero si te sientes enfermo deberías ir al médico y no hablo de mujeres, me refiero a un médico de verdad-

*Me río de lo que dice dándole una última y larga calada a mi cigarrillo*

-Sí Polluelo, lo tendré en mente, por ahora te dejo si necesitas cualquier cosa solo debes llamarme estaré pendiente del celular y gracias por todo, te quiero hermano-

Le digo y cuelgo la llamada para volver a ingresar al apartamento. Entro a la habitación y no veo a Tara por ningún lado, camino al baño, pero tampoco esta así que corro a la sala y la veo salir de la cocina con un vaso de agua en sus manos. Mi corazón se aceleró por un instante al pensar que se había ido y no me había dado cuenta.

-Buenos días Dom, veo que eso de que solo tienes agua es muy en serio-

Me dice acercándose a mí para darme un beso en los labios, tiene mi camisa puesta y en lo único que puedo pensar es en lo sexy que se ve con ella, la sostengo por la cintura mientras sonreímos.

-Te lo dije, pero pronto vendrá la señora que me hace la limpieza, le pediré que haga un mercado y nos venga a cocinar o podemos pedir domicilio que es básicamente lo que siempre hago-

*Sostengo sus hermosos y grandes glute** apretando de ellos y puedo ver como se sonroja*

-Tengo mucha hambre, que tal si mejor salimos a desayunar y luego vamos a mercar para que yo pueda hacer comida para ambos en estos días que estaré aquí, ¿Quieres?-

*Afirmo con mi cabeza y nos besamos*

-Claro que sí, nunca pensé poder probar tu comida y eso en verdad me encantaría, entonces nos bañamos y podemos salir ¿Si?-

*Ella se ríe y besa mi pecho*

-Perfecto, entonces vez y te bañas mientras yo llamo a mi madre, te alcanzo en unos minutos-

Me dice con una pequeña sonrisa fingida en su rostro, es claro que esta preocupada por la tía Violeta. Yo le doy un pequeño beso en sus labios dándole una nalga** y ambos nos reímos.

-Esta bien, no tardes-

La suelto e ingreso a la recámara. Me acerco a la cama y huelo las cobijas para sentir su olor, aun no logro hacerme a la idea de que es real el hecho de que Tara esta aquí conmigo, que hicimos el amor... "El amor", creo que lo que sucedió entre nosotros anoche no lo había experimentado con nadie, para mí estar con una mujer siempre a sido solo tener sex*, pero esta vez todo fue distinto, mi corazón palpitaba como no lo había hecho hace muchos años, mis manos sudaban y más que mi satisfacción propia quería que ella se sintiera bien, que sintiera esa misma felicidad que yo estaba sintiendo mientras la tocaba, besaba y la hacía mía. Estoy en la cama con una gran sonrisa cuando la siento ingresar a la habitación y puedo sentir arder mis mejillas al verla, me quedé perdido en mis pensamientos y no entre a bañarme. Ella se ve algo triste, pero me muestra una sonrisa al verme comportar como un niño.

-¿Qué crees que estas haciendo?-

*Me dice entre risas y me siento inmediatamente al borde de la cama*

-Y-yo solo estaba pensando-

*Le contesto algo avergonzado y ella se acerca sentándose con sus piernas alrededor de mi cintura*

-Y ¿Qué pensabas?-

*Pasa sus manos alrededor mi cuello al preguntarme y yo sostengo su trase***

-En que tenerte aquí de esta forma y poder hacer el amor contigo es algo que nunca imagine poder hacer realidad, te amo Tara y estoy-

*Su sonrisa desaparece y me besa silenciando mis palabras*

-Dominic, recuerda lo que te dije anoche, no compliquemos esto, ambos sabemos que nunca podremos llenar las expectativas del otro y yo no quiero sonar egoísta, pero en este momento lo único que realmente me importa es poder ayudar a mi madre-

Dice sus palabras y se levanta de mis piernas dejándome con un sabor amargo y un dolor en mi pecho al escucharla como me devuelve a la realidad de nuestra situación.

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